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Agua, Zulueta

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Los lugareños la consideraban como algo remoto, incluso miraban hacia el cielo para ver si acontecía un milagro, pero de agua, nada. Una agonía conocida por Emérito Fernández—Calienes Alejandrez, presidente del consejo popular de Zulueta, cuando sus agendas se llenaban de tantas quejas y planteamientos reiterados.
Emérito Fernández-Caliene
Emérito Fernández—Calienes Alejandrez, presidente del consejo popular de Zulueta, «Pude vivir el día en que el pueblo tuvo agua luego de acumular planteamientos reiterados, quejas e incomodidades». (Foto: Ricardo R. González)

Ni siquiera un Abracadabra resolvía el problema en un sitio que tiene su historia con el abasto de agua, a pesar de llamársele, en un inicio, el «pueblo de los molinos» por la cantidad de implementos que existían desde los años de la colonia.

Cuenta Emérito que a fines de la década de los 80 y principios de los 90 se hizo el acueducto en la localidad. Por entonces eliminaron la mayoría de aquellas masas de hierro y de los pozos existentes ante la llegada de la modernidad.

Y comenzó el dilema. «Con el paso del tiempo la conductora principal generó problemas. El agua bombeada no llegaba al territorio ya que baja por gravedad a toda el área comunitaria. Esto facilitó que proliferaran grandes charcos, pantanos, lagunas en toda la trayectoria de casi 2 kms que tiene la conductora principal», argumenta Fernández—Calienes.

La situación constituía un verdadero rompecabezas. El malestar de electores y vecinos era tan grande como la lluvia que de verdad se necesitaba. La situación era incluida en los planes de la economía; sin embargo, se retiraba por diversas causas atribuidas al déficit de fuerza de trabajo o de recursos, entre otras.

¿Qué hacer? Con el empeño de la delegación provincial de Recursos Hidráulicos que ha apoyado, sobremanera, para eliminar aquel largo y tortuoso problema se encontró la solución a partir de una nueva conductora.

Años llevaron con el rompecabezas del suministro de agua. Casi 7000 residentes en el poblado con ocho circuitos que en medio de las dificultades de agua también enfrentaron las contingencias energéticas y el robo del líquido por bombas particulares, en una etapa agónica de combustible incluso para el alivio por pipas.

No faltaron las indisciplinas sociales en la conductora pasada. Varios cráteres de este tipo son visibles a lo que se añade la sustracción de tubos. (Foto: Ricardo R. González)

Emérito Fernández—Calienes quisiera borrar ese pasado. No puede, y reconoce que hubo solidaridad entre los zulueteños. «Los habitantes de lugares más bajos donaban agua a los residentes en zonas altas. Ya con la conductora se eliminaron las pesadillas y angustias en casi la totalidad de los casos. Ahora quedan dificultades en algunas acometidas de las casas que deben chequearse debido a obstrucciones en las vías luego de tanto tiempo inutilizadas, o por la presencia de residuales que interfieren el paso del líquido».

Agua en Zulueta
Agua, Zulueta. (Foto: Ricardo R. González)

— ¿Cómo fue el día en que Zulueta tuvo agua?

— Me encontraba en una reunión del Gobierno en Remedios. Llegué a mi casa y una persona llamó por teléfono. Sería entre las 2:00 y 3:00 de la tarde, para darme el alegrón. Quedé sin habla, y salí de la casa a compartir la felicidad y disfrutar de ese panorama incalculable.

Recuerdo que teníamos consultorios, como el 12-4, carente del líquido y había que entregarlo por pipas. Por otra parte la cisterna del policlínico no lo abastecía, también se afectaba el Sistema de Atención a la Familia (SAF) junto a otras instituciones escolares o de otro perfil en los que el servicio es indispensable.

Habrá que analizar ahora algunos salideros que no existían ante la fuerza actual de la nueva conductora, a lo que deben sumarse los organismos implicados con la contribución popular.

— ¿Algún pensamiento que pasó por su menwte el día de la felicidad?

— Decir que me vino el alma al cuerpo y a la de todos.

La perseverancia de Yaquelín

Los moradores del poblado la han bautizado como «la madrina de Zulueta». Es Yaquelín Díaz Ruiz, especialista de inversiones en la Empresa de Servicios Ingenieros Hidráulicos, y por su accionar y dinamismo vale mucho. Sepa que realiza todas las travesías desde Santa Clara en su moto y desafía cualquier impedimento que la ha llevado hasta el lejano Corralillo.

Atiende al municipio de Remedios hace unos cuantos años y recibía incontables quejas de la situación zulueteña.

Yaquelín Díaz
Aracel Delgado Sánchez (en el centro de la foto) conversa con Yaquelín Díaz Ruiz bajo una neblina notoria. Él estuvo de acuerdo con afectar un segmento de sus tierras para realizar la conductora. (Foto: Ricardo R. González)

«Veía el deterioro de la antigua conductora que, sin tener los años de explotación, presentaba problemas en las juntas lo que ocasionaba marcados salideros, por lo que el agua se perdía en los campos sin llegar al pueblo».

El tiempo pasaba. Hace cuatro años la nueva conductora estaba en el plan de inversiones, pero no había preparación, tampoco existían los proyectos y al no encontrar respuestas a la crítica situación mediante el mantenimiento Yaquelín se dio a la tarea de buscar personas instruidas en el caso y desempolvar la tarea técnica que ya estaba realizada, pero nadie le había prestado atención.

«Le di a esos fundamentos técnicos el camino que llevaba, se hizo el listado de materiales y me dediqué a plantear la situación de Zulueta, bajo la realidad de que solo con mantenimiento no se podida encontrar soluciones definitivas a partir de los marcados salideros existentes en la conductora».

— ¿Cómo llegó la solución?

— Este año, a tanta insistencia, con el apoyo del director de inversiones de Recursos Hidráulicos y el delegado de la provincia se fue despejando la solución. En recorridos efectuados por el municipio apreciaron las nefastas condiciones de Zulueta, cuya conductora anterior tuvo una mala ejecución.

— ¿Y cómo lo explica?

— En los dos kilómetros de extensión se colocó solo una válvula de aire y con la impulsión de la bomba las uniones de las tuberías cedieron, y al perder la junta de goma era imposible eliminar los salideros.

El sistema Bartolomé realiza su abasto mediante un tanque de distribución que es llenado por gravedad desde los manantiales de la Julia, pero toda el agua que salía de la estación de bombeo para Zulueta se quedaba en el campo y era muy escasa la que llegaba al poblado.

La inversión actual tiene un monto aproximado de unos 4 millones de pesos, solo en materiales (tuberías y válvulas), y para su realización se consultó con la Empresa Constructora de Obras para el Turismo (ECOT), que ejecutaba sus labores en La Julia-Bartolomé, sobre la posibilidad de ejecutar estos dos kms del nuevo conducto. Hubo disposición y al tener toda la documentación se concluyó en unos 45 días. 

«No se puede dejar de reconocer a la Unidad Básica de Instalaciones de la ECOT Cayo Santa María, de conjunto con la proyectista y el asesoramiento de la Empresa de Investigaciones y Proyectos Hidráulicos (EIPH) de Villa Clara que visitaban semanalmente la obra», subraya Yaquelín.

— ¿Puede hablarse de contratiempos?

— Uno de los días entré por Cuatro Caminos procedente de Santa Clara. Venía todas las mañanas, de martes a viernes, a chequear a pie de obra, y al llegar a la esquina del Palmar, por donde pasa la conductora, la habían pichado para situar una acometida ilegal cuando estaba en plena inversión. Aquello resultó un golpe inesperado. Se localizaron a los responsables con la adopción de las correspondientes medidas.

Por otra parte, hubo que organizar el suministro a seis viviendas que se alimentaban de la conductora vieja y conectarlos a la red que es como verdaderamente se abastece de agua a los pobladores.

Yaquelín Díaz abraza el precepto de resultar una mujer emprendedora, nunca vio la derrota ante algunas miradas pesimistas que consideraron lo imposible de la obra, una verdadera utopía, al decir de ellos, y que solo la perseverancia la hizo triunfar.

— ¿De la fantasía a la realidad?

— Al ver el chorro de agua me emocioné, (todavía lo hace hoy al hablar) sentí una satisfacción que aún no puedo describir, y le doy gracias a la vida por ser parte de este regalo utilitario.

Una escuela transformada

En la escuela primaria urbana José Martí Pérez resplandece la limpieza, a pesar de que su claustro y trabajadores sintieron en su momento la falta de agua. Como coordinador general del segundo ciclo en la enseñanza Gustavo Roque Acevedo rememora aquellos días de incontables problemas.

Gustavo Foque
«Una escuela sin agua no es nada», insiste Gustavo Roque Acevedo quien narró el trabajo que pasaban en la primaria José Martí Pérez. (Foto: Ricardo R. González)

«Imagine toda la cantidad que se necesitaba, exclusivamente, para descargar los baños ante los 197 alumnos de prescolar a sexto grado. Apenas contábamos con un tanque bajo que solo se iba al dedicarlo a estas funciones».

Para Gustavo ya la imagen es diferente. Está consciente, junto a su colectivo que la realidad ha cambiado al recibir el anhelado líquido en días alternos como está establecido, pero se llenan los tanques.

«Una escuela sin agua no es nada», concluyó.

«La voz corrió por el barrio»

A punto de salir para su trabajo en la TRD del pueblo José Luis Pérez Hurtado se detiene y expresa lo que para él constituyó un impacto excelente avalado por la oportuna decisión de ejecutar la inversión.

José Luis Pérez
 Para José Luis Pérez Hurtado es un sueño logrado, como salir de una noche oscura a una mañana de luz. (Foto: Ricardo R. González)

«Nosotros llevamos un tiempo prolongado buscando el agua muy lejos, y desde que se hizo la primera prueba nos cayó, al igual que a todo el vecindario, incluso en lugares donde hacía años no llegaba.

«Cuando yo vi salir el agua por la llave fue una alegría inmensa. Me parecía mentira, y la voz se corrió por el barrio como algo indescriptible. Es una realidad que puede compararse como salir de una noche oscura a una mañana de luz. Un sueño logrado.

Para José Luis la instalación de un tanque que sería la solución total, pero no deja de enfatizar: «Bienvenida el agua».

El ayer y el hoy

A Yasmani Concepción Domínguez no hay quien le haga cuentos. Como operador en la estación de bombeo acumula la experiencia con las dos conductoras.

 Bien sabe el operador Yasmani Concepción Domínguez que una vez encendida la bomba con la conductora anterior demoraba 1 hora en llegar para comenzar la descarga hacia el pueblo. En la actualidad bastan solo 11 minutos. (Foto: Ricardo R. González)

«En la anterior primaban los salideros en toda su extensión. Era casi un río. Ahora no hay escapes, el cambio resulta abismal».

Con 17 horas de bombeo para el pueblo Yasmani forma parte del equipo de operarios que labora un día de mañana y tarde, otro de noche, y descansan en dos jornadas seguidas.

«Cuando se encendía la bomba con la conductora anterior demoraba 1 hora en llegar para comenzar la descarga hacia el pueblo. En la actualidad con solo 11 minutos traspasa a la parte de la loma donde tiene que descargar para recibirla en el poblado por gravedad».

Conductora Zulueta
La nueva conductora con su potencialidad. Estas se habilitan para conducir el líquido, no para situar una acometida ya que origina un salidero por la propia impulsión de la bomba. (Foto: Ricardo R. González)

Sin dudas la vida se torna diferente en esta porción remediana. Ya no hay que mirar hacia el cielo para ver si ocurre un milagro porque la dicha es terrenal y entre todos pueden decir: Agua, Zulueta.

Tomado de Vanguardia

Tomado de Vanguardia

El propósito central del Periódico Vanguardia es mejorar la sociedad villaclareña y la cibersociedad mundial mediante la creación de contenidos de calidad. Un órgano de la Revolución, en la provincia cubana de Villa Clara.

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