Más que una huelga, una página de heroísmo
Fidel diría de aquel hecho: «(…) en la historia de nuestra Revolución, aquel día la ciudad de Sagua escribió una página imborrable de heroísmo»
Ante el llamado del Movimiento 26 de Julio a la Huelga General Revolucionaria, el 9 de abril de 1958, miles de jóvenes se lanzaron a las calles para apoyar la lucha en la Sierra Maestra, y derrocar la tiranía batistiana.
Centenares de acciones ocurrieron en todo el país, entre las cuales destacaron la toma de emisoras nacionales para replicar el llamado a la huelga, el asalto a una armería en La Habana Vieja y a varios cuarteles, así como los paros en Guanabacoa, el Cotorro y Madruga.
También hubo sabotajes a varias terminales de transporte, la quema de gasolineras y otras acciones en Matanzas, Jovellanos, Ciego de Ávila, Camagüey, Quemado de Güines, el Condado de Santa Clara y la paralización de gran parte del territorio oriental.
Sin embargo, el hecho de mayor envergadura ocurrió en Sagua la Grande. El propio Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz expresó: «Llegaban a nosotros los informes sobre las acciones en todo el país, y en especial en la ciudad de Sagua; y resultaba realmente extraordinario cómo un número tan reducido de hombres, apoyados por el pueblo, había podido mantener bajo control, durante 24 horas, una ciudad del tamaño y de la importancia de Sagua la Grande».
Grupos de habitantes atacaron varios sitios estratégicos de la urbe, como plantas móviles de la compañía de electricidad y dependencias de los talleres ferroviarios.
El 10 de abril, ante la imposibilidad de prolongar el paro por más tiempo, y a sabiendas de que el levantamiento popular en otros lugares del país había fracasado, los combatientes salieron de la ciudad, muchos de los cuales fueron masacrados por las fuerzas de la tiranía, sedienta de sangre.
Fidel diría de aquel hecho: «(…) en la historia de nuestra Revolución, aquel día la ciudad de Sagua escribió una página imborrable de heroísmo».
Aunque la huelga no cumplió sus objetivos, dejó importantes lecciones: la primera, lo indispensable de la unidad entre las fuerzas revolucionarias para conseguir el triunfo.
En una carta a Faustino Pérez, el 27 de abril de ese propio año, Fidel reafirmaba una vez más su convicción: «Tengo la más firme esperanza de que, en menos tiempo de lo que muchos son capaces de imaginar, habremos convertido la derrota en victoria».
Y así ocurrió. Poco más de ocho meses después, la Revolución triunfante concretaba los sueños de aquellos que cayeron en la acción.
Ayer, a 65 años de los épicos sucesos, en el parque La Libertad, de Sagua la Grande, combatientes, estudiantes, trabajadores y otros pobladores de esta ciudad rememoraron las heroicas horas que estremecieron la nación.
Luego del acto –en el que fueron reconocidos la emisora Radio Sagua, el Museo Municipal de Historia y el hospital Mártires del 9 de abril, por sus 40, cinco y 55 años de inaugurados, respectivamente–, se realizó una peregrinación hasta el cementerio local, para rendir tributo a los caídos en la acción.
Encabezaron la conmemoración Yudí Rodríguez Hernández, miembro del Secretariado del Comité Central y jefa de su Departamento para la Atención a los Servicios, y Osnay Miguel Colina Rodríguez, primer secretario del Partido en Villa Clara; así como las máximas autoridades políticas y gubernamentales del municipio.