Beneficia proyecto internacional zona costera villaclareña

Enfocado en la disminución de riesgos y vulnerabilidades, y en la adaptación al cambio climático, el Proyecto Internacional de Resiliencia Costera (PIRC), con casi cinco años en ejecución, beneficia notablemente ecosistemas y comunidades del litoral villaclareño.

Aunque el área de intervención se enmarca dentro del Consejo Popular Punta Brava-La Playa, perteneciente al municipio de Caibarién, el PIRC también favorece al resto de los territorios costeros de la central geografía, a partir del acceso a capacitación y equipamiento, declaró a la ACN Luis Orlando Pichardo Moya, coordinador del proyecto en la provincia.

Explicó, además, que cuenta con tres áreas de resultados, encaminadas al fortalecimiento de los sistemas de alerta temprana para responder a eventos de peligro, a la adaptación basada en comunidades y ecosistemas, y a la incorporación de enfoques integrales dentro de los planes de desarrollo.

Según Edelkis Rodríguez Moya, jefe del área de resultados dos y director del Centro de Estudios y Servicios Ambientales de Villa Clara, hasta la fecha se han desarrollado acciones concretas en el consejo popular para reducir los efectos de la elevación del nivel medio del mar, los fuertes vientos durante huracanes, y la penetración de la cuña salina, por solo mencionar algunos.

Una de las prioridades, comentó, resulta la recuperación de 15 hectáreas (ha) de mangle (rojo en su mayoría), de las que más de 11 ya se encuentran trabajadas, con el objetivo de reestablecer la franja de manglar como primera barrera en tierra que evita las fuertes penetraciones del mar y, por tanto, los impactos en viviendas y otras instalaciones socio-económicas.

Agregó que, a partir de un convenio de colaboración con las empresas de Recursos Hidráulicos y de Comunales, y el sistema de Agricultura Urbana en Caibarién, se interviene en los canales (que actúan como sistema de drenaje en la ciudad) para limpiarlos y permitir la correcta circulación del agua; una alianza que ha permitido cerrar ciclos, pues la materia orgánica que se extrae de las zanjas se distribuye por los organopónicos y patios resilientes para emplearse como abono natural.

El especialista también destacó el fortalecimiento y rescate de 10 patios y cuatro organopónicos en la zona, mediante la entrega de equipos de trabajo y labranza, y el estudio de la agricultura de adaptación para conocer sobre las especies más resistentes a la salinidad y la intensa sequía.

Entre las acciones exclusivas del PIRC en la región central del país, se encuentra la rehabilitación de la playa, para lo que, hasta el momento, se han realizado estudios de la cuenca de arena que tributará a su mejoramiento.

Asimismo, resalta la fundación del Centro de Creación de Capacidad para la Adaptación al Cambio Climático y un aula anexa para la preparación de los pobladores, el fortalecimiento del Centro de Gestión de Riesgos municipal, y el montaje de un sistema de monitoreo ambiental (salud y evolución del manglar, estado de los pastos marinos y calidad del agua), a fin de facilitar la gestión de gobierno basada en resultados científicos.

Ana Teresa Badía, especialista de comunicación de PIRC, enfatizó que, si no hay una promoción efectiva de los resultados para el ciudadano, fracasan los objetivos del proyecto, que en un primer momento debe centrarse en la labor preventiva.

Maibelys Espinosa, residente en la zona pesquera caibarienense, reconoció el notable impacto del PIRC en su comunidad pues, además del trabajo infraestructural y medioambiental palpable, también se ha evidenciado un aumento en la labor socio-cultural, mediante los proyectos El Patio de Ariel y Espigón, con activa participación de niños y personas de la tercera edad; todo ello, para no perder de vista su enfoque transversal de género

Financiado por la Unión Europea, a través de la Alianza Integral para el Cambio Climático, el Proyecto Internacional de Resiliencia Costera comenzó en Villa Clara a partir de las necesidades acentuadas tras el paso del huracán Irma.

Ls iniciativa, que debe concluir en la provincia a finales del presenta año, aún avizora para la venidera etapa el fortalecimiento de la cosecha de agua y la instalación de una estación meteorológica semiautomática en Cayo Santamaría, que tribute información en tiempo real de las variables climáticas costeras.