Destacadas

Escribir a mano: no se pondrán amarillas las cartas de amor de este siglo, pero…

Vistas: 0

Nunca será igual recibir una carta escrita a mano que redactada en un teclado, sobre todo si es para hablar de sentimientos.

Es una verdad innegable aun cuando las nuevas tecnologías hayan ido desplazando muchas de las costumbres tradicionales.

Lo saben en particular quienes ya peinan canas y hasta se conmovían con aquello de “…y busqué entre tus cartas amarillas un te quiero, mil caricias…”, interpretado por Nino Bravo.
 


Foto: tomada de bbc.com

No se pondrán amarillas las cartas de amor de este siglo, al menos las digitales.

Pero más allá de lo que dice cada trazo -además de lo que cuentan las palabras-, escribir a mano tiene muchas otras ventajas y conviene recordarlas hoy, cuando el mundo celebra el Día de la escritura a mano.

Entre las muchas bondades de enfrentarse a una cuartilla lápiz o bolígrafo en mano, se apunta el que las regiones del cerebro vinculadas con el aprendizaje se activan más así que escribiendo ante un teclado. Sucede de esta forma porque con la escritura manual se facilita una codificación más profunda de la información consolidando así el aprendizaje.

La universidad de Indiana así lo constató empleando la resonancia magnética. Entre las posibles razones de este resultado está la retroalimentación derivada de la actividad motora. 

Los movimientos asociados a la escritura manual generan una memoria en la parte sensoriomotora del cerebro que crea una conexión entre lo que se escribe y se lee.


Foto: tomada de radioreloj.cu

Es por ello que se recomienda a quienes estudian que para fijar un conocimiento determinado apelen, entre otros recursos, a anotar a mano ese contenido. Ello se hace extensible a la respuesta de guías de estudio, elaboración de resúmenes, seminarios y otros encargos académicos.

Como escribir a mano es un proceso más demorado y requiere mayor elaboración, propicia así no solo el aprendizaje, también la comprensión y la memorización.

Lo ratifica un estudio de las universidades de Princeton y de California , donde comprobaron que los alumnos que toman nota de manera manual y no en soportes digitales retienen la información durante más tiempo y captan más fácilmente nuevas ideas.

Del sentimiento a la cuartilla

Atendiendo a que, lápiz mediante, se genera una escritura más personal, igual esta tiene a su favor que ayuda a conectar con los sentimientos y emociones de quien escribe, posibilitándole identificarlos y también gestionarlos.

A lo anterior igual se agrega que este tipo de escritura posibilita una mayor concentración por la relación que se crea entre cerebro, ojos y mano, facilitando la creatividad a la par que mejora la expresión por ser esta más lenta y cuidada, ya que hay media más tiempo entre lo que se piensa decir y lo que se convierte en palabras.

En consecuencia, esa mesura tributa también a los vínculos interpersonales porque cuántas relaciones de amistad, familiares y de amor se han roto a causa de una palabra lanzada al ciberespacio de manera precipitada.


Foto: Getty Images

Tan beneficioso resulta escribir a mano que no pocos expertos recomienda llevar un diario personal manuscrito como valiosa herramienta que ayuda al autoconocimiento, a pisar el freno o el acelerador de las emociones.
Entre los que suscriben esta sugerencia se apunta la reconocida psiquiatra española Marian Rojas Estapé, quien recuerda que esa es también una manera de “ralentizar este ritmo de vida frenético que llevamos”.

Una parte de la historia de la humanidad ha podido ser reconstruida gracias a la escritura a mano, lo mismo en tablillas de arcilla, de madera que en papiros, piedras y mármoles.

 
Foto: tomada de janurtravel.com

Luego que las nuevas tecnologías se abrieran paso en la contemporaneidad serán discos duros y otros soportes aun más duraderos, algunos de ellos aun por inventar, los encargados de testimoniar esta otra parte del acontecer de la humanidad.

Pero, como lo cortés no quita lo valiente, quizás entre petabytes y exabytes de información, también alguna que otra carta ya amarilla igual ayude a reconstruir cómo sentíamos.


Foto: Stockphoto

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *