Guerra no convencional contra Cuba: ¿Cuáles son sus manifestaciones más recientes?
- La teoría del caos constructivo y el concepto de Estado fallido
- Aplicarle más presión a la caldera
- Estados Unidos, las redes sociales y la doble moral “a la carta”
- Fiscalía General: “Uno de los fines del Estado es proteger la soberanía nacional”
La guerra no convencional ha ido evolucionando con el tiempo. En una obra de inteligencia estratégica, escrita en 1948 por Sherman Kent, profesor de la Universidad de Yale, se definiría que a partir de entonces las guerras, influidas por Estados Unidos, serían no convencionales.
Otros teóricos también se han referido a ese concepto, según Elio Perera Pena, investigador del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI).
Al intervenir en la Mesa Redonda, el experto señaló que Estados Unidos conceptualizó este tipo de guerra mediante el diccionario terminológico del Departamento de Defensa, en 1990, conceptualización que siguió desarrollándose hasta la actualidad.
“La guerra no convencional es cuando hay una condición de movimiento de resistencia en un país objetivo y una población completamente desgastada”.
De acuerdo con Perera Pena, ese concepto se comenzó a ubicar para su análisis en documentos rectores estadounidenses, entre ellos la Directiva de Entrenamiento 1801 de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos.
Según ese texto, para que se dé la guerra no convencional deben haber, al menos, dos condiciones imprescindibles:
- Conveniencia: La guerra se llevará adelante si el movimiento de resistencia va a responder a los intereses de los EE.UU.
- Factibilidad: Cuando el movimiento de resistencia sea fuerte de verdad, tenga el poder, y la población esté desgastada, insatisfecha y desviada de su atención.
Con respecto a la guerra híbrida, el investigador del CIPI aclaró que se refiere a cuando se emplean métodos regulares y no regulares.
Los primeros incluyen a las guerras de primera generación (desde la antigüedad, con el uso de uniformes), las de segunda generación (por ejemplo, la aplicada en la Primera Guerra Mundial, donde hay frentes de combates con trincheras) y las de tercera generación, usada en la Segunda Guerra Mundial, donde hay maniobras de flanco, por la retaguardia, armamento ligero y pesado, y un mayor aumento de la capacidad de maniobra de la aviación.
Los segundos incluyen a la guerra de cuarta y quinta generación. En ambas se plantea que se utilizarán el espacio físico, el digital y el ciberespacio.
“Las nuevas tecnologías de la informatización y las comunicaciones cambian el sentido de las generaciones de las guerras, porque de lo que se trata es de batallas donde aparentemente no se disparan tiros, aunque en documentos rectores de Estados Unido se dice que pudiesen haber enfrentamientos armados”, comentó Perera Pena.
No obstante, reiteró, lo fundamental es el mensaje desestabilizador empleando las nuevas tecnologías de la informatización y las comunicaciones.
“Se dice que en la cuarta generación de la guerra aumenta la frecuencia de los mensajes desestabilizadores y en la quinta se incrementa la intensidad, provocando un daño neuronal irreversible.
“De lo que se trata es de trabajar sobre el subconsciente del individuo, logrando que en el proceso cognitivo se cumpla el objetivo que, desde los tanques pensantes y centros de información, tratan cuando lanzan una guerra: influencia, persuasión y convencimiento en el subconsciente del individuo.
“Ponen a este individuo en una cápsula de cristal, de manera que está en un espacio físico pero su mente está en otro lugar”, argumentó.
El investigador acotó que aprovechan situaciones reales en un país determinado, para lanzar ese tipo de ataques.
Sobre la doctrina del denominado golpe blando se refirió Pedro Etcheverry Vázquez, subdirector del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado, quien recordó que fue concebida por neoconservadores estadounidenses y expuesta por primera vez en julio de 1982 por el presidente Ronald Reagan, ante el parlamento europeo, mediante el llamado programa democracia.
En 1983 fue creado en Boston la Fundación Alberto Einstein Institution, con recursos del Fondo Nacional para la Democracia (NED) y dirigida por el ideólogo anticomunista Gene Sharp.
Etcheverry Vázquez dijo que la doctrina del golpe blando estuvo presente en los sucesos ocurridos en el campo socialista europeo, en 1989, y en la Unión Soviética, en 1991.
Según el subdirector del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado, el libro De la dictadura a la democracia (1993), de Gene Sharp, fundamentó cientos de métodos de desestabilización interna, comenzando por una primera fase con el empleo de acciones de protestas mediante actos simbólicos, asambleas, mítines y marchas, apoyado por un amplio despliegue mediático.
Abundó que después los organizadores de las protestas transitan a otras formas de desobediencia civil y de no cooperación un poco más avanzada. Más tarde recurren a la denominada intervención no violenta, que tiene que ver con la obstrucción de calles, ocupación “pacíficamente” de oficinas e instituciones oficiales, llegando a faltarle el respeto a las autoridades del país.
“Muchas de estas manifestaciones callejeras se orientan a un mayor grado de agresividad, mientras otras realizan las protestas de forma pacífica. Sin embargo, en otros lugares pueden ocurrir hechos protagonizados por delincuentes comunes que rebasan los límites, caldean el ambiente, con el cierre de grandes avenidas, el incendio de vehículos y actos violentos contra fuerzas policiales”.
Etcheverry Vázquez señaló que sin el apoyo mediático todo esto “quedaría mudo”, “sin la posibilidad de confundir a las masas”.
Las imágenes fílmicas donde se observa la represión provocan visiones contradictorias en sectores de la población, lo que da lugar a grandes campañas mediáticas contra la violencia y la supuesta violación de los derechos humanos.
“Esos medios de comunicación internacionales transforman las imágenes y les colocan audios que van confundiendo al espectador. Y esa situación, repetida muchas veces, proyecta una imagen de caos con el propósito de poner en dudas hasta la gobernabilidad de un país. El llamado Estado fallido”.
En 1996, Gene Sharp tuvo contactos con grupos anticubanos en Miami, impartió conferencias en la Universidad Internacional de la Florida y concedió entrevistas para Radio Martí.
“Poco tiempo después, organizaciones terroristas como Hermanos al Rescate, Movimiento Democracia y el Directorio Democrático Cubano, que no tenían nada que ver con democrático, van introduciendo ilegalmente en Cuba publicaciones de Sharp como si fueran literatura deportiva o religiosa”.
“De manera que podía haber una persona en un parque leyendo una revista Cuba Socialista mientras el texto indicaba cómo hacer sabotajes, o abrir una libreta de abastecimiento en un lugar público cuando lo que tenía dentro eran indicaciones”, abundó el directivo.
De acuerdo con Etcheverry Vázquez, durante 2001 y 2002 diferentes sectores de la contrarrevolución realizaron actos provocativos y hechos de desorden público, así como convocaron a supuestas huelgas de hambre, a marchas conmemorativas y conferencias ante la prensa extranjera que provocaron el repudio del pueblo, porque “se sabía que detrás había un show para ganar dinero”.
El 28 de enero de 2009, la Usaid elaboró un documento titulado Apoyo a la sociedad civil cubana, otro título “agradable” para el oído. “Este documento constituye una prueba irrefutable de la naturaleza sediciosa e injerencista de los proyectos diseñados contra Cuba”.
En diciembre de ese año, fue alertado en La Habana cuando trabajaba para la Usaid como contratista, el norteamericano Allan Gross, quien introdujo ilegalmente –lo que quedó demostrado en el juicio– medios de infocomunicaciones con los que abasteció y entrenó redes internas independientes para garantizar una futura interacción entre las pequeñas células creadas y el libre acceso satelital a Internet, al mismo estilo de la red de espionaje de los años 60.
“Por eso decimos que no es nada nuevo, sino que va cambiando en la medida de que la ciencia va introduciendo desarrollo en las distintas técnicas”.
Gross fue acusado en 2010 y condenado en 2011 por actos contra la integridad e independencia del Estado cubano.
El directivo también se refirió a la operación ZunZuneo, que funcionó desde 2009 hasta el 2011, enmascarada en una red social de mensajería. “Detrás de todo esto está el accionar de los oficiales de la inteligencia norteamericana”.
“Han estado 60 años haciendo de todo y todo ha fracasado por la acción del pueblo”, subrayó.
La teoría del caos constructivo y el concepto de Estado fallido
El investigador del CIPI agregó que estas estrategias han sido “debidamente organizadas”. Añadió que uno de los asesores de Seguridad de los Estados Unidos compiló todos los materiales referidos al llamado golpe blando, dando lugar a lo que luego se denominaría Teoría del caos constructivo para derrocar a gobiernos bajo la fórmula de la revolución de colores.
“El primero de estos paradigmas es el golpe blando. Este se basa en el bloqueo económico, político, militar y de todo tipo; ubicación de ese país agredido en listas negras; la obstaculización de las relaciones económicas y comerciales, así como el desgaste mediante todas las tácticas posibles a la población”.
Añadió que el segundo paradigma de la Teoría del caos constructivo es realiza una campaña de descrédito sobre todo en temas como derechos humanos, libertad de prensa y la libertad de expresión.
“El tercer paradigma son las manifestaciones callejeras que comenzarían siendo pacíficas pero cuyo objetivo de desestabilización es que se conviertan en violentas. Para estas manifestaciones utilizarían tácticas psicológicas como colocar a mujeres y niños en las primeras posiciones para después, a través de los medios, mostrar que los policías fueron los que agredieron a las personas y no al núcleo provocador de las protestas”, sostuvo.
El experto detalló que el próximo paso es pedir la renuncia del presidente y de pasó la caída del gobierno.
Al referirse a la conceptualización del llamado estado fallido, Perera Pena comentó que un antecedente es lo sucedido en la Asamblea Nacional de Venezuela en el año 2015, donde se intentó derrocar a Nicolás Maduro a partir de la judicialización de la política mediante el decreto de estado fallido.
“Este tipo de elementos los hemos visto posteriormente en Bolivia, en Ecuador, en Brasil, Argentina. Lo que se trata es que a partir del estudio previo del sistema judicial de esos países se genere un supuesto movimiento interno para propiciar un golpe de estado ya que el presidente no es el que conviene”.
Explicó también que el concepto de estado fallido ya ha sido empleado por los Estados Unidos en otras ocasiones a lo largo de la historia para sacrificar a “un socio”, como en Panamá, Argentina, Colombia.
Aplicarle más presión a la caldera
Carros de la policía de Cuba que fueron volcados por los manifestantes en una calle de La Habana. Foto: AFP
Por su parte, Pedro Etcheverry Vázquez ahondó que lo sucedido el 11 de julio de 2021 puso de manifiesto que el diseño del programa subversivo del gobierno de Estados Unidos y sus servicios de inteligencia intenta encubrir la incapacidad del gobierno norteamericano para destruir la Revolución.
“La influencia propagandística contra una sociedad agobiada por la escasez de productos básicos, la inflación, la falta de transporte público y los apagones seguirán siendo utilizados para motivar nuevos intentos de desestabilización contra Cuba”.
Añadió que tanto la CIA como la NED continúan con una fuerte campaña para genera tensiones “para aplicarle más presión a la caldera”.
“Los programas de influencia sobre los grupos desafectos e inconformes y sobre sectores juveniles constituyen un desgaste que agudice la situación interna en Cuba, tratando de escalar a situaciones más impactantes de provocación como las denunciadas por nuestro gobierno”.
Advirtió que luego de un año de los disturbios del 11 de julio, los enemigos no han cejado en estimular actos vandálicos contra el país, “pues estamos en presencia de una operación dirigida por los servicios de inteligencia de los Estados Unidos con presupuestos millonarios de la USAID y la NED y la complicidad de la derecha cubano americana”.
Dijo también que los medios digitales promueven desde hace mucho tiempo el terrorismo mediático, los que instigan la realización de actos vandálicos por parte de grupos marginales con el objetivo de provocar una respuesta policial y montar un show mediático. “Se difundieron noticias falsas con el objetivo de impulsar una matriz de opinión sobre la aparente ingobernabilidad en Cuba”.
Imagen ilustrativa.
Más adelante, al comentar sobre el uso de las redes sociales digitales en la estrategia de subversión, Elío Perera Pena, investigador del CIPI, dijo que los Estados Unidos las maneja con una doble moral. “Estados Unidos es el principal instigador, sin descartar otras potencias europeas que conocemos”.
Se refirió también a cómo se pretende implantar la Agnotología, que es el estudio de actos deliberados para sembrar la confusión y el engaño en el sistema educativo americano. “Los que fueron a Afganistán fueron gallardos soldados en la defensa de la nación”.
Como parte de esta doble moral, dijo el experto, en 24 estados americanos se encuentra regulado lo que se puede decir en las redes sociales, y por algunas de estas publicaciones, los ciudadanos son llevados a juicios.
Dijo también que en Europa también tiene leyes de regulación en las redes.
Fiscalía General: “Uno de los fines del Estado es proteger la soberanía nacional”
Al intervenir en la Mesa Redonda de este martes, la fiscal jefe de la Dirección de Información y Análisis de la Fiscalía General de la República, Ana Hernández Mur, señaló que Cuba, como todos los Estados, tiene el derecho a defenderse en los marcos de los sistemas normativos establecidos.
Cuba es un Estado de derecho y justicia social, destacó y añadió que dentro de ese marco el país y el pueblo tienen el propósito de defender la nación. Subrayó que uno de los fines del Estado es proteger la soberanía nacional.
“La Fiscalía General de la República tiene como misión fundamental ejercer el control de la investigación penal y el ejercicio de la acción penal pública ante los tribunales en representación del Estado, además del control general de la legalidad”, recordó citando la Constitución de la República.
Por otro lado, Hernández Mur señaló que se investigan hechos que son constitutivos de delito, como puede ser incendiar instalaciones. “Como resultados de las investigaciones se toman decisiones y, en los casos que corresponda, poner a las personas a disposición de los tribunales”.
Otros hechos que se investigan están relacionados con obstaculizar las vías públicas, impedir el tránsito vehicular:
“Ha habido actos de agresión contra las autoridades, y no estamos hablando solo de las fuerzas del orden, sino también de funcionarios que estuvieron en esos lugares”.
La fiscal hizo referencia a la utilización de menores de edad en situaciones de este tipo. En ese sentido, destacó que las familias tienen un deber de protección hacia los menores. “¿Vamos a llegar entonces a que haya peligro o alguna situación con nuestros menores de edad?”.
Sobre ello, dijo que el Código Penal tiene respuestas para, concluida la investigación, tomar las decisiones y llevar a los autores a los tribunales en este caso.
“La Fiscalía continuará defendiendo al Estado y a los intereses de todos los ciudadanos de nuestro país”, concluyó.