BALLET EN FESTIVAL: Alicia, eterna en su arte
Una de las propuestas del XXVII Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, que comienza el próximo 20 de octubre, será la muestra de fotografías y documentos del Museo Nacional de la Danza en el aniversario 40 del estreno del ballet La Diva. María Callas in Memoriam. Se trata de una de las más significativas piezas del inmenso repertorio de Alicia Alonso.
La coreografía de Alberto Méndez se estrenó el 29 de octubre de 1982, en el Gran Teatro de La Habana. Y más allá del evidente homenaje a una de las más grandes figuras de la ópera universal, la inefable Callas, era también una metáfora poderosa de la eternidad del arte.
Las dos artistas —María Callas y Alicia Alonso— se han inmortalizado en su obra, viven en su leyenda. Las largas ovaciones que recibió la prima ballerina assoluta después de todas sus interpretaciones de esta creación honraron su singular entrega, su extraordinaria proyección escénica, la esencialidad y la fuerza expresiva de una pauta de movimiento… y una verdad, una lección de vida que se imponía más allá del misterio y la vocación lírica de la puesta.
El doctor Pedro Simón, quien fuera esposo y por décadas el más cercano colaborador de la gran bailarina cubana, ha reunido en Alicia Alonso. La Diva. María Callas in Memoriam, libro recientemente publicado en España, un conjunto de fotografías, carteles, portadas de revistas y obras plásticas sobre el itinerario de esta obra sobre escenarios de Cuba y otros países de cuatro continentes. Se suman textos de reconocidos escritores, artistas, críticos y especialistas; testimonios de la propia Alicia, y detallada información sobre la coreografía y su estructura.
Publicado por la Fundación de la Danza Alicia Alonso, en ocasión de los 30 años de la Cátedra que en España lleva el nombre de la fundadora del Ballet Nacional de Cuba, el libro deviene testimonio significativo de una obra que, según Pedro Simón, llegó a su protagonista en una etapa en que sus prodigiosas dotes expresivas habían alcanzado la mayor medida y plenitud.
Y entre las virtudes de este ballet, señala Simón la de mostrar a la actriz-bailarina en la apoteosis de sus recursos histriónicos, cuando ya la danza en ella sobrepasaba con creces la pura exhibición de técnicas o la representación de formas e ideas, para convertirse en una filosofía del movimiento, en una acción poética.
La propia Alicia dejó un testimonio, que este libro recoge: «Pienso que algunos artistas han logrado un lugar privilegiado, porque supieron entregar algo valioso de sí mismos, dar algo que los demás sienten que los enriquecen». Eso hicieron ella y María Callas. Y añade Alicia, hablando del final de la obra: «La diva ha muerto y se hace leyenda, se multiplica y vive eternamente en su arte. Es como una liberación de todo amarre, una entrega sin límites, el paso a la eternidad».
El 17 de octubre se cumplen tres años del fallecimiento de Alicia Alonso, artista símbolo de la cultura cubana, bailarina, coreógrafa y fundadora del Ballet Nacional de Cuba, compañía que preserva su legado y le rinde homenaje en el próximo festival que lleva su nombre.
Una nota divulgada por la compañía recuerda que sobre Alicia Alonso, expresó el gran escritor cubano Alejo Carpentier: “Patética, trágica, seductora o demoníaca cuando el roll exige, dando siempre lo máximo de ella misma, Alicia Alonso, exteriorizando su poderosa personalidad, es una de las bailarinas más completas de nuestro tiempo, sin hablar ya de su trabajo de dirección coreográfica, esfera en la que ella ha realizado una inmensa labor de creación. Nacida en una isla cuya música ya en el siglo XVII se distinguía por su originalidad, formada en el seno de un pueblo para el que la danza responde a una necesidad profunda del temperamento. Alicia se ha convertido, en cierta medida, en su artista nacional”.