Centrales azucareros deberán estar listos a mediados de noviembre
En la inminente zafra deberán molerse 6 000 574 toneladas de caña, y producir 455 198 toneladas de azúcar
Cuba prevé tener listos, para mediados de noviembre, los 23 centrales que deberán moler en la zafra azucarera 2022-2023, aunque se habilitarán ocho fábricas como reserva, en caso de ser necesario, explicó a Granma Joel de la Fe Domínguez, jefe del Grupo de Servicios Técnicos de la Empresa de Servicios Técnicos Industriales (ZETI), perteneciente al grupo azucarero Azcuba.
Sin embargo, tener a tiempo las industrias en plenas condiciones es más complicado cuando la crisis internacional, la situación epidemiológica y el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba impactan negativamente en la disponibilidad de recursos materiales y financieros.
En estos momentos, detalló, existen problemas con algunos recursos que aún no llegan al país, pero que ya tienen fecha de arribo como, por ejemplo, los necesarios para fabricar zapatillas y juntas de gomas.
Mencionó también la llegada tardía de los insumos básicos para la fabricación de cadenas, que transportan la caña y el bagazo, aunque aseguró que los 700 metros que faltan estarán listos antes de que concluya octubre.
Otros recursos demorados son las masas, coplings y raspadores para los molinos, que aún no han llegado al país y, al respecto, la mayor complejidad la tienen los centrales Quintín Bandera, de Villa Clara, y el Mario Muñoz, de Matanzas.
Igualmente hay dificultades con los tubos de las calderas, que se han sustituido con los de algunos centrales que no funcionarán en esta contienda, aunque el objetivo es devolverlos una vez que arriben al país los esperados.
Se trabaja arduamente, también, en el laminado para la fabricación de ventiladores de calderas, en el enrollado de motores eléctricos, en la reparación de turbinas, plantas eléctricas y centrífugas, agregó.
En la inminente zafra deberán molerse 6 000 574 toneladas de caña, y producir 455 198 toneladas de azúcar, con destino a la canasta familiar normada y a otros consumos de la economía nacional, tales como el turismo, medicamentos, producciones industriales y para la exportación.