¡El salvavidas se llamó Andy Granda!

Una medalla de oro para festejar, pero no para olvidar todo lo que no salió bien el Campeonato Mundial de Yudo

Si Miguel de Cervantes estuviera vivo, fuera cronista deportivo cubano, y hubiera ido adelantando el posible primer párrafo de su comentario, quizás habría recordado como él empezó su novela Don Quijote de la Mancha, la más importante escrita en español.

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…”.

Y este miércoles (12 de octubre de 2022), ya ante una computadora, antes de los desenlaces, quizás habría tecleado primero…

“En un Campeonato Mundial de Judo, de cuya ciudad no quiero acordarme…”.

QUIJOTE CUBANO

Pero la historia cambió este miércoles:

Un cubano se convirtió en un Quijote, en todo un héroe, pero sin un idealismo desenfrenado, con sus pies descalzos muy bien puestos sobre el tatami, tanto que lo llevaron al escalón más alto del podio de premiaciones.

Sí, hasta allá se subió, como muchos lectores ya conocen por la inmediatez de las noticias, convertido en campeón mundial Andy Granda (división de más de 100 kilogramos), en lo que ha sido por mucho el mejor resultado de toda su carrera.

Vamos con otros cinco entretelones tras lo ocurrido en Tashkent, capital de Uzbekistán, en territorio asiático, una república que perteneció a la antigua Unión Soviética:

1.-El contundente éxito le llega a los 30 años de edad, y cuando faltan dos para los tan esperados Juegos Olímpicos de París.

2.-Se convirtió en una especie de salvavidas, en la última jornada de las competencias individuales (este jueves será la de por equipos), en las que hasta ahora nuestros compatriotas habían desempeñado una pálida actuación.

3.-Lo mejor por Cuba era el quinto lugar de Iván Silva (90 kilogramos), es decir, discutió medalla, la tuvo cerca, pero no pudo quedarse con ella…

4.-Granda, el salvavidas, ubicó de vuelta a Cuba en la ansiada lista de los diez primeros países (octavo lugar).

5.-Y lo dejamos como quinto punto con toda intención. Vaya como si fuera un juego artificial todavía más luminoso en la fiesta: Cuba no ganaba una medalla de oro en un Campeonato Mundial de Yudo desde hace ocho años, cuando la grandísima Idalys Ortiz (más de 78 kilogramos) lo hizo en Cheliabisk 2014. Quiere decir que no se pudo en las cinco ediciones previas: Astana 2015, Budapest 2017, Bakú 2018, Tokio 2019, Budapest 2021.

EXPLICANDO

Granda, campeón de los Juegos Panamericanos Lima 2019, se las tuvo que ver en la final contra Tatsuru Saito, un joven de 20 años de edad, quien a pesar de que tiene todavía mucho carretera por recorrer… ¡es un japones! (padres y del judo y sus amos).

Y le recetó en su camino imparable hacia la corona un tremendo Ippón (es decir: algo así como el nocao en el boxeo).

Antes doblegó a Roy Meyer (de Países Bajos), después al campeón mundial de 2018 Guram Tushishvili (Georgia), a Daniel Allerstorfer (Austria), y a Richárd Sipocz (Hungría).

Quiero hacer una confesión, para ser sincero con nuestro campeón y con nuestros lectores de Cubahora: aunque este miércoles (repetimos: último día de las competencias individuales) amaneció muy nublado para el judo cubano yo todavía tenía esperanzas.

Pero tales esperanzas, de que alcanzáramos al menos una medalla, las cifraba no tanto en Granda (aunque hace rato un gran resultado para él se podía avizorar), como sí en Idalys Ortiz (más de 78), teniendo en cuenta sus tres medallas en Juegos Olímpicos, una de cada color, y su colección en Campeonatos Mundiales.

Pero esta vez la gran Idalys Ortiz no pudo, y sería interesante, debido a su historial y grandeza, llegar a conocer sus entretelones aunque se debe recordar que no siempre puede alcanzarse medallas, y que en este Campeonato Mundial se reunieron 571 judocas de 82 países (310 hombres y 261 mujeres).

¿Qué pensó Andy Granda cuando subió a lo más alto del podio y recibió su medalla de campeón mundial? No lo sabemos. ¿Quizás en un nuevo podio en los Juegos Olímpicos de París 2024? Es muy posible…

Vuelvo al inicio (ojalá pudiera ser con la velocidad de un fulminante Ippón)…

Si Cervantes estuviera vivo, y fuera un cronista deportivo cubano, quizás recordara que otro 12 de octubre (pero del año 1492), Cristóbal Colón lideró el llamado Descubrimiento de América. ¡Y que ahora un fabuloso Andy Granda descubrió Tashkent!