¿Implantar medidas para cosechar alimentos? (+ Fotos e Infografía)
El sol castiga duro en el semidesierto guantanamero, pero Pedro Manuel Dorado Matos no le teme; con sombrero, camisas de mangas largas y botas como escudo, trata junto a uno de sus trabajadores de dejar listos los surcos de tierra donde tras instalar el sistema de riego sembrará más de 800 posturas de limón persa para poder insertarse por primera vez en la exportación.
Ese fue el compromiso contraído personalmente con el primer secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante la visita gubernamental a Guantánamo en noviembre del año pasado, y es también una posibilidad que no quiere dejar perder tras implementarse en 2021 las 63 medidas para potenciar la producción de alimentos, aprobadas por el Buró Político del PCC y el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros.
«Chichito», como conocen a Dorado Matos, cree que la exportación es una forma de ayudar a sacar adelante la economía del país y por ello pone mayor empeño en este nuevo proyecto con el limón persa, que unirá a sus acostumbradas producciones de frutabomba, plátano vianda y burro, piña, guayaba y frijoles en las 33 hectáreas de su finca La María Elena, en Los Hoyos de Santa María, en el kilómetro seis de la carretera a Caimanera, al sur de la ciudad de Guantánamo.
Cinco y medio kilómetros adelante por la misma carretera, José Antonio Márquez Calabria, en su finca Los Moros, dividida en dos segmentos de 28 y 44 hectáreas, respectivamente, también da pasos para sumarse a la exportación con la carne de conejo, que ya llevó a una ronda de negociaciones, y espera poder incluir con el mismo fin al ají pimiento.
Las intenciones de ambos campesinos forma parte del espíritu que impera en la cooperativa de créditos y servicios fortalecida (CCS) Enrique Campos Caballero, a la que ambos pertenecen, destacada base productiva con 321 asociados, donde desde el año pasado creció la motivación tras impulsarse el paquete de 63 de medidas, donde ellos son protagonistas.
Para echar a andar
Caridad Piedra Perdomo: «En Guantánamo se fueron aplicando gradualmente todas las medidas, lo que todas no han avanzado lo que queremos».
En el primer cuatrimestre de 2021 fueron aprobadas las 63 disposiciones para potenciar la producción de alimentos, que irrumpían en el panorama nacional para revitalizar la agricultura, que debido a problemas estructurales, organizativos, productivos y socio-económicos no lograba los niveles necesarios para satisfacer la demanda de los diferentes destinos.
Tras el visto bueno y darse a conocer, inició la ejecución, que incluye además de a la Agricultura, a otros organismos de la Administración Central del Estado. En el caso de Guantánamo, en 2021 se hicieron 342 acciones relacionadas con el tema.
«La implementación comenzó en medio de la pandemia de la COVID-19. Fue una etapa en que se crearon los grupo temporales y todo era por video conferencia. El equipo de trabajo lo primero que hizo fue proyectar cómo se iba a cumplir con cada medida y luego se iniciaron en los municipios las reuniones con los directores de empresas y presidentes de cooperativas», explica Caridad Piedra Perdomo, subdelegada general de la Agricultura en la provincia.
«Las ideas y quejas que daban los campesinos en sus asambleas fue lo que impulsó las 63 medidas, que se van implementando y perfeccionan en la práctica. Se nota que se analizan y corrigen las cosas, y eso es muy bueno; por ejemplo, la leche desde enero del año pasado se ha modificado dos veces el precio, la energía tres y el agua dos«, dice el ingeniero agrónomo Heriberto Martín Campos, presidente de la CCS Enrique Campos, con base administrativa en el poblado de La Jabilla.
Dentro de su finca José Antonio Márquez Calabria experimenta con 2,5 hectáreas de cultivos de papa, que hace años no sembraba.
Martín Campos, también al frente de la finca en usufructo de ganadería La Aurora, en la zona de Carreteritas, a dos kilómetros y medio de la ciudad de Guantánamo, asegura que han sido también varias las trabas que se han eliminado para tener acceso al seguro y a la Banca de Fomento y Desarrollo Agrícola, y en su caso particular la posibilidad de sacrificar y comercializar la carne de ganado vacuno de forma legal -el año pasado pudo matar dos y este año espera poder cumplir con los parámetros para otras dos- y de recibir de Lácteos un pago en MLC por el sobrecumplimiento en la entrega de la leche.
Sobre la Banca, Leinier Fernández Rodríguez, presidente de la CCS Lino de las Mercedes Álvarez, que tiene 142 tenentes de tierra y cuya sede administrativa se localiza al noreste de la ciudad de Guantánamo, asegura que: «muchos productores no se deciden a pedir el crédito con todas las bondades que tiene, lo que demuestra que hay que seguir trabajando con ellos», y con esto último se refiere a darle más información de forma directa al campesino, en su lenguaje, con ejemplos concretos del nuevo escenario, de los beneficios.
Por su parte, «Chichito» resalta lo estimulante que resulta la posibilidad de vender sus producciones en una institución y hasta en la puerta de la casa, siempre que haga previamente su declaración. «No es lo mismo que se te estanque una producción a que puedas venderla y darle salida», declara el experimentado campesino de La María Elena, aunque prefiere comercializar mediante la cooperativa para así ayudar a bajar los precios.
Piedras en el camino
Heriberto Martín Campos resalta la posibilidad de los productores vender de forma directa, siempre que cumplan con sus compromisos con el encargo social.
De acuerdo con la subdelegada general de la Agricultura en la provincia, en 2021 se trabajó fuerte todo lo que tiene que ver con el reordenamiento cooperativo, para tener cooperativas y juntas directivas fuertes. A inicios del año pasado el territorio más oriental de Cuba tenía 362 cooperativas y tras diagnosticarse que 291 atravesaban por una situación económica desfavorable, se disolvieron 13 y se fusionaron 31 y hoy son 315.
«Tenemos 20 254 productores y solo unos 7 mil ya tienen la tarjeta en MLC; el año pasado el proceso marchó lento porque era mayor el papeleo y también afectaban las medidas por la COVID-19. Ahora es más fácil el mecanismo, pues los delegados municipales hacen un fichero con los datos de sus productores y estos últimos solo deben acudir al banco cuando salga la tarjeta.
En declaraciones al programa televisivo En Directo, del telecentro Solvisión, Armando Creagh Dupuig, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños en Guantánamo, aseguró que siguen existiendo insatisfacciones respecto a algunos impagos, con las posibilidades de acceder a los insumos, y con el pago de aquellos productos que generan MLC como el café y la leche, sobretodo en el café porque el mecanismo no ha sido eficiente para que todos tenga con prontitud la divisa que han ido generando.
«Ha sido insuficiente la comunicación con los productores. Existe desconocimiento de algunas medidas», dijo el presidente de la ANAP en la provincia.
De acuerdo con el campesino José Antonio Márquez Calabria, «un tema muy polémico es el de los precios de los insumos. La cooperativa me vende una bota a más de mil pesos, un sombrero a 100, una toalla a más de mil, y una goma trasera de tractor en la tienda de Gelma (Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura) vale 400 MLC», cuenta Márquez Calabria, quien respecto al costo de producción suma a sus cálculos el combustible para trasladar a los trabajadores desde la ciudad, la alimentación de ellos y el pago, que de 20 pesos diarios antes, subió a 100 o más, porque en su experiencia por menos es difícil encontrar personas que quieran trabajar en el campo.
Sobre los insumos, Heriberto Martín Campos cree que se debe buscar un mejor mercado, ya sea en MLC o en moneda nacional: «De 350 MLC que me pagó Lácteos el año pasado, no tengo en qué gastarlo. Si voy a la tienda de Suministros Agropecuarios lo que hay es cajas, una mochila, una varilla de soldar, pero otra cosa no. Sé que la situación financiera es tensa, pero se deben buscar alternativas».
«Chichito» también sufre el no poder comprar baterías y gomas por el déficit existente y al respecto asevera debe ayudarse más a los grandes productores.
Por otro lado «El Moro», como muchos conocen a Márquez Calabria, sobre las fichas de costo agrega que el productor guantanamero se encuentra en desventaja respecto a sus similares de occidente y centro para acceder a fuentes de ingreso como los polos turísticos y la zona especial de desarrollo de El Mariel, por estar más alejados geográficamente y que los suelos y clima del este cubano son diferentes. En eso, opina, la provincia debe buscar alternativas para beneficiar a sus campesinos.
En el programa En Directo, Albernis Veranes Fabier, delegado de la Agricultura en la provincia, señaló como otras medidas en las deben poner énfasis: al fortalecimiento de los sistemas agroalimentarios locales con la creación de empresas en los municipios de Guantánamo y Manuel Tames, que todavía no las tienen; la conformación de los colectivos laborales, que logran darle utilidad a personas que antes no estaban directamente en la producción; y en la entrega de tierras ociosas.
En el informe de la delegación provincial de la Agricultura sobre lo realizado en 2021, se reconoce que en el cumplimiento del Decreto ley 358 de 2018, sobre la entrega de tierras estatales ociosas en usufructo, han existido dilaciones en el acatamiento de los términos establecidos para el proceso, falta de atención por las bases productivas a los usufructuarios vinculados o resistencia a vincularlos y la carencia de seguimiento y control al cumplimiento del contrato de usufructo.
«Estamos hablando de que los registros de control de la tierra tienen que cambiar el método e insertar grupos que caminen sacando todas las tierras que no se están utilizando o estén deficientemente explotadas -sin importar el organismo al que pertenecen- y ponerla en el fondo para entregarlas a las personas que lo soliciten», declaró Veranes Fabier, al referirse a una de las temáticas en la que la provincia se encuentra entre las más atrasadas del país, según señaló Ydael Pérez Brito, ministro de la Agricultura, en encuentro con diputados antes del Octavo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su novena legislatura, en diciembre pasado.
La provincia solo tiene bajo riego 8 867 hectáreas, el 6 por ciento del área agrícola, y hoy se trabaja para sumar zonas bajo riego para producir alimento para la ganadería y en la recuperación de áreas afectadas por el mal drenaje.
«Otras disposiciones con atraso en su implementación en la provincia son las relacionadas con la conformación de las clínicas veterinarias y farmacias para animales en los 10 municipios, pues hoy solo las tiene la cabecera provincial; y la atención a las comunidades agropecuarias «se consideran así a las ubicadas en zonas agrícolas-. Actualmente realizamos un levantamiento para saber la cantidad exacta y las necesidades de cada una y así poder trabajar en ellas junto con el resto de las entidades», admitió Caridad Piedra Perdomo.
Aliviar «el plato y los bolsillos»
Lograr variedad en la oferta a la población de viandas, frutas y hortalizas y que acabe de enrumbarse la producción de proteína de origen animal, siguen siendo retos en Guantánamo.
Toda medida relacionada con la alimentación no es efectiva hasta que no se ve reflejada en «el plato» de la población, algo que en tiempos donde la inflación monetaria aprieta, tiene ecos directos también en los «bolsillos» de la gente, en este caso particular, de los guantanameros.
La provincia de Guantánamo dentro del plan de soberanía alimentaria cerró el año 2021 logrando 31,1 libras per cápita de viandas, frutas y hortalizas por habitante, el 17,5 de ellas representadas por las viandas.
En un recorrido de Cubadebate entre el 16 y 18 de febrero por 15 áreas de comercialización agrícola (cuatro mercados agropecuarios estatales y 11 puntos de venta) en los consejos populares Rubén López Sabariego, San Justo, Pastorita, Centro Oeste y Centro, en el municipio de Guantánamo, comprobamos la presencia en todos de tomate (entre 12 y 15 pesos la libra) y plátano burro (entre 3.60 y 4 pesos); en cinco de arroz (entre 35 y 41 pesos); en cuatro de yuca (entre 4 y 7.50 pesos); en tres de calabaza (entre 5 y 8 pesos), ñame (entre 16 y 17 pesos), col (entre 7 y 14 pesos) y plátano vianda (7 pesos); y de forma aislada frutabomba (7 pesos), pepino (12 pesos), frijol colorado (40 pesos), naranja agría (5 pesos), malanga colocasia (10 pesos) y lechuga (a 10 pesos el paquete); pero no siempre es así.
«Sigue siendo un reto lograr más hortalizas y frutas «deben sumarse los granos-, y que exista variedad. Se ha avanzado en la siembra de cultivos rústicos, ya cumplimos con el plátano, el boniato, la malanga y el ñame, y nos falta la yuca, que debe quedar completada con la campaña de primavera. Esos cultivos son los que permitirían mantener estable durante todo el año ese autoabastecimiento», reconoce Piedra Perdomo, a lo que debe sumarse la estabilidad en las ofertas, algo que no se logra siempre.
En el mismo recorrido, en ninguno de los puntos visitados se pudo encontrar en venta proteínas de origen animal, y es que el cumplimiento de las 5 libras per cápita de proteína animal por habitantes, que demanda el plan de soberanía alimentaria, sigue siendo una meta a la que no se llega.
Según el informe del balance de la labor el año pasado en la delegación de la Agricultura en el territorio, en 2021 se incumplió la producción total de huevos en un 18 por ciento (de un plan de 71 630,3 millones) y de carne porcina a un 58 por ciento (2 131,5 toneladas menos de lo planificado), en ambos casos con una fuerte incidencia por la falta de alimentos para apoyar la producción.
En ese sentido se trata de crear cotos porcinos e incrementar la cría de cerdos de capa oscura, que son menos exigentes en la alimentación y con los que se puede aprovechar el palmiche criollo; de seguir potenciando la terminación de los módulos pecuarios «se cuentan con 478 para crianza avícola, porcina, ovino-caprina y cunícola-; de aumentar la crianza de bufalos; de mejorar la masa vacuna de la provincia, deteriorada por la sequía y la mala tenencia y que debe, además, seguirse mejorando genéticamente; completar la entrega de tierras a los tenentes de vacas; y fomentar la producción de alimento animal, sobretodo plantas proteicas en áreas bajo riego, algo que debería incidir en la producción de leche -el año pasado se cumplió solo con el 79 por ciento del plan.
Con el tema precios, también queda labor por hacer. En el caso agrícola, la mayoría de los precios se definen en los comités de contratación de los municipios, donde siempre se tiene en cuenta las fichas de costo de los campesinos, para no generarles pérdidas; pero eso que se aprueba, no siempre se cumple, más cuando comienzan a agregarse intermediarios y el control de lo establecido se queda por debajo de lo necesario.
La venta directa del productor a la población tras cumplir sus contratos es una forma de ayudar a bajar los precios, pero no a todos los campesinos les gusta meterse en la comercialización, y algunos, más cuando se trata de productos en falta, prefieren venderlo al mejor postor, y ahí comienza una cuesta complicada.
En el recorrido de Cubadebate por áreas de comercialización, comprobamos que el precio de los productos en placitas y mercados agropecuarios visitados, podía ser duplicado cuando encontrábamos en el camino puntos de venta de la agricultura urbana o vendedores ambulantes, una violación en muchos casos de los precios establecidos en el municipio y que deben llevar mayor rigor en los cuerpos creados para inspeccionar tales casos.
«Los precios pueden bajar. Aumentar la producción es la forma de bajarlos. El tomate inició a 50 pesos la libra, y ahora que abunda anda alrededor de los 15. Lo otro es eliminar intermediarios, que siempre tratarán de tener ganancias. La venta directa del productor es otra solución. Algunos campesinos dicen que están para producir y no para vender, pero ahí también entra la cooperativa. Hoy puede arrendar un espacio en un punto de venta o un mercado, y vender sus producciones o tener alguien que le venda», explica Piedra Perdomo.
Mucho por hacer
Ante la falta de productos químicos, se debe seguir apostando por los biológicos, y unir fuerzas con la innovación y la ciencia para incrementar los resultados tanto con los cultivos como con la ganadería.
El miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa en reunión con directivos de la provincia en septiembre de 2021, aseguró que Guantánamo tiene metas alcanzables, pero le falta más del ingenio de los científicos, ingenieros y productores en el cumplimiento de los compromisos de la agricultura y la ganadería como actividad fundamental de la mayoría de los municipios.
En las conclusiones de la última visita gubernamental a la provincia, el primer secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez afirmó: «Esta es una provincia en la que se ha invertido poco en la agricultura en los últimos años, incluso, si la comparamos con otras ha quedado desfavorecida.
«Esta es una provincia que desarrolla una estrategia para la producción y comercialización de productos agropecuarios en condiciones muy difíciles, porque aquí la sequía es más severa que en otras zonas del país. Entonces aquí hacen falta inversiones en riego, hace falta tecnología».
Las palabras del presidente no solo llevan mayor acompañamiento del país en este sentido, sino también más ingenio de autoridades, empresarios y productores de la provincia para crear proyectos de desarrollo local y que atraigan inversiones, hacer encadenamientos productivos e impulsar entre los campesinos y el sistema empresarial la utilización de la Banca de Fomento y Desarrollo Agrícola.
En la agricultura en Guantánamo se trabaja duro, pero queda mucho por hacer. En las 63 medidas para potenciar la producción de alimentos se puede encontrar la guía, pero su implementación lleva tanto esfuerzo de los campesinos como preparación y control de los directivos y de todas las entidades implicadas en lograr que la agricultura guantanamera y cubana se parezca a la que necesita la población y la economía del país.