Comienza en Cuba año judicial 2022 con ceremonia en el Tribunal Supremo Popular
«Por su relevancia y trascendencia para la seguridad jurídica, la legalidad, el orden y la tranquilidad ciudadana, la impartición de justicia es de las actividades que no se detienen y mantienen su vitalidad, aun en circunstancias tan complejas como las que ha impuesto la pandemia», dijo este lunes el presidente del Tribunal Supremo Popular (TSP), Rubén Remigio Ferro, en la ceremonia de apertura del año judicial 2022.
En el acto, realizado en la sede del máximo órgano judicial cubano, Remigio Ferro expuso los principales resultados e insatisfacciones de 2021, así como las prioridades de la actividad judicial para el año que recién comienza.
El primer ministro de la República, Manuel Marrero Cruz; el jefe del Departamento Ideológico del Partido, Rogelio Polanco; la fiscal general, Yamila Peña Ojeda; el ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, y el presidente del TSP, presidieron la ceremonia, en la que participaron magistrados, jueces y directivos judiciales.
Remigio Ferro ejemplificó que durante 2021 los integrantes de los órganos judiciales juzgaron a quienes incumplieron los protocolos y medidas sanitarias establecidas para el enfrentamiento a la COVID-19, así como a quienes «cometieron hechos vandálicos, agresiones violentas contra autoridades y funcionarios, y otros graves actos delictivos».
Informó que, sumando todas las instancias y tipos de procesos, el año pasado los tribunales de justicia debieron tramitar y resolver un total de 138 380 casos. Sin embargo, debido a las limitaciones asociadas a la pandemia, se pudo procesar y concluir 123 662.
«Aun así, por diversas razones, permanecen 1 752 asuntos con retraso en su tramitación y solución, y existen demoras en el cumplimiento y ejecución de 831 sentencias firmes», señaló.
Asimismo, destacó que un deber esencial para los miembros del sistema judicial cubano es impartir justicia en nombre del pueblo de Cuba, como lo establece el artículo 147 de la Constitución: «Ese mandato supone que actuemos con profundidad, sensibilidad, profesionalidad y transparencia».
No obstante «dijo» aún se constatan errores y deficiencias en el desempeño de algunos jueces y secretarios judiciales.
«Estas debilidades restan efectividad, transparencia y credibilidad a la actividad judicial, y generan quejas e insatisfacciones justificadas en la población, por lo que su solución debe constituir siempre una prioridad para nosotros.
«De igual modo, continúa y deberá continuar prevaleciendo en esta institución la actitud combativa, intolerante e intransigente contra la mediocridad, la falta de ética y cualquier síntoma de parcialidad o corrupción por parte de los integrantes de estos órganos. No puede ser de otra manera, tomando en consideración la relevancia y trascendencia de nuestra tarea como servidores públicos», destacó.
Por otro lado, el presidente del Tribunal Supremo Popular comentó que la Constitución de la República y las nuevas leyes orgánicas y procesales aprobadas recientemente en la Asamblea Nacional refuerzan el régimen de derechos y garantías de las personas.
El primer ministro de la República, Manuel Marrero Cruz, en la ceremonia de apertura del año judicial 2022. Foto: Andy Jorge Blanco/ Cubadebate.
Ceremonia de apertura del año judicial 2022. Foto: Andy Jorge Blanco/ Cubadebate.
Sumando todas las instancias y tipos de procesos, el año pasado los tribunales de justicia debieron tramitar y resolver un total de 138 380 casos. Foto: Andy Jorge Blanco/ Cubadebate.