Científicos descubren por primera vez un planeta ovalado
Científicos internacionales descubren por primera vez un planeta ovalado que fue deformdo por la fuerza gravitacional de su estralla anfitriona, es decir, por su Sol.
Al respecto, los astrónomos habían teorizado sobre este cambio en la masa de un cuerpo en el espacio; no obstante, no había registro del efecto «balón de rugby».
El artículo publicado este 11 de enero en la revista Astronomy & Astrophysics, señala que el exoplaneta WASP-103b fue alterado por las portentes fuerzas de manera que hay entre este y su estrella anfitriona.
Asimismo, detectaron que su Sol sería mucho más caliente y grande que nuestro sol.«Este exoplaneta tarda menos de un día en dar la vuelta a su estrella y su forma es más parecida a la de un balón de rugby que a la de una esfera», señaló el investigador del Centro de Astrobiología (CAB), Jorge Lillo-Box.
¿Por qué el exoplaneta descubierto tiene forma ovalada?
Este fenomeno no sería extraño para los científicos, ello por los efectos que generan el Sol y la Luna sobre cada planeta. Un claro ejemplo son las mareas que se producen en el océano de la Tierra por la influencia de la Luna, las cuales se generan por la propia órbita.
Asimismo, el Sol también genera algunos efectos en el planeta, pero no son significativos al estar demasiado lejos de la Tierra. No obstante, la estrella del exoplaneta, WASAP-103, tiene una temperatura similar y es 1,7 más grande que nuestro Sol; por ende, sí genera un efecto en el ejemplar descubierto.
¿Cómo es internamente el planeta descubierto?
El exoplaneta WASP-103b tiene el doble de tamaño que Júpiter y es 1,5 veces más grande en masa. Además, se encuentra mucho más cerca de su estrella anfitriona, lo que podría causar grandes mareas.
A través del telescopio espacial Cheops de la Agencia Espacial Europea (ESA), y en combinación con datos obtenidos por el Hubble de la NASA/ESA y el Spitzer de la NASA, los astrónomos han detectado que las fuerzas de marea son las causantes de la deformación del exoplaneta.
Este efecto se pudo comprobar gracias a las imágens de alta resolución emitidas por el instrumento AstraLux, en el Observatorio de Calar Alto (Almería).
Por otro lado, el telescopio Cheops logró medir los cambios de luz que se producen en el exoplaneta cuando pasan delante de su estrella.
En esta ocasión, logró detectar la diminuta señal que indica que el exoplaneta está sufriendo una deformación causada por las fuerzas de marea.
Además, sus datos permitieron derivar un parámetro denominado número de Love, el cual mide cómo se distribuye la masa dentro de un planeta. De este modo se puede determinar si su suelo es rocoso, gaseoso o líquido.
«Entender esta estructura interna es esencial para comprender los procesos de formación y evolución de sistemas planetarios», comenta Lillo-Box.
¿De qué está conformado el exoplanera descubierto?
Al ser denominado número Love, el exoplaneta WASP-103b es similar a Jupiter. Es decir, la estructura interna podría ser similar a pesar de contar con el doble del radio. Esto quiere decir que, podría estar «inflado» por el calor que emana su estrella y por otros mecanismos que aún no son estudiados.
Es importante mencionar que, el estudio señaa que el periodo orbital del exoplaneta ovalado podría estar en aumento y se estaría alejando de su estrella. Ello indica que las fuerzas de marea no son las únicas que influyen en el planeta; no obstante, será necesario realizar más investigaciones al respecto.
(Con información de Astronomy & Astrophysics)