El envejecimiento no se enfrenta, se atiende
El Dr.Cs. Antonio Aja Díaz, del Centro de Estudios Demográficos de La Universidad de La Habana, aseguraba hace poco, en reunión del presidente Díaz-Canel con miembros de la Academia de Ciencias de Cuba, que el envejecimiento no se revierte, no se enfrenta; el envejecimiento se atiende.
El encuentro, tercero de ese tipo que sostiene el mandatario cubano, tuvo en dicha ocasión como eje el tema del acelerado envejecimiento de la población cubana.
Una vez más, Aja Díaz subrayó, también en ese contexto, la necesidad de tal enfoque, como ya lo había hecho en su artículo Política de Población. Experiencias desde Cuba, publicado en la revista Novedades en Población , del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), de la Universidad de La Habana.
En dicho texto, el director del CEDEM comentó en cuanto al envejecimiento «la necesidad de llevar de forma armónica el asistencialismo, con el logro de un envejecimiento activo, productivo, no necesariamente dependiente y que lo reconozca como un proceso irreversible, que no necesita ser enfrentado, pero si atendido, y sobre todo aprovechar la potencialidad, en un país como Cuba, de esa población adulta mayor con significativos niveles educacionales, profesionales, técnico y experiencia acumulada de vida, que deben y tienen que ser aprovechados por la estrategia de desarrollo económico y social del país y sus territorios».
La población cubana envejece y decrece. El bajo nivel de reemplazo de la población data de los años 20-30 del pasado siglo. Foto: tomada de misiones.minrex.gob.cu
Cada una de las sugerencias contenidas en este párrafo habría que analizarlas detenidamente, reflexionar sobre todas las potencialidades que contienen y actuar en consecuencia.
En consecuencia con ello se mantuvo la reunión ya mencionada del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel con miembros de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) donde el eje de los análisis fue cómo propiciar que los cubaos de la tercera edad vivan con la mayor dignidad y bienestar y qué hacer desde la institucionalidad y la sociedad para garantizarlo.
Sucede que el país atraviesa una situación demográfica complicada, al punto de que a partir del 2020 la población empezó a decrecer naturalmente (más fallecimientos que nacimientos) a la vez que el envejecimiento poblacional se acelera. Y el asunto no es ni remotamente un problema de más o menos canas o arrugas, sino que atañe a toda la vida presente y perspectiva de la nación, en todos los órdenes.
Los estimados para el cierre del año que terminó, aún no confirmados al menos públicamente, eran que, a partir de los datos del primer semestre del 2021, se mantenga la tendencia negativa en el caso de los nacimientos, por debajo de los 100 000, las defunciones superiores a las 120 000 y un decrecimiento poblacional de 20 578 habitantes.
Desde la Covid-19 hasta el saldo migratorio externo, pasando por otras realidades, condicionan tal situación. Y aunque envejecer no es opcional, las distintas fibras del entramado social y cada individuo en particular sí pueden optar, en la medida de las reales posibilidades, por alternativas que tributen a una vejez de calidad.
Aunque en los últimos 20 años no se ha permanecido de brazos cruzados en ese sentido y el país dispone de políticas y legislaciones -incluyendo el Nuevo Código de las Familias- en función de los adultos mayores, queda todavía mucho por hacer.
Tanto es así que, según anunció el mandatario cubano, será convocada una reunión conjunta del Buró Político del Comité Central del PCC y el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros para tratar el tema.
Foto: Yaimí Ravelo
No obstante los pendientes, vale apuntar algunas fortalezas, también recientemente enunciadas, en función de los cubanos de la tercera edad:
– La cartera de productos de diagnósticos y terapias no farmacológicas que dispone el grupo BioCubaFarma para atender las enfermedades neurodegenerativas, concomitantes al envejecimiento. Instituciones científicas han obtenido moléculas terapéuticas con ese fin.
-Las potencialidades en la llamada Industria 4.0, como las tecnologías 3D para fabricar dispositivos a gran escala -como prótesis auditivas-, la inteligencia artificial, y la informática avanzada y la automatización.
– El convencimiento de la necesidad de adecuar el entorno físico para volverlo más amigable a esto grupo poblacional, y no solo se trata de eliminar las barreras arquitectónicas, sino también de facilitar su movilidad en otras áreas, de ahí que el sistema de transporte se ubica también en la diana.
Y la mayor fortaleza que puede acompañar al envejecimiento de cubanas y cubanos es conocer, como apuntaba Díaz-Canel, que haber alcanzado esas edades es un resultado de lo que ha hecho la Revolución en todos los ámbitos, empezando por la salud, pese a ser un país pobre y bloqueado.