Las personas amables gozan de salud mental y de otras ventajas (+ video)
Una persona amable se caracteriza por ser habitualmente sonriente y decirles a quienes lo necesiten palabras de estímulo que los impulsen a cumplir sus objetivos o aliviarles una íntima pena. Las personas amables también escuchan a los demás, los hace sentir importantes y le elevan el ánimo más que ellos dedicarse a que los escuchen. Además, ese diálogo sincero les permite entender al interlocutor y proporcionarle consejos útiles que les permitan salir adelante.
La amabilidad es una de las conductas más importantes en la evolución social, pues quien es amable actúa pensando en el bienestar de todas las personas. Por eso, es una de las enseñanzas que se deben inculcar en las casas desde la los primeros años de vida.
LA SENCILLEZ DE LA AMABILIDAD
Es muy sencillo ser amable, pues solo se trata de demostrarles respeto a los demás y tratarlos con afecto y consideración. Sin embargo, se debe reconocer que lamentablemente la competitividad y la prisa de los tiempos actuales han causado que muchas personas ignoren esta virtud en su trato social de todos los días.
Pero a pesar de los sujetos poco amables, las personas que en realidad lo son, lo demuestran con todo el mundo. Esto por el hecho de que lo hacen porque les nace y cada uno de esos gestos de afabilidad alivia su corazón y favorecen su salud mental.
Pero lo mejor de todo es que al igual que todos los valores positivos y de marcada influencia social, es gratis y se puede practicar todos los día y segundo a segundo.
A TODOS NOS CONVIENEN LOS AMABLES
Por esa razón, las amistades amables son las que siempre vale la pena tener en la vida, pues actúan con transparencia, nunca juzgan ni están esperando la ocasión para aprovecharse de los demás. Debido a su buen actuar, las personas amables construyen relaciones sociales buenas y sanas. Esto debido a que se dedican a transmitir seguridad, estabilidad, calma, felicidad y hacen sentir un apoyo incondicional a los que les rodean.
VENTAJAS DE LA AMABILIDAD
Las personas amables consiguen que las otras personas le brinden un trato magnífico, pues están dispuestos a ser recíprocos y devolver lo mismo que les han hecho sentir. Y de paso establecen provechosas relaciones sociales.
Además, las personas amables son muy valoradas en los medios laborales. Esto es debido a que saben comunicar sus ideas y promocionan sus mercancías y proyectos con respeto, reconocen los aciertos de los demás y fomentan el trabajo en grupo para que la organización consiga sus objetivos.
Por otra parte, también tienen una excelente relación en el propio hogar. Están pendientes de todo lo que ocurre con sus familiares, generan un diálogo positivo que fortalece el vínculo y les recalcan con frecuencia a los demás, sobre todo a los niños, cada una de sus capacidades y rasgos positivos.
LA AMABILIDAD LE HACE BIEN A UNO MISMO
Es importante señalar que las personas amables no solo le hacen bien a los demás, sino que se ayudan a sí mismas. Esto es así puesto que evitan que las emociones negativas se apoderen de su vida y perjudiquen su salud mental.
De la misma forma, esta conducta les permite aprender a gestionar sus sentimientos con responsabilidad. Aunque estén molestos por cualquier otra circunstancia, les ofrecen un trato inmejorable a los demás y nunca los hacen sentir culpables de lo que les ocurra.
Es de esta manera cómo las personas amables se convierten en individuos muy queridos a nivel afectivo. Esto es debido a que su agradable forma de ser protege la integridad de todos los que estén en su entorno.