El ¿extraño? caso de la VPN para Cuba con 19 servidores en EE. UU.
Como si hicieran falta más pruebas sobre la participación de Estados Unidos en lo que se pretende contra la Revolución Cubana en torno al 15 de noviembre, el miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, denunció en su cuenta en Twitter que la plataforma virtual VPN realiza una campaña comunicacional gratuita para usuarios en la isla caribeña.
Solo Cuba se beneficia de este tratamiento excepcional, mientras el resto del mundo debe pagar por usar ese sitio.
«A nadie sorprenderá que dicho servicio se sostiene con 19 servidores ubicados en EE. UU.»», escribió el Canciller, quien luego añadió: «Cuando un producto como este es gratis, solo para los residentes en Cuba, significa que quieren vender nuestra soberanía. Se trata de un lucrativo negocio para la industria subversiva anticubana que apuesta desesperadamente por un plan desestabilizador condenado al fracaso»».
En medio de campaña político-comunicacional se anuncia una VPN q curiosamente es gratuita para usuarios en #Cuba, mientras resto del ð debe pagar por ella.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) November 14, 2021
A nadie sorprenderá q dicho servicio se sostiene con 19 servidores ubicados en EEUU.
1/2 #CubaVive pic.twitter.com/g89PNIFCQo
La plataforma online Secure VPN (siglas de Virtual Private Network) es una aplicación ultrarrápida que proporciona mensajes de promoción para usuarios de América, Europa y Asia.
Como parte de la serie de denuncias sobre la ciberguerra contra Cuba desatada con mayor fuerza este año, a partir de los sucesos del 11 de julio, el Canciller cubano confirmó este domingo, también, la constatación de que desde EE. UU. se originan la mayor parte de los contenidos tóxicos que acompañan la etiqueta con la que se promueve la desestabilización en Cuba, mientras en otros países su diseminación es escasa.
Eso, añadió, deja claro que «no hay margen de duda sobre la saña e injerencismo del imperialismo»».
Cuba vive una guerra no convencional y multidimensional que pretende derrocar a la Revolución, con el recrudecimiento del criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto hace seis décadas, y teniendo como aliado, de manera oportunista, el azote de la pandemia por la COVID-19.