Día Internacional de Aire Limpio por un cielo azul
Un curioso y amante de la naturaleza e incluso quien disfrute de la intensidad de los colores no aguanta la tentación al salir de espacios cerrados para contemplar la serenidad de un plano despejado, donde el azul no deja otra sensación que la tranquilidad. Descubrir ese azul limpio y homogéneo es como visualizar par de pulmones, colmados de aire puro y vida.
Acá en Cuba la ubicación geográfica y el clima cálido regalan esa posibilidad de que días tras días, sobre todo en verano, la paleta de colores varíe entre tonalidades azules y pinceladas blancas con nubes que rellenan esa armonía superior. Un contraste de colores realza lo vivo de la naturaleza, lo increíble de las formas y variedades, todo bajo ese cielo azul y puro.
Cielo azul, sinónimo de estado saludable, en cambio, los grises se la pasan incómodos, tristes, están enojados por la contaminación que alejó lo azulado y lo dejó escondido detrás de cortinas de humos contaminantes en la capa atmosférica. A su paso la lluvia devuelve lo que el hombre provocó y con las gotas ácidas y la baja calidad del aire es que algunos logran entender el problema.
Todos los años el 7 de septiembre se celebra el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul y en esta ocasión el tema será Aire saludable, planeta saludable, con el objetivo de hacer mayor énfasis en el cambio climático y los procesos del hombre que causan tales niveles de contaminación atmosférica, más ahora, relacionados con la pandemia de la Covid-19.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este tipo de contaminación «es el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muertes y enfermedades en todo el mundo, responsable de alrededor de 6,5 millones de muertes prematuras en todo el mundo (en 2016) atribuidas a la contaminación atmosférica en interiores y al aire libre».
Alerta la ONU que «en los países en desarrollo afecta de manera desproporcionada a las mujeres, los niños y los ancianos, y en particular a las poblaciones de bajos ingresos que a menudo están expuestas a altos niveles de contaminación del aire en interiores y en espacios abiertos resultante de los métodos de cocina y calefacción que utilizan leña y queroseno».
Si bien la contaminación atmosférica es algo que nos afecta a todos, reducirla o eliminarlo por completo sería casi imposible dado que estarían consecuentemente dañadas economías, funciones laborales, sin embargo, seguir exponiendo nuestro planeta a tanta contaminación es como a largo plazo perjudicar la salud animal y la supervivencia humana.
«La mala calidad del aire plantea un problema en el contexto del desarrollo sostenible para todos los países, en particular en las ciudades y las zonas urbanas de los países en desarrollo, donde los niveles de contaminación atmosférica son superiores a los límites establecidos en las directrices sobre calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud», apuntó el organismo.
Además, señala la ONU, «la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible reconoce «en su hoja de ruta para lograr el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente y la prosperidad para todos»que reducir la contaminación atmosférica es importante para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible».