Suspenden vuelos al espacio de Virgin Galactic mientras se investiga desvío de ruta
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) confirmó este jueves a AFP que investiga los detalles del famoso viaje de la nave de Virgin Galactic al espacio en julio pasado, y anunció que no podrá realizar nuevos vuelos hasta tanto no se haya determinado por qué se desvió de su trayectoria planificada.
Según RT en Español, la Virgin Galactic se desvió del curso inicial por un minuto y 41 segundos durante su primer vuelo tripulado al espacio junto con el multimillonario británico Richard Branson a bordo, confirmó un portavoz de la compañía a The New Yorker.
Un portavoz de la FAA precisó que la nave espacial se desvió de la ruta autorizada por el Control de Tráfico Aéreo. Tras el incidente, Virgin Galactic se puso a trabajar con la Administración Federal de Aviación para actualizar los procedimientos para avisar a la agencia a tiempo, indicó su vocero.
«Virgin Galactic no podrá volver a volar el SpaceShipTwo hasta que la FAA apruebe el reporte final de investigación sobre el percance o determine que el problema no afecta la seguridad pública», informó la agencia federal.
La nave voló fuera del espacio aéreo designado poco después de despegar desde Nuevo México (EE.UU.), cuando estaba a unos 30 kilómetros de altura sobre el Campo de Misiles de Arenas Blancas. Enseguida se encendió la luz roja para alertar a los pilotos de los problemas con su trayectoria de vuelo y de que el morro de la nave no estaba lo suficientemente vertical.
La tripulación corrió un riesgo real de tener que emprender un peligroso aterrizaje de emergencia en el desierto durante el descenso, pero afortunadamente los pilotos consiguieron hacer llegar la nave al espacio y aterrizar sin problemas.
La alerta roja indica la máxima gravedad de la situación, cuando es posible incluso que ya sea demasiado tarde para actuar. En los casos como este los pilotos suelen tener solo dos opciones: corregir la situación de inmediato o abortar el motor del cohete. Según fuentes de Virgin Galactic consultadas por The New Yorker, lo más seguro durante aquel vuelo habría sido abortar, aunque el portavoz de la empresa refutó esa afirmación.
El medio señala que los intentos de los pilotos de solucionar el problema con la trayectoria no fueron suficientes, y asimismo aceleraron a Mach 3 con la luz roja brillando en la cabina.