Ciencia y tecnología

Videojuegos: De la diversión a herramientas educativas, médicas y laborales

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Al hablar de videojuegos o de realidad virtual lo primero que se viene a la mente tiene que ver con el ocio, el entretenimiento y la diversión, pero en los últimos tiempos estas tecnologías se han convertido en una gran herramienta para potenciar el aprendizaje, la formación laboral y para usos médicos.

Virtudes que ensalzan a un sector que, aunque ya se encuentra perfectamente integrado en la sociedad, muchas veces sigue teniendo que hacer frente a varios tópicos y estigmas como los que acusan a los videojuegos de generar aislamiento social, de incitar a la violencia o, incluso, de ser perjudiciales para la salud.

En este sentido, «Zero Latency», empresa pionera y líder en experiencias de realidad virtual multijugador, aprovechando el Día del Jugador (este domingo, 29 de agosto) ha querido acabar con estos falsos mitos con el desarrollo de diferentes «skills» (habilidades) que ensalzan los beneficios que aporta el juego activo desde la infancia hasta la vida adulta.

Alberto Marcos, Business Development Manager en Europa de Zero Latency, considera que la realidad virtual y los videojuegos «son un recurso más en el juego y en la vida diaria de niños, adolescentes y adultos. Ambas experiencias pueden desarrollar habilidades individuales y sociales y permiten adquirir nuevos conocimientos y habilidades motrices, así como el pensamiento crítico, la fantasía, la imaginación y la creatividad».

EDUCACIÓN Y ÉXITO EN EL COLEGIO

Una de las principales críticas al sistema educativo actual, es que ha priorizado las habilidades cognitivas frente a las habilidades socioafectivas, físicas o artísticas. Es aquí donde los videojuegos y nuevas tecnologías pueden jugar un papel determinante.

Al entrar en contacto con este tipo de experiencias los niños son capaces de sumergirse en un mundo diferente que les ayuda a potenciar su imaginación y creatividad, a moverse en entornos y ambientes innovadores y a descubrir nuevas posibilidades de aprendizaje.

Contar con un elemento audiovisual e interactivo permite lograr un mayor grado de atención y asimilar fácilmente los conceptos; además, gracias a los videojuegos se pueden descubrir y recorrer mundos imposibles, resolver o enfrentarse a situaciones complejas, expandiendo así la mente, la imaginación y la creatividad.

También ayuda a los más pequeños a relacionarse más fácilmente gracias a la interacción y a la posibilidad de jugar a videojuegos cooperativos; y otros juegos como puzzles, de investigación, misterio, construcción o gestión de ciudades ofrecen también la oportunidad de encontrar soluciones a un problema y a trabajar en diferentes escenarios para resolverlos.

FORMACIÓN LABORAL Y ÉXITO EN EL TRABAJO

Las compañías hoy día buscan un perfil de trabajador que combine capacidades digitales con habilidades sociales. Por eso en los procesos de selección actuales se valoran positivamente las «soft skills», o habilidades blandas fundamentales para el desempeño laboral.

En este sentido aquellos profesionales que siguen jugando a videojuegos en su edad adulta continúan desarrollando algunas de las habilidades más demandadas como, por ejemplo, el trabajo en equipo, el liderazgo, la comunicación o la respuesta y adaptación a situaciones de estrés.

La posibilidad de construir un entorno que invite a los jugadores a experimentar sensaciones reales en un mundo virtual permite cohesionar y mejorar la relación entre los miembros de un equipo de trabajo.

Algunos juegos fomentan también la adopción de roles que ayudan a los profesionales a incrementar su capacidad de liderazgo, gracias al desarrollo de habilidades que les permiten ejercer una influencia positiva en los demás.

Los juegos cooperativos favorecen el desarrollo de habilidades de comunicación, que, en su aplicación en el entorno laboral, ayudan a establecer canales de diálogo entre el equipo para resolver dudas o debatir posibles estrategias a seguir.

Y también ayudan al desarrollo de habilidades como la estrategia y la toma de decisiones en situaciones críticas.

Jugar a videojuegos puede ayudar a mejorar la capacidad de autocontrol y saber cómo afrontar ciertas situaciones comprometidas, como sobrecarga de trabajo, problemas con el proyecto, despidos, etc. Muchos jugadores aprenden a definir estrategias útiles a través de sus emociones para hacer frente al estrés y de este modo lograr recompensas para poder pasar de nivel en la historia.

HERRAMIENTAS CONTRA CIERTAS ENFERMEDADES

También está demostrado que un correcto uso de estas tecnologías puede ayudar a mejorar la salud y a aliviar las consecuencias de ciertas enfermedades.

Un estudio científico llevado a cabo en el hospital infantil La Paz de Madrid y promovido por la Fundación Juegaterapia ha confirmado que jugar con videojuegos durante el tratamiento de quimioterapia hace que los niños sientan menos dolor y se favorezca su proceso de curación.

Concretamente, el uso de videoconsolas en las habitaciones de oncología pediátrica disminuye en un 14 por ciento el dolor por lo que se ha llegado a valorar incluir los videojuegos como analgésicos no farmacológicos «en las mucositis post-quimioterapia, una de las consecuencias más dolorosas del tratamiento».

La Universidad de Montreal publicó también recientemente un estudio donde se confirma que los videojuegos son una gran herramienta para solventar o paliar trastornos psicológicos y motrices.

El trabajo mental que realizamos mientras jugamos a videojuegos incrementan el hipocampo y la materia gris, llevando a una mejora en la toma de decisiones, el equilibrio y la memoria.

 Así, la compañía Nintendo desarrolló «Brain Training», un juego para entrenar la mente que podría ayudar a ralentizar los efectos de enfermedades como el Alzheimer.

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