Cuba inauguró su medallero en Juegos Paralímpicos Tokio 2020
En una jornada fructífera la delegación cubana inauguró su medallero de estos decimosextos Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, en un escenario complejo donde los nuestros tuvieron que emplearse al máximo y destrozar sus propias marcas personales para lograrlo.
El saltador de longitud Leinier Savón y el discóbolo Lorenzo Díaz, consiguieron puestos en el podio para catapultar a Cuba hasta el puesto 55, cuando todavía faltan por debutar algunos atletas con reales posibilidades, entre ellos la pentacampeona en estas lides y reina de la velocidad en su categoría Omara Durand.
El guantanamero Savón se estiró más lejos que nunca en su vida en la competencia de Salto Largo de los Juegos Paralímpicos en la categoría T12 (débiles visuales profundos), para apoderarse de la medalla de plata contra todo pronóstico y darle a Cuba su primera presea en estos Juegos Paralímpicos.
Es la primera vez en su carrera que rompe la barrera de los siete metros (7.16) y lo hizo en sus dos últimos intentos derrochando coraje y concentración sobre el cajón de salto.
Esta marca personal, récord también para el continente americano, no podía estamparse en un mejor momento, después una decepcionante carrera de 100 metros planos hace unos días atrás, que lo privó de incluirse en la final para sorpresa de todos.
Octavo lugar en esta disciplina hace cinco años en la cita de Rio de Janeiro y ocupante del mismo puesto en el campeonato mundial de Doha 2015, el antillano ganador de dos metales dorados en la pista en la cita carioca, mejoró en gran medida su palmarés y ahuyentó los demonios que lo atacaban con su salto a la gloria paralímpica.
Foto: @Tokyo2020es
Ángel Jiménez, el otro cubano en competencia, apenas pudo saltar 6.25 metros y quedó relegado a la novena posición.
El campeón de Atenas 2004 y medallista de plata en Londres 2012 en la categoría T13, llegó a Tokio con la segunda mejor marca histórica entre todos los contendientes (7.14 m) y la cuarta más alta de la temporada (6.46m), pero no pudo estirarse hasta sus distancias habituales y se quedó sin el diploma paralímpico.
El iraní Amir Khosravani se llevó la medalla de oro con un salto de 7.21m que representó también su mejor marca personal y Said Najafsade de Azerbaiján, el único que había saltado más de siete metros en la temporada, alcanzó el bronce con 7.03 m.
El discóbolo Leonardo Díaz en la categoría F56 (sin movilidad en las extremidades inferiores y el tronco) consiguió la medalla de bronce con un disparo de 43.36m (su mejor marca de la temporada) para aportarle a la delegación su segundo metal.
A sus 46 años de edad este guerrero manzanillero logra otra vez una hazaña y ya tiene tres preseas en estas citas (Oro en Beijing 2008 y bronce en Rio de Janeiro 2016).
El favorito brasileño Claudiney Batista Dos Santos, campeón de Rio de Janeiro y titular mundial en Doha 2019 alcanzó el oro con un lanzamiento de 45.59 m (récord paralímpico) y el indio Yogesh Kathuniya, medallista de bronce en Doha, se ganó la plata con un tiro de 44.38 en su última oportunidad, que sirvió para desplazar al cubano del segundo lugar.
El aplauso también hay que dárselo al camagüeyano Guillermo Varona, quien hizo trizas su mejor marca personal en el lanzamiento de la jabalina categoría F46 (atletas con diferencias motoras y ambulantes) para adueñarse del cuarto escaño en su primera aparición en Juegos Paralímpicos.
El campeón Paraparamericano en Lima 2019 mandó el implemento hasta los 63.30 metros de distancia (tres más lejos de su mejor marca) para imponer también récord pata América, en una competición muy fuerte donde los tres primeros lugares rompieron el antiguo récord mundial de la categoría.
El metal dorado fue al pecho de Dinesh Priyan Herath de Siri Lanka con récord mundial (67.79 m), la plata se la llevó el indio Devendra (64.35m), y el bronce lo ganó el también indio Sundar Singh Gurjar con un lanzamiento de 64.01 m en su último intento que privó al cubano de una medalla de bronce.
Omara Durand presentó credenciales y estará en la final de la vuelta al óvalo
La reina de las pistas Omara Durand hizo su debut en los decimosextos Juegos Paralímpicos de Tokio por todo lo alto logrando su clasificación sin dificultad para la final de la vuelta al óvalo en la categoría T12 (débiles visuales profundos).
De la mano de su guía Yuniol Kindelán, la santiaguera de 29 años y pentacampeona de estas reuniones deportivas, impuso su autoridad y llegó primera a la meta en su heat clasificatorio con un crono de 55.33 segundos para conseguir su boleto a la discusión de las preseas, prueba que se realizará este mismo lunes en horas de la noche de nuestro país.
Las otras tres clasificadas fueron la venezolana Alejandra Paola Pérez (56.95 s) con marca personal y la veterana ucraniana Oksana Boturchuk (56.49s), líderes de los otros dos heats, además de la también venezolana Greyliz Villarroel (58.71s) con el mejor tiempo entre todos los segundos lugares.
Omara es la gran esperanza de la delegación cubana para obtener un puesto decoroso en esta cita estival. Con un palmarés extenso que incluye cinco preseas doradas en Juegos Paralímpicos (dos de ellos en los 400 metros planos) y un total de 11 títulos en campeonatos mundiales (cuatro en esa misma distancia), no ha perdido una carrera en la última década y es la recordista mundial en las tres disciplinas en las que verá acción (100, 200, y 400 metros planos).