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Con el «bichito» de salvar vidas (+Audio)

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Esta es la historia de Waldy, un joven doctor que combate a la Covid-19. Desde centros de aislamientos y zonas rojas en los hospitales provinciales, este remediano sabe de los riesgos que lleva consigo ser médico; una profesión que aprendió de sus padres

Quizás aquellos días lejanos cuando empezaban los estudios de Medicina, Waldo Toledo Gómez, Waldy, pensaba que al fin iba a poder seguir los pasos de lo que tanto había visto hacer en casa.
«Mi mamá también es doctora, mi papá también lo fue. Lo perdí apenas empecé a estudiar la carrera de Medicina en el primer año de la carrera y siempre me inculcaron el bichito de salvar vidas, de prestar mi ayuda. «¡Claro que son un ejemplo!; han cumplido misiones internacionalistas y desde chiquitico vi lo que ejercían, la profesión como era y los riesgos que lleva consigo ser médico. Me gusta lo que hago y la labor que desempeño».

Ahora, como tantos jóvenes médicos en Cuba, combate la Covid-19. Centros de aislamientos, zonas rojas en hospitales de Santa Clara, vuelve una y otra vez, como si la calma de casa no fuera consuelo para este doctor remediano residente de segundo año de la especialidad de Médico General Integral.

«Mi mamá se preocupa mucho por mí sobre todo la primera vez que le dije que iba para allá. Ella me dijo que si estaba seguro» y sigo ahí, sigo ahí» cuantas veces haga falta, entro de nuevo».

Confieso que ha resultado difícil terminar esta entrevista: conexión difícil, teléfono roto, trabajo arduo, estudios para el pase de año y uno que está en casa con WhatsApp por medio le apena molestar el poco tiempo libre de Waldy.

El doctor Waldo Toledo Gómez prefiere que le llamen sencillamente, Waldy.

«Por momentos días cansados. Hay días difícil cuando aparecen hasta 3 eventos y te das cuenta que hay personas muy afectadas y otras personas con otras enfermedades convalecientes, pero por supuesto, como todos, quisiéramos que esto acabara lo antes posible».

Tal parece que su palabra de orden es ayudar, una máxima que practica a diario cuando la Covid-19 se le presenta difícil.

«Cada día allá dentro, cada paciente visto es una experiencia única. Nos centramos siempre en los protocolos para ponerle el tratamiento adecuado a cada paciente para su mejoría y el mejor apoyo posible para que no se sienta asustado. Estamos en plena disposición de brindar nuestra ayuda para que cada uno salga lo antes posible de ese estado.

Me gusta mi profesión, lo que ejerzo. Estoy ahí ayudando a personas que lo necesitan. Ya presté servicio por segunda vez, a pesar del peligro que se corre nos protegemos mucho para evitar contagio o daños mayores».

Waldy y su esposa, una historia de amor en zona roja que contaremos próximamente en nuestras páginas.

Y sí, pregunta reiterativa a quienes nos cuentan sus historias porque sentir miedo no es malo, porque el miedo puede hasta hacernos crecer.

«El temor a enfermarte o a las complicaciones de la enfermedad existe sobre todo al principio. Luego te das cuenta que tienes que cuidarte que es obligatorio para tu propio bienestar y salud y las personas que te rodean. Yo te puedo decir que estuve como paciente positivo en la sala 5. Pasé la Covid como asintomático, no me quedó ninguna secuela y fui muy bien atendido por mis compañeros de trabajo y conviví desde adentro con los pacientes positivos, algo que me motivó más».

«Cuantas veces haga falta, entro de nuevo a zona roja o centros de aislamientos», dice el doctor Waldy.

Con sus 26 años, Waldo Toledo Gómez, combate la Covid-19. Sigue los pasos de Marguita, la madre que también es doctora y desde el Centro de Higiene de Remedios lucha contra la pandemia.

Esta es la historia de Waldy, un joven doctor que sigue adelante con la guía de su padre; una guía que ilumina estos y otros días que están por venir.

Imágenes: cortesía del entrevistado.

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