La COVID-19 también deja secuelas en los pacientes asintomáticos
Varios resultan los casos en Cuba y en el mundo de personas asintomáticas que, tras sobrevivir al contagio y no padecer una infección grave del SARS-COV-2, presentaron secuelas que los han llevado incluso a la hospitalización, como la fatiga crónica, la falta de concentración, afecciones pulmonares y cardíacas, según demuestran estudios.
Uno de los problemas de salud más graves que podrían darse en los casos recuperados y que no manifestaron síntomas es la fibrosis pulmonar, que puede generar problemas en el desarrollo normal de los pulmones, explicó, en el programa Mesa Redonda, la doctora Consuelo Macías Abraham, directora del Instituto de Hematología e Inmunología (IHI).
La especialista señaló que el 47 % de los asintomáticos han mostrado lesiones pulmonares muy resistentes en su eliminación a largo plazo, a pesar de que varios de ellos no necesitaron ventilación.
Emilio Buchaca, especialista en Medicina Interna y subdirector del hospital Hermanos Ameijeiras, y Narciso Argelio Jiménez Pérez, especialista de Medicina interna, intensiva y emergencia, e infectólogo del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), reconocieron que, entre las manifestaciones POS-COVID-19 más frecuentes se encuentran las alteraciones sicológicas, como la ansiedad, la depresión y los trastornos de adaptación; además de la astenia, el síndrome de fatiga crónica y los dolores musculares.
Un estudio realizado buscó analizar los síntomas iniciales de la enfermedad, y hacer un seguimiento después de 60 días a un grupo de 1 407 personas que tuvieron la COVID-19 y que no necesitaron hospitalización, lo cual corroboró que, al inicio, aproximadamente el 68 % de todos los enfermos presentaron diversos síntomas de la COVID-19, y que el 32 % fue asintomático.
Los síntomas más frecuentes en los primeros diez días fueron falta de aire, tos, fiebre, dolor de pecho, diarrea, ansiedad y fatiga, aunque también presentaron palpitaciones, rinitis crónica, alteraciones del gusto, escalofríos e insomnio, entre otras alteraciones.
En el seguimiento de los 1 407 casos encontraron que, después de 60 días de la infección, el 27 % todavía tenía síntomas persistentes de la enfermedad, pero el hallazgo más sorprendente fue que el 32 % de esas 380 personas que tenían aún indicios fueron asintomáticos en los primeros diez días de la afección, lo que demuestra que ese grupo también puede sufrir problemas de salud en el futuro.