Tras dos noches de protestas en Minneapolis, renuncia jefe de policía y oficial que mató a afronorteamericano
La oficial Kim Potter y el jefe de la policía local de la ciudad de Minneapolis, Tim Gannon, renunciaron a sus puestos, en medio de las fuertes protestas y disturbios que se viven en esa ciudad, tras la muerte a tiros del afronorteamericano Daunte Wright, de 20 años, ocurrida el pasado domingo.
Potter fue la oficial que disparó contra Wright durante un control de tráfico vehicular, en una ciudad donde actualmente se celebra un juicio contra otro agente de la policía, por la muerte el pasado año de George Floyd.
El alcalde de Brooklyn Center, Mike Elliott, dijo que estaba «agradecido» de que Potter, de 26 años, presentara su renuncia, en una conferencia en la que también se anunció que Tony Gruenig reemplazará de manera interna a Gannon.
Gannon afirmó que creía que Potter tomó por error su arma cuando ella iba por su Taser. Se la puede escuchar en el video de su cámara corporal gritando «»¡Taser! Taser!».
Sin embargo, los manifestantes y los miembros de la familia de Wright dijeron que no hay excusa para el tiroteo y sostuvieron que el sistema de justicia se inclina en contra de los negros, señalando que Wright fue detenido por el registro de automóvil vencido y terminó muerto.
Al caer la noche, cientos de manifestantes se congregaron con pancartas y gritando consignas bajo la lluvia frente a la estación de policía de Brooklyn Center, pese a un toque de queda nocturno anunciado horas antes por las autoridades.
Los manifestantes desafiaron a la policía a través de la valla erigida alrededor de la comisaría y levantaban pancartas donde se podía leer «Encarcelen a todos los policías asesinos racistas», «¿Soy yo el próximo» y «Sin justicia no hay paz». La policía disparó granadas lacrimógenas varias veces hacia los manifestantes y les ordenó dispersarse.
En total, 40 personas fueron detenidas y varios miembros de las fuerzas de seguridad sufrieron heridas leves, según la policía.
El presidente Joe Biden calificó la muerte de «trágica», y advirtió contra cualquier posible manifestación violenta. «No hay absolutamente ninguna justificación» para los desmanes.
El modesto suburbio al norte de Minneapolis ha visto su demografía cambiar en los últimos años. En 2000, más del 70% de la ciudad era habitada por personas blancas. En la actualidad, la mayoría de los residentes son negros, asiáticos o latinos y el tema de la discriminación racial sigue pesando fuerte en la sociedad como posible causa del abuso policial.