Cuba en la ruta por alcanzar el desarrollo económico sostenible
Por Teyuné Díaz Díaz
La economía de Cuba se encuentra hoy en un profundo proceso de transformación, matizada en 2021 por la Tarea Ordenamiento como elemento esencial para reorganizar el país en la búsqueda de un desarrollo próspero y sostenible.
A ello se suman el fortalecimiento de la empresa estatal socialista, el perfeccionamiento del trabajo por cuenta propia y de otras formas de gestión no estatal que en su conjunto colocan la economía de la isla este año en un punto de inflexión, según el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil.
Algunas de las prioridades del MEP en 2021, señaló, serán conducir y evaluar la implementación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social (Pndes) hasta el 2030 y continuar el proceso de transformaciones del Plan Anual con un enfoque más financiero y menos asignativo.
Se trata de un todo, donde tendrán preeminencia el perfeccionamiento del sistema de control y conducción de la economía, el aporte a la diversificación de las exportaciones, los ingresos y el equilibrio financiero del país y lograr una gestión eficiente del proceso inversionista, remarcó Gil.
También son esenciales otros elementos como el perfeccionamiento de la planificación territorial, el impulso al desarrollo local y la contribución a la autonomía municipal, unidos a la eficiencia del servicio de informatización y el desarrollo organizacional para un desempeño exitoso del trabajo de acuerdo con las transformaciones de la economía.
Según el MEP aún persisten trabas, las cuales están agrupadas en tres grandes temas: la insuficiencia de la asignación de los recursos sobre todo de liquidez, rigidez en el sistema de planificación y dificultades en los procesos inversionistas.
Para solucionar esos y otros problemas Cuba cuenta con varios instrumentos, uno de ellos es el Pndes en cuyos ejes estratégicos se integran los macroprogramas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El Pndes está centrado en la labor del gobierno, la transformación productiva e inserción internacional, la infraestructura, los potenciales humano, científico, tecnológico y la innovación, y además, los recursos naturales y medioambiente, y el desarrollo en equidad y justicia social.
De ahí la importancia del cumplimiento de la estrategia económico social del país, en ella el MEP tiene previsto la descentralización de la divisa cuyo mecanismo está aprobado en la Resolución No 115, así como el trabajo mancomunado con el Banco Central de Cuba para el otorgamiento a entidades de financiamiento con liquidez.
Unido a la flexibilización y perfeccionamiento de la gestión inversionista, el impacto de Política Económica dirigida a fortalecer el sistema empresarial con incentivos e institucionalidad, así como contribuir al desarrollo de las fuerzas productivas mediante la generación de empleos y el respaldo a la innovación.
El Primer Ministro, Manuel Marrero, resumió que el MEP tiene un papel protagónico en los principales desafíos del acontecer económico nacional como son la Tarea Ordenamiento, producción de alimentos, exportaciones, importaciones, descentralización y los encadenamientos productivos.