La historia de Cuba es de victorias (+ Video y Fotos)
«La pandemia será vencida y las dificultades que afrontamos también. Esa es la historia de Cuba. Esa es la historia de los patriotas como Martí, esa es la historia de nuestros estudiantes revolucionarios»», aseveró, en la noche de este miércoles, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, durante un sentido intercambio en la Fragua Martiana con una veintena de jóvenes que bajaron desde la Escalinata de la Universidad de La Habana, en la tradicional Marcha de las Antorchas
«Esta manifestación no es de las más grandes, pero sí una de las más emocionantes»», expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, quien, junto al Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recibió en la intersección habanera de Hospital y Príncipe, a los muchachos que reeditaron aquella primera marcha del 27 de enero de 1953, liderada entonces por el joven Fidel Castro Ruz. Esta vez, bajo el signo de la pandemia de la covid-19, el homenaje fue más reducido y la habitual ruta encendida por miles de antorchas fue recorrida ahora por 20 jóvenes.
En el homenaje «allí donde antes estuvieron las canteras de San Lázaro y Martí cumplió su condena con los trabajos más duros» estuvieron presentes José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, y José Ramón Balaguer Cabrera, los que, junto a Raúl, hace 68 años, también transitaron esas calles, en plena dictadura batistiana, para no dejar morir al Apóstol en el año de su centenario.
Lo importante es que se haya realizado la ceremonia, no importa la cantidad de personas, dijo Raúl a los jóvenes antes de chocar los puños con cada uno de ellos, como lo exigen los nuevos códigos de vida impuestos por la pandemia que sufre el mundo y también Cuba.
En medio de la difícil situación que atraviesa la Patria, el homenaje a su Héroe Nacional, a pocas horas de su natalicio, era una cita obligada. Y allí en la Fragua donde sufrió Martí, quedó la ofrenda floral de la generación histórica de la Revolución y de sus pinos nuevos.
LA LUZ DEL APÃSTOL NO SE APAGA JAMÃS
Este 27 de enero fue distinto. Los peldaños de la escalinata de la Universidad de La Habana no sintieron los pasos de miles de jóvenes enardecidos que avanzan hacia la Fragua Martiana. Pero el homenaje a José Martí, el más universal de todos los nacidos en esta tierra, en la víspera del aniversario 168 de su natalicio, no quedó en el olvido.
Como hace 68 años, cuando una generación de rebeldes comandada por Fidel no dejó morir al Apóstol en el año de su centenario y, bajo el asedio de una cruel dictadura, realizó por primera vez la Marcha de las Antorchas, la juventud de hoy tampoco permitió que la celebración pasara por alto, a pesar de las complejas circunstancias que enfrenta la nación ante la covid-19 y la crisis provocada por el bloqueo impuesto por el Gobierno de Estados Unidos.
Mientras, la mayoría de los cubanos se dio cita en las redes sociales para conmemorar un año más del nacimiento del autor de La Edad de Oro, una veintena de jóvenes de la vanguardia revolucionaria, entre ellos líderes de la Unión de Jóvenes Comunistas y de la Federación Estudiantil Universitaria (feu), en representación del pueblo, se reunió en la Escalinata para la simbólica gesta, que en esta ocasión fue sencilla, pero emotiva.
«Hoy serán menos las antorchas encendidas, pero no significa que toda Cuba no prenda la llama de la dignidad desde los centros de la Salud, la producción, la docencia, el arte o la defensa, y en cada escenario, donde se libra la batalla en el enfrentamiento a la pandemia»», afirmó el presidente de la feu, José Ángel Fernández Castañeda.
A la colocación de una ofrenda floral en el busto del mártir universitario Julio Antonio Mella, le siguió la caminata de los jóvenes por toda la calle de San Lázaro. No faltaron en el recorrido los aplausos desde los balcones y las consignas de vidas a la Revolución, al Partido, a Fidel, a la continuidad histórica que encabezan las actuales generaciones, a los héroes de la Patria y, por supuesto, a la memoria eterna del hombre que cayó físicamente en Dos Ríos, al tiempo que resucitó en espíritu para siempre.