Material inédito sobre Nicolás Guillén es donado a Cuba por artista argentino
Un disco de vinilo con grabaciones del poeta Nicolás Guillén y cartas manuscritas de su correspondencia para realizar recitales en Argentina fueron donados hoy a Cuba por el destacado cantante lírico Roberto Britos.
«Guillén era muy amable», dijo con voz muy baja y emocionado Britos, de 92 años, al entregar a la primera secretaria de asuntos académicos y de derechos humanos de la embajada cubana, Magda Arias, el patrimonio que atesoró del autor de Sóngoro Cosongo durante su estancia en Buenos Aires.
Con celoso rigor el hijo del cantante, el investigador Marcos Britos, se dedicó en los últimos años junto a su padre a organizar el patrimonio que conservó de manera cuidadosa del Poeta Nacional de Cuba cuando apenas el músico tenía 30 años. Contó que con su padre fueron trabajando juntos y parte de su patrimonio lo legó al Instituto Nacional de Musicología, donde laboró durante diez años, entre otras donaciones. Guillén es Cuba y mi padre asegura que quiénes más que los cubanos para atesorar esto, expresó Britos. El cantante, quien actuó en escenarios como el Teatro Colón, conoció a Guillén en 1958 en Buenos Aires y en aquel entonces él era representante de músicos y artistas.
Un disco de larga duración, identificado como Nicolás Guillén manuscrito, sin datos de la empresa que lo grabó ni registro de fecha ni lugar, con grabaciones del poeta recitados y cantados por él mismo y acompañamiento de percusión en algunos casos, es una de las pertenencias que Britos donó a la isla.
También entregó 11 cartas manuscritas y copias mecanografiadas en 23 páginas con fecha entre el 14 de agosto de 1958 y el 10 de enero de 1959, de la correspondencia con quien fuera su socio, Luis Puján, que hacen referencia a las conversaciones sostenidas con Guillén para representarlo en recitales en Argentina. El trabajo como representante de artistas llevó a Britos a entrevistarse varias veces con el creador de Motivos de Son con el objetivo de realizar recitales aquí. Fue entonces cuando en una de esas oportunidades le entregó el disco como herramienta de difusión para sus presentaciones. En esos últimos meses de 1958 se había previsto una gira para abril del año siguiente pero no se concretó pues, tras el triunfo de la Revolución, Guillén regresó a su patria.
Ese mismo año, cuenta Britos, mi vida personal dio un vuelco como cantante lírico, abandonando la actividad de representaciones artísticas. El disco de Guillén y la correspondencia quedaron archivados desde entonces.
Esto permitirá conocer algunos momentos del poeta en Buenos Aires poco antes de su regreso definitivo a Cuba y agrega un disco que acaso sea el primero grabado por Guillén, remarca en el acta que entregó junto con los valiosos objetos a la tierra natal del creador de El son entero. (Tomado de Prensa Latina)