Sí se puede, Cuba es la prueba
El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, reafirmó la voluntad firme y resuelta de Cuba de continuar trabajando a favor del multilateralismo, la solidaridad, la dignidad humana y la justicia social, y por el establecimiento de un orden internacional justo, democrático y equitativo, como condición para la supervivencia de la especie, al intervenir ayer en el XXXI periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en respuesta a la pandemia de la COVID-19.
En el encuentro de alto nivel, el cual se desarrolla hasta hoy de manera virtual, el mandatario cubano se refirió a cómo las consecuencias de esta enfermedad han exacerbado los graves problemas que ya enfrentaba, antes del brote, una humanidad cada vez más interconectada y paradójicamente desigual.
El Jefe de Estado cuestionó el hecho de que un país como Estados Unidos, responsable del 38 % del gasto militar global, sea el de más contagiados y fallecidos del mundo, y observó cómo el enorme presupuesto que hoy se dilapida en la carrera armamentista, podría utilizarse contra otras pandemias, como el hambre y la pobreza.
Como ejemplo opuesto, Díaz-Canel subrayó el plan elaborado por nuestro país, cuya implementación se apoyó en las fortalezas del sistema de Salud Pública, de probada calidad y alcance universal, y en el desarrollo científico de la nación.
El Presidente también resaltó el trabajo de las 53 brigadas médicas cubanas que han apoyado el combate a la enfermedad en 39 países y territorios, las que se sumaron a las que ya prestaban servicio en 59 naciones, y enalteció el gesto internacionalista, a pesar del bloqueo de EE.UU y las campañas de descrédito.
En el propio escenario, destacaron las intervenciones de Volkan Bozkir, presidente de esta organización, y del jefe de Estado boliviano, Luis Arce, quienes, al igual que nuestro país, abogaron por que la onu sea la voz líder en los esfuerzos de recuperación de la pandemia.