Villa Clara: Recuperarnos y vencer, palabras de orden (+Audio)
«¡Aquí no hay miedo! Fue el mensaje optimista con el cual concluyó el Presidente de nuestro país, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, su recorrido y posterior reunión de análisis para valorar las afectaciones ocasionadas por la Tormenta Tropical Eta en Villa Clara, su provincia natal y donde de inmediato, nos dispusimos a resarcir los daños.
El llamado recuerda la frase de Fidel cuando nos calificó a las hijas e hijos de esta tierra central como vencedores de dificultades y obstáculos, una premisa que nos conmina cada día a no desmayar y seguir adelante con optimismo y con inmensos deseos de hacer.
En plena recuperación, sin tiempo para las lamentaciones, ya la respuesta es una realidad.
Lo dicen los productores, que una vez pasadas las lluvias se aprestan a salvar los cultivos que sea posible, y que quedaron bajo las aguas.
Lo afirman los habitantes de Manicaragua, el municipio más afectado, y donde ya en jornadas de trabajo voluntario se recogen las miles de latas de café que están en las montañas.
Nuestra Presidenta del Consejo de Defensa Provincial Yudí Rodríguez Hernández ha dejado orientaciones precisas en un tiempo que es duro, sí, pero que nos permitirá como siempre, crecernos, recuperarnos y avanzar.
Hay que crear grupos de trabajo para visitar a las familias que permanecen en áreas incomunicadas y asegurarle sus recursos básicos porque en este país nadie queda desamparado ni aún en las situaciones más adversas.
Hay que trabajar en el desagüe de los campos, garantizar la campaña de frío, porque ahí están los alimentos del año próximo, es imprescindible garantizar a la población los servicios básicos, ahora cuando todo escasea más, movilizar empresas y a todos los que quieran sumarse para trabajar en las carreteras, la señalización, las vallas y todo lo que ayude a embellecer nuestra provincia.
Urge hacer inventarios de las pérdidas agrícolas, usar la ciencia ahora más que nunca para emplear las mejores semillas, aplicar medios biológicos, proteger los semilleros, estimular el uso de las vitroplantas, entrar «con la manga al codo» en los huertos, patios de la agricultura familiar, priorizar lo que garantiza lo rubros exportables como el café y el tabaco, trabajar muy duro en la zafra y asegurar la caña para la contienda azucarera.
De igual manera, recuperar las afectaciones de la vivienda en el menor tiempo posible y evaluar, con mirada de futuro, las micropresas de la provincia y las posibles obras ingenieras o soluciones para evitar una vez más lo ocurrido por las fuertes lluvias en el Sumidero de Jibacoa en el Escambray villaclareño o la interrupción de la Autopista Nacional por el kilómetro 254 a causa del desbordamiento del Río Sagua la Grande y la Presa Palmarito.
En estas tareas es primordial la respuesta de las organizaciones de masas, representantes del Poder Popular, líderes comunitarios, sin olvidar la situación higiénico-sanitaria y el cumplimiento de los protocolos para el enfrentamiento a la COVID-19, una Pandemia que -a no olvidarlo- nos sigue acechando.
Y en estas grandes batallas, la guerra sin cuartel contra los acaparadores, especuladores, los que lucran indignamente con las necesidades de la ciudadanía, y suben a cifras astronómicas los precios de los alimentos y del transporte. Contra esos inescrupulosos, la ley, pero también la fuerza de los que somos más, el pueblo.
Los villaclareños tenemos experiencias difíciles y hemos demostrado nuestra capacidad de avanzar.
Los huracanes Irma, Kate, Michelle, Ike, y tantos otros, nos pusieron a prueba y jamás nos detuvieron. Todo lo contrario, más bien cada uno de esos eventos meteorológicos nos hizo más fuertes.
Contamos con una Revolución robusta, renovada, con dirigentes que llevan muchos días sin dormir para salvar nuestras vidas y encontrar soluciones ante cada obstáculo.
Pero sobre todo, con un pueblo grande que siempre lleva resultados al Che en una provincia y una ciudad que tanto amó y que hizo suyas.
Aquí no hay miedo, aquí nos inunda el optimismo, y una vez más, con nuestro trabajo, haremos el milagro: el Sol volverá a brillar, alumbrando el futuro de un territorio cuyas hijas e hijos ayer, hoy y siempre, como dijo Fidel, somos vencedores de dificultades y obstáculos.