¿Qué define al Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres?
Aunque no es poco el camino transitado en materia de igualdad plena para las mujeres cubanas, todavía quedan desafíos relacionados con manifestaciones de discriminación y violencia de género, así como con comportamientos sexistas, que confirman la necesidad de contar con un Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres.
Este Programa, recientemente aprobado por el Consejo de Ministros, no es nuevo en modo alguno, sino que amplía el impacto decisivo de la Revolución en este ámbito, según subrayó este jueves Teresa Amarelle Boué, miembro del Buró Político del Partido y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), durante una comparecencia en el programa Mesa Redonda.
Al repasar, en materia de derechos, las muchas batallas ganadas por las mujeres cubanas, Amarelle Boué reiteró que el primer programa de igualdad que disfrutamos las mujeres fue, precisamente, la Revolución.
Desde aquellos primeros años, dijo, luego del triunfo del Primero de Enero, hasta hoy, se han ido desbrozando y construyendo las sendas de la emancipación, con el propósito de lograr una participación consciente de las mujeres en la vida económica, política y social del país.
En su intervención evocó algunos antecedentes importantes como las leyes referidas al empleo, aun con la Revolución en ciernes; el reconocimiento, en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, en 1975, de la plena igualdad de la mujer, así como la aprobación, en 1997, del Plan de Acción Nacional de Seguimiento a la iv Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing, China.
No obstante, reconoció, no siempre hemos tenido la misma comprensión sobre estos asuntos. Y a modo de ejemplo comentó la incorporación, en la Constitución de 1976, de un capítulo de igualdad que todavía tenía un matiz discriminatorio, y que fue corregido en la reforma de 1992.
SEGUIR DESBROZANDO EL CAMINO DE LA EMANCIPACIÃN FEMENINA
Con la impronta de una histórica lucha por los derechos de las cubanas, con Fidel y Vilma al frente, el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres centra su atención en los desafíos actuales y pretende, como objetivo fundamental, continuar promoviendo el avance de las cubanas en medio de todas las transformaciones sin que se produzcan retrocesos en lo logrado hasta ahora.
De acuerdo con Teresa Amarelle, «el Programa busca, específicamente, lograr mayor sistematicidad por parte de los Organismos de la Administración Central del Estado, las instituciones… en el seguimiento a todos los asuntos, que involucran el desarrollo de las mujeres en la sociedad»».
Igualmente, precisó, recoge la necesidad de intensificar el desarrollo de políticas públicas y de fomentar la educación con enfoques de género en las familias y las comunidades. Y, con esa misma perspectiva, la premisa es también capacitar a los servidores públicos para que se proyecten en esta dirección.
Por supuesto, añadió la Secretaria General de la FMC, la violencia de género y las formas de discriminación también tienen un apartado esencial dentro de las acciones y medidas que recoge el Programa, además de transversalizar todos los objetivos, pues si bien Cuba no tiene manifestaciones significativas de esta naturaleza, respecto a otros países del mundo, continúan ocurriendo.
Entre las áreas que abarca el plan de acción, Teresa Amarelle señaló la relacionada con el empoderamiento económico de las mujeres. «El empleo continúa siendo un desafío; actualmente tenemos un millón de mujeres económicamente inactivas. Una de las razones más comunes es que gran parte de la población envejecida del país es femenina, y otro gran porciento ejerce como cuidadora de adultos mayores»», destacó.
Otros asuntos a los que el Programa se refiere guardan estrecha relación con la legislación y el derecho con enfoques de género, el reto de fomentar una educación y práctica sobre la salud sexual y reproductiva en un país donde las familias son cada vez más diversas.
Las 44 medidas que tiene en cuenta el Programa, según Amarelle Boué, abordan todas estas metas y otras. Tal es el caso de la ampliación de las casas infantiles, como una alternativa de los círculos infantiles estatales que, ante el aumento de la cantidad de mujeres trabajadoras, no logran cubrir toda la demanda.
«Estamos en un momento superior en la agenda de género que nos permite actualizar y contextualizar estos temas en el plan de desarrollo económico y social del país, teniendo en cuenta que las mujeres somos una fuerza importante en ese desarrollo.
«Este Programa resume, en medidas y acciones, el sentir de la voluntad política del Estado cubano sobre los temas de igualdad de género, la eliminación de estereotipos y legitima una práctica que en Cuba se ha venido haciendo desde el triunfo de la Revolución, en aras de darle el protagonismo que siempre ha tenido la mujer en la sociedad»», reiteró.
Amarelle Boué fundamentó que también constituye un mecanismo imprescindible para promover la igualdad de género, además de ser una hoja de ruta para la institucionalización de las políticas públicas en nuestro país, y estar en correspondencia con la Constitución de la República, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, unido a la Plataforma de Beijing.
«En él también se establece el compromiso de evaluar sistemáticamente el cumplimiento de lo que se propone, desde los órganos locales del Poder Popular hasta la más alta dirección del país, con la Federación de Mujeres Cubanas como protagonista y asesora en todo este proceso»», especificó.
COMPROMISOS INTERNACIONALES AL PIE DE LA LETRA
Margarita Valle Camino, funcionaria de la Dirección General de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, destacó el alto compromiso de Cuba con la ratificación de los compromisos internacionales.
En ese sentido, llamó la atención respecto a la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, aprobada en 1979 y que entró en vigor en 1981.
Nuestro país, resaltó, fue la primera nación en firmarla y la segunda en ratificarla, en fecha tan temprana como 1980. Actualmente, informó, este instrumento cuenta con 189 Estados partes.
De igual modo, puso énfasis en la IV Conferencia Mundial de la Mujer, donde Cuba participó con una amplia delegación presidida por Vilma Espín. A partir de ahí, apuntó, fue adoptada la llamada Plataforma de Acción de Beijing, considerada el documento más abarcador que se haya adoptado en una Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre los derechos de la mujer.
AVANZAR TAMBIÃN EN LA LEGISLACIÃN Y EL DERECHO
Con respecto a los resultados que desde el plano jurídico busca alcanzar el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, Rosabel Gamón Verde, viceministra primera del Ministerio de Justicia, explicó que una de sus fortalezas es precisamente que define un área de trabajo en este sentido, relacionada con la legislación y el derecho, además de concebir también la importancia de un marco regulatorio contra la violencia de género.
«El Programa contiene un grupo de acciones, y una de las principales es garantizar que exista un lenguaje inclusivo, con perspectiva de género desde el momento en que se elaboran las normas hasta su publicación»», puntualizó.
Otra de las acciones, adicionó Gamón Verde, es la capacitación de los estudiantes y profesionales del Derecho en estos temas, que permita tener los instrumentos en el ejercicio para asegurar su cumplimiento, perfeccionar la legislación vigente, así como garantizar el enfrentamiento y seguimiento a las formas de violencia.
«El fortalecimiento de una cultura jurídica en la sociedad cubana sobre estas temáticas también es medular, pues, con la legislación solamente no se resuelve este problema. Si no somos capaces de que se implementen eficazmente y se controlen rigurosamente, no se logra nada. Como tampoco se avanzará si todos los ciudadanos no nos sentimos parte de estos cambios necesarios»», concluyó.
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Imagen inicial: Estamos en un momento superior en la agenda de género que nos permite actualizar y contextualizar estos temas en el plan de desarrollo económico y social del país. Foto: Dunia Álvarez Palacios