Presidieron Raúl y Díaz-Canel el homenaje a Máximo Gómez en el aniversario 114 de su muerte
Con motivo del aniversario 114 de la muerte del General Máximo Gómez Báez, General en Jefe del Ejército Libertador y uno de los próceres de nuestra historia, tuvo lugar en la Necrópolis de Colón un acto político y ceremonia militar que contó con la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Al solemne homenaje asistieron también altos jefes del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y sendas representaciones de la Escuela Interarmas de las FAR, Antonio Maceo, del Instituto Técnico Militar José Martí y de la Academia Naval Granma; asimismo, el Doctor Eusebio Leal Spengler, historiador de la ciudad, asumió magistralmente las palabras dedicas al Generalísimo.
El historiador de La Habana rememoró cronológicamente los pasajes de la vida del General en Jefe mambí durante su amplio bregar por nuestras gestas revolucionarias, describiendo minuciosamente su protagonismo tanto en las guerras por la independencia de Cuba, como en el exilio, y culminó su discurso con su fallecimiento el 17 de junio de 1905 a la edad de 69 años.
«General, ante tu tumba, húmeda de la lluvia de anoche y de las lágrimas que acompañan tu partida, depositamos hoy la gloria de tu pueblo. Pero siempre vivirás. Vivirás eternamente en nuestro corazón. «¡Viva Cuba!»», concluyó Leal Spengler.
Fidel Castro, líder histórico de la Revolución cubana, consideró a Gómez como «un cubano por derecho»», dada su entrega de arrojo y valentía en las guerras mambisas por la liberación de la isla, aún, cuando era oriundo de República Dominicana. «(…) Hijo humilde de este pueblo, supo convertirse en hijo insigne y entrañable del pueblo cubano por derecho ganado en su lucha por la independencia de Cuba, a la que aportó su brazo y su machete, su genio militar y su coraje, un notable talento político y un profundo pensamiento revolucionario»», así lo definió Fidel en agosto de 1998 tras recibir en República Dominica la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado Gran Cruz Placa de Oro.
Foto: Ariel Cecilio Lemus
Tomado de Granma