La comida más segura emerge de la producción nacional
El Ministerio de la Industria Alimentaria desempeña un rol clave para el desarrollo del país, sentenció el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, en el balance sobre los resultados del organismo en 2024, y los desafíos para el presente año.
En el encuentro, que contó con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se destacó que esa industria tiene la responsabilidad sobre nueve productos de la canasta familiar normada, pero ocho de ellos provienen de la importación.
El Primer Ministro llamó a sustituirlos con ofertas propias, aunque reconoció que su costo de elaboración en el país resulta elevado, por varias distorsiones.
No obstante, reiteró una de sus principales ideas: «la comida más segura emerge de la producción nacional», en medio de una galopante incertidumbre a nivel planetario. «Necesitamos alimentos y, sobre todo, proteínas», sin perder los estándares de calidad e inocuidad, expresó también, y volvió sobre el principio de subsidiar a personas en condiciones de vulnerabilidad, y no productos.
En otro orden, convocó a eliminar las trabas para la actividad pesquera, y resaltó el papel de los gobiernos municipales en la búsqueda de acuerdos con los pescadores.
Reparó en la importancia de otorgar más facultades a las unidades empresariales de base, y descentralizar actividades como las de la Cadena Cubana del Pan. Asimismo, pidió fortalecer la unidad con los ministerios de Agricultura y de Comercio Interior.
El movimiento para generalizar extensores ha decaído, recordó. También fue tajante cuando manifestó que la importación de café carece de sentido, a la vez que indicó sembrar más cacao y detener su privatización, porque «eso es oro».
En el encuentro se mostraron ejemplos de las afectaciones por el bloqueo y la persecución financiera. Un envío de jurel de 3 000 toneladas, facilitado por un país africano, enfrentó una travesía de 75 días, con costos muy altos. La Cervecería Bucanero s.a. no pudo abrir cuentas en el exterior por la dilación en los trámites de los bancos, presionados por el poder imperial. Además, Havana Club sufrió pérdidas por encima de 40 millones de dólares.
El organismo solo dispuso de alrededor de la cuarta parte del combustible planificado, y la baja disponibilidad de harina de trigo obligó a reducir el pan a 60 gramos.
En medio de esos retos, el titular del ministerio, Alberto López Díaz, expuso proyecciones para este año, como el crecimiento en la décima parte de las utilidades, en el 26 % del aporte al Estado, y en el doble de las producciones cooperadas. Anunció la propuesta de nueve productos recaudatorios, con potencial para más de 74 000 toneladas, y para reducir el déficit fiscal en las dos quintas partes.
El presidente del Grupo Empresarial de la Industria Pesquera, Osmani Barreiro Consuegra, precisó que las exportaciones en su rubro se comportaron al 67 % y las capturas a menos de la mitad. Resaltó la importancia del cultivo de camarón, tilapia y clarias en piscinas y estanques.
De los territorios se conoció que la Empresa Cárnica de Sancti Spíritus pretende incrementar en 2025 la entrega de 17,4 kilogramos mensuales a cada consumidor, aunque todavía resulta insuficiente. Entre tanto, la Filial de Conservas de Ciego de Ávila se plantea rescatar los polos productivos, y la Empresa de Bebidas y Refrescos de La Habana lanzó una marca reconocida en más de 45 naciones, e intentará conquistar el mercado ruso.