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Rendir cuenta: El barrio y la construcción de un país

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Cuando este 20 de septiembre inicie en todo el país el proceso de rendición de cuenta del delegado a sus electores, miles de cubanos tendrán una nueva oportunidad de debatir no solo sobre sus problemas y éxitos más cercanos, sino también sobre las proyecciones para hacer del barrio un lugar mejor. Es uno de los primeros peldaños en esa idea mayor de construir un país más íntegro, más eficiente y más feliz.

En un escenario que se repetirá en toda la Isla hasta el 15 de noviembre, para alrededor de la mitad de los delegados será la primera vez que participen en este proceso. Ahora, en medio de complejas situaciones económicas y sociales, esa relación con el pueblo, el intercambio franco y autocrítico, surge como una vía esencial para hacer de la comunidad un eslabón esencial del poder del pueblo.

“Un compromiso firme y tangible”

Asiel Aguada Barceló lleva siete años como delegado de la Circunscripción 54 del reparto Caracatey, perteneciente al Consejo Popular Sakenaf y uno de los lugares en situación de vulnerabilidad en Santa Clara.

Cuando por primera vez le propusieron tamaña responsabilidad, confiesa que sintió una mezcla de emociones. Primero le llegó la sorpresa, un instante de incredulidad en que su mente procesaba “la tamaña tarea que me estaban confiando”. Para él no era solo un título, sino “una responsabilidad enorme, un reconocimiento al compromiso con la comunidad y una invitación a ser voz y representación de los vecinos”.

“A medida que la emoción inicial se asentaba, comprendí la magnitud del desafío que tenía ante mí. Era una oportunidad única para contribuir de manera tangible al bienestar de mi comunidad, para escuchar sus preocupaciones y sus aspiraciones”.

“Luego llegó el momento de la reflexión. La realidad de la tarea me golpeó con fuerza: ser delegado del Poder Popular implicaba un arduo trabajo, un compromiso constante de escucha activa y de acción decidida. Debía estar dispuesto a enfrentar problemas complejos, que requerían tanto sensibilidad como firmeza. Una parte de mí sintió una inquietud, una duda sobre si estaré a la altura de las expectativas y si realmente podría marcar una diferencia en la vida de los demás”, recuerda.

Sin embargo, Asiel confiesa que en medio de esos sentimientos emergió una profunda motivación. Entendió que tener la oportunidad de representar a la comunidad era un llamado a la acción, una ocasión para trabajar en conjunto y ser parte de un cambio. La idea de unir fuerzas, de construir soluciones y de empoderar a los demás despertó entonces un deseo de servir, de ser un líder accesible y comprometido.

“Aunque sentí el peso de la responsabilidad, también abracé con entusiasmo la oportunidad de ser un agente de cambio. Supe que iba a ser un camino desafiante, pero cada paso dado junto a mi comunidad valdría la pena. Con el corazón lleno de determinación, acepté la propuesta y me preparé para esta nueva etapa, consciente de que juntos podríamos desde el trabajo comunitario y la participación popular transformar la realidad de mi demarcación con acciones concretas”.

— ¿Cuál fue el principal objetivo?

— “Al asumir el rol de delegado de la circunscripción 54, asumí una serie de metas para guiar mi trabajo y esfuerzo en esta noble responsabilidad. Mi objetivo primordial fue fortalecer el trabajo comunitario integrado promoviendo un ambiente de colaboración, confianza y participación activa entre todos los vecinos”.

“Una de mis primeras metas estuvo dirigida a establecer canales de comunicación efectivos. Yo aspiraba a que cada ciudadano se sintiera escuchado y valorado. Para lograrlo, realicé un diagnóstico en función de los riesgos, fortalezas, debilidades existentes y socialicé un plan de acción, por etapas”.

“Al inicio realicé recorridos, debates en los barrios, visita a familias, encuentros con las organizaciones políticas y de masas y las entidades administrativas radicadas en mi demarcación. Estos espacios me permitieron dialogar abiertamente sobre las inquietudes y necesidades de la comunidad, porque escuchar las voces de todos es esencial para comprender verdaderamente los desafíos que enfrentamos y las prioridades que debemos atender”.

—¿Dónde está la clave del éxito en esas misiones?

— “En crear un diagnóstico participativo y fomentar la participación activa de la comunidad en la toma de decisiones”.

“La creación de proyectos sociocomunitarios que respondieran a las debilidades identificadas desde el diagnóstico permite que los ciudadanos puedan involucrarse directamente en actividades que beneficien a la circunscripción. La participación comunitaria es fundamental para empoderar a los vecinos y para generar un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida hacia nuestro entorno”.

“Además, me propuse establecer alianzas con entidades administrativas, trabajadores por cuenta propia, trabajadores sociales, los equipos básicos de salud, buscando recursos y apoyo para llevar a cabo iniciativas que mejoren la calidad de vida de todos, y poco a poco recuperar la belleza y vitalidad de la infraestructura económica, la cual se encontraba descuidada”.

— Es un gran compromiso…

— “Lo asumo con determinación y un sincero deseo de servir, con la esperanza de que juntos podamos construir una circunscripción más unida, próspera y equitativa”.

“Cuando inicié este camino estaba emocionado por el viaje que tenía por delante y por las oportunidades que se presentan para hacer de mi comunidad un mejor lugar para vivir”.

“Han sido horas de desvelo, de preocupaciones, de grandes desafíos, de conocer situaciones complejas, dinámicas, de andar bajo la lluvia, de en ocasiones ver la vida correr sin darnos cuenta, pero ha valido la pena ese andar por los trillos de mi terruño”.

— ¿Qué aporta ser delegado del Poder Popular?

— “He llegado a comprender de manera profunda la importancia del apoyo de la comunidad en cada esfuerzo que emprendemos. La implementación del proyecto “Trabajar en lo grande y lo pequeño por el amor a mi terruño, mi corazón late por ti”, ha sido una experiencia reveladora que confirma que el verdadero cambio se logra a través de la articulación y participación de todos.

“Al poner en marcha este proyecto comprendí que cada vecino, cada persona que habita nuestra circunscripción, tiene algo valioso que aportar. Desde las ideas más grandes hasta los pequeños esfuerzos cotidianos, cada acción cuenta y suma. En la medida en que la comunidad se involucra, las posibilidades de éxito se multiplican. Juntos, hemos logrado identificar no solo los desafíos que enfrentamos, sino también las oportunidades que nos permitirán avanzar hacia un futuro más prometedor”.

— ¿Dónde están las fortalezas de esas proyecciones?

— “El apoyo de la comunidad ha sido fundamental en cada etapa del proyecto. He sido testigo del poder de la colaboración, de cómo cada uno puede contribuir con su tiempo, habilidades y conocimientos. Gracias a esta participación activa, hemos podido desarrollar iniciativas que responden a las verdaderas necesidades de nuestro entorno. La diversidad de perspectivas ha enriquecido nuestro trabajo, brindando soluciones creativas y prácticas que surgen del diálogo y la cooperación”.

“Además, este proyecto nos ha enseñado que el sentido de pertenencia es un motor esencial para el desarrollo comunitario. Cuando cada uno de nosotros se siente parte de una misma causa, el compromiso se fortalece y el deseo de trabajar en conjunto por el bienestar de todos se hace más evidente. Mi corazón late por este hermoso terruño y, gracias a la colaboración de todos, hemos logrado tejer vínculos más fuertes y significativos”.

“He aprendido que ser delegado no solo implica tomar decisiones, sino también ser un facilitador, un puente entre las inquietudes de la comunidad y las acciones que podemos realizar. La confianza que se genera al escuchar, valorar y actuar en conjunto es invaluable y nos impulsa a seguir adelante con renovada energía”.

— ¿Satisfacciones?

— “La mayor satisfacción radica en la capacidad de servir y hacer una diferencia tangible en la vida de mis vecinos. Cada interacción, cada reunión y cada proyecto han sido oportunidades para escuchar y atender las inquietudes de la comunidad, y ver cómo esas acciones se traducen en mejoras concretas ha sido profundamente gratificante”.

“Una de las experiencias más significativas ha sido cuando hemos logrado unir esfuerzos para resolver problemas que afectaban a muchos. Por ejemplo, cuando, a través de nuestra colaboración, logramos gestionar la reparación de tres de los cuatro Consultorios Médicos del área de salud Chiqui Gomez, radicados en nuestra demarcación”.

“También la apertura de nuevos servicios en los que antes teníamos que caminar largas distancias, como la Empresa Eléctrica Chichi Padrón, el ventanillero de los servicios de Correo, la construcción por la comunidad de un punto de cloro y la restauración del kiosko de TRD Las Gardenias, las acciones de conservación de la farmacia comunitaria, la restauración de las dos bodegas y el cambio de imagen de la carretera a Manicaragua”.

“En el orden social, logramos abrir una Facultad Obrera Campesina, creamos una lavandería comunitaria, con el apoyo de la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia se han impartido cursos de farmacia, creamos la Mipyme REPMAI, que permitió ofrecer empleo a 45 personas en estado de vulnerabilidad. Además, contamos con un centro educativo en la escuela primaria Zeneido Costa Llerena, restaurada, conservada, y el epicentro del trabajo social y comunitaroa en esta demarcación”.

“Con mucha alegría y agradecimiento mis vecinos han contribuido con su participación para ver su entorno transformado y son momentos que atesoro en mi corazón. Saber que, mediante el trabajo conjunto, hemos impactado positivamente en su calidad de vida es una sensación indescriptible”.

“He encontrado una satisfacción profunda en la construcción de lazos de confianza y camaradería dentro de mi comunidad. Las relaciones que he forjado, basadas en el respeto y la colaboración, han enriquecido no solo mi labor, sino también la cohesión social. Ver cómo los vecinos se apoyan entre sí, cómo se organizan para enfrentar retos comunes, y cómo el sentido de pertenencia se fortalece, me ha llenado de esperanza y motivación, con la participación siempre a mi lado del equipo de trabajadores sociales que siempre me acompañan en mi andar”.

— Pero los retos son muchos también…

— “Como delegado del Poder Popular enfrento muchos que son fundamentales para el éxito de mi labor y el bienestar de la comunidad”.

“Uno de los retos más grandes es lograr una participación activa y constante de los ciudadanos en los temas que afectan a la comunidad, fomentar la confianza y el interés de los vecinos para que se involucren en decisiones y proyectos puede ser un desafío, pero es esencial para construir un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida, mantener una comunicación clara y eficiente con la comunidad es crucial y ser accesible y receptivo a las inquietudes de los ciudadanos”.

— ¿Qué esperas del cercano proceso de rendición de cuentas del delegado a sus electores?

—“Es crucial ser transparente sobre los logros y las limitaciones de mi gestión, la necesidad de comunicar abiertamente las dificultades que he enfrentado y las razones por las cuales ciertos objetivos no se han logrado, como el deterioro del abasto de agua en pipas y los ciclos extendidos. Considero que la honestidad genera confianza y demuestra nuestro compromiso con la comunidad”.

“Hemos organizado la rendición de cuenta con anticipación, porque es fundamental la construcción colectiva de un informe claro que destaque los logros, las acciones realizadas, los desafíos encontrados y las lecciones aprendidas y la utilización de datos y ejemplos concretos para respaldar las informaciones”.

“La preparación de cada área y líderes comunitarios es fundamental para lograr la convocatoria, entendimiento y la autotransformación de nuestros espacios públicos. Es una oportunidad además para reconocer a líderes comunitarios, personas que se destacan en la vida económica y social y a entidades administrativas con una participación activa en la demarcación”.

“El proceso de rendición de cuentas es una oportunidad para fortalecer la relación entre el delegado y los electores. La clave está en mostrar que, a pesar de las dificultades, el compromiso por mejorar la comunidad sigue siendo firme y tangible”.

Un trabajo colectivo

El proceso se desarrollará en medio de complejas situaciones económicas en el país. Foto: Radio Habana Cuba.

María de los Ángeles Díaz Rodríguez, la Presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Corralillo, conoce muy bien la importancia del nuevo proceso de rendición de cuenta del delegado a sus electores. “A pesar de que hemos tenido a los representantes del pueblo muchas veces a tiempo completo en las circunscripciones, el vínculo que se logra con la comunidad en cada uno de los encuentros es fundamental para trazar estrategias de cara al futuro”.

Según dice, representa el momento ideal para explicar lo hecho durante todo el mandato, los planteamientos tramitados y las soluciones encontradas a cada uno de ellos. También resulta clave explicar con claridad qué no se ha podido hacer y cuáles son las razones de esas demoras.

“En todas las esquinas nuestros vecinos comentan sobre dificultades cotidianas y es muy importante que ellos sean escuchados por sus representantes. La mayoría de esas inquietudes son conocidas por los delegados, pero otras surgen como parte del propio proceso de rendición de cuentas y tienen igual valor. Incluso, en muchos de estos encuentros los propios electores plantean su inquietud y proponen una forma de resolverlo desde el barrio. Ese es el escenario ideal”, asegura.

La Presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Corralillo reconoce que muchas veces las personas culpan al delegado cuando no encuentran soluciones a los problemas planteados. Sin embargo, recalca que su función está enfocada a la gestión de esos planteamientos, al intercambio con las administraciones y empresas municipales, así como al traslado de cada una de las respuestas, sean positivas o no, a sus electores.

“No obstante, el delegado es también un ente movilizador, un aglutinador de esa energía concentrada en las comunidades y que muchas veces encuentra soluciones dentro del propio barrio, incluso en aquellos casos donde las administraciones no disponen de recursos suficientes para enfrentarlos”, comenta.

“No puedo decir que exista un delegado despreocupado de su circunscripción. Incluso, desde la propia Asamblea Municipal muchas veces hemos desbloqueado caminos y encontrado respuestas a asuntos que por lo general requieren la cooperación de varias direcciones dentro de la localidad. En más de una ocasión llevamos a las administraciones a la comunidad para que conozcan de primera mano la fuente de las inquietudes”, agrega.

Para la funcionaria existen otras acciones claves de los gobiernos locales para asumir la rendición de cuentas: capacitar, intercambiar con las empresas y las organizaciones de masas para tener un proceso eficiente, constructivo y aportador. Lo importante es que el barrio se una”, concluye.

Transformar desde el barrio

Mirar la rendición de cuentas desde la base es aun más complejo que hacerlo desde otras esferas. El compromiso de responder a la confianza depositada por los electores, el ejercicio de democracia participativa y la vocación de servir, no resultan cuestiones menores para quienes las asumen además llenos de juventud.

Así le sucede al delegado Yoan Cortiña Hernández, quien a sus 34 años preside el Consejo Popular Virginia, en Santa Clara, e intenta transformar la realidad desde el centro mismo del barrio.

“Llegamos a este proceso luego de varios encuentros con factores de la comunidad y de la propia Asamblea Municipal del Poder Popular, en pos de aclarar asuntos, consolidar soluciones y obtener la mayor cantidad de argumentos para explicar aquellas situaciones que de momento no tienen un desenlace favorable”, expone.

Para él, el principal desafío está en transmitir la mayor cantidad de información posible y mantener un vínculo permanente con los electores. Solo así, por ejemplo, el Consejo Popular logra destacar por la transformación de vertederos en espacios públicos como parques o jardines medicinales, así como por la solución de un salidero con el aporte de los propios vecinos.

Rendir cuenta con los pies en la tierra

En medio de un panorama económico tan complejo como el que vive Cuba ahora mismo, no son pocos los que entienden el rol del delegado como una misión casi imposible. Sin embargo, para Osmel Pérez Negrín, Presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Quemado de Güines, es todo lo contrario.

El delegado no está superado por el actual contexto, porque no está ajeno a él y sabe que la transparencia, la comunicación constante y la unidad son principios inviolables de su función”.

Para él, los delegados deben ser fieles representantes del pueblo, con la capacidad no solo de orientar y tramitar los planteamientos, sino también de asimilar las políticas del país y los proyectos de desarrollo, llevarlos a la comunidad y sacar de ellos el mayor provecho posible en pos de los propios habitantes de su Consejo Popular.

“En los tiempos que corren es fundamental el vínculo con todos los actores de la comunidad, orientar, tramitar y no cansarse de explicar el contexto en el que se desenvuelve la economía. Decir en qué se trabaja, cuánto falta por hacer y también los avances obtenidos, porque aun en medio de tantos desafíos tenemos resultados que mostrar. El gran reto radica en lograr un diálogo fluido, una comunicación más allá de la propia rendición de cuentas”, apunta.

Finalmente, Osmel Pérez Negrín reconoce la necesaria imbricación entre las entidades estatales y privadas presentes en la comunidad en pos de contribuir al trabajo del delegado y al desarrollo de la comunidad. “Que el proceso se caracterice por una participación efectiva, un acompañamiento constante y una búsqueda conjunta de soluciones”.

Tomado de Cubadebate

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Medio de información alternativa que alerta sobre campañas de difamación contra Cuba. Publica noticias y análisis con un tratamiento objetivo de los hechos. Muestra los intereses que el poder global oculta para mantener sus privilegios. UCI, La Habana, Cuba. editor@cubadebate.cu

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