En la frontera, un enfrentamiento determinante al tráfico de drogas
Ante una mayor complejidad en el actuar de la delincuencia internacional en la frontera y su impacto en el país, la Aduana General de la República cuenta con las fuerzas especializadas y los medios técnicos, en correspondencia con los estándares internacionales, para enfrentar los desafíos de forma efectiva.
Jorge Luis Bubaire Quintana, jefe de la Aduana del Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana, explicó a la prensa que, en 2023, se detectaron en la mayor instalación de su tipo en el país unos 43 casos de narcotráfico, y ya se registran 20 en lo que va de año.
Resaltó que cada vez son más diversos los modus operandi en cuanto al ocultamiento de la droga: dentro del cuerpo o mezclado con alimentos; pero el accionar de la Aduana, con la cooperación del Ministerio del Interior, logra un adecuado enfrentamiento a este flagelo.
Dentro de las drogas más detectadas e incautadas se encuentran la cocaína, la marihuana y el cannabinoide sintético procedente, fundamentalmente, de Estados Unidos.
Bubaire Quintana detalló que algunos pasajeros continúan incurriendo en el traslado de equipajes procedente del exterior a personas en Cuba, pero «cuando estamos en presencia de un tráfico de drogas, para nada los exonera de la responsabilidad, incluso penal, que se contrae»; por lo que recomendó a los pasajeros que eviten obrar de tal manera, por la alta peligrosidad que entraña la situación.
Destacó que también en frontera se han incrementado diversas modalidades de contrabando y tráfico de divisas, del patrimonio natural y cultural, por lo que se mantiene un enfrentamiento frontal y determinante, en todos los sentidos, en relación con estas manifestaciones.
Por otra parte, ponderó la integración de Cuba, desde 2022, al proyecto de comunicación aeroportuaria, en virtud del fortalecimiento para la detección e intercepción de drogas, otros bienes ilícitos y terrorismo (Aircop, por su sigla en inglés); un proyecto que permite, en tiempo real, la comunicación entre los aeropuertos con vista al enfrentamiento al tráfico de drogas y demás delitos que se puedan dar en frontera.
Aclaró que «la Aduana nunca va a interferir en el derecho de traer equipaje, siempre que se haga con la licitud y apegados a las normas establecidas en nuestro país».
En este sentido –dijo– en lo que va de año el 87 % de los pasajeros que transitó por la frontera lo realizó por el canal verde, por lo que no se ha ejercido ningún control sobre los pasajeros que, en esos casos, no tienen nada que declarar ante la Aduana.
En el caso de las cargas, Bubaire Quintana explicó que en la Terminal 4 está enclavada la transitaria Aerovaradero, gestora de las operaciones de carga con carácter comercial o no, que se pretendan importar o exportar, y donde la Aduana cuenta también con el equipamiento tecnológico de última generación que permite agilidad en el despacho de la carga, con un nivel de seguridad ajustado a los estándares internacionales.
VIGENTE LA FACILIDAD DE REEMBARQUE
Isnavis Chacón Caminero, segunda jefa de la Aduana del Aeropuerto Internacional José Martí, enfatizó en que se mantienen vigentes las facilidades de embarque, tanto para las personas naturales como jurídicas, de aquellas mercancías que se encuentran prohibidas o reguladas en la frontera.
Establecido en la Resolución 342 de la Aduana de diciembre de 2023, la persona a la que se le otorga esta facilidad se responsabiliza con todas las gestiones del proceso, lo que incluye el pago de los servicios por la custodia de la Aduana durante el tiempo establecido.
Remarcó que no se aplica a aquellas mercancías o artículos que se encuentren asociados a ilícitos que atentan contra la seguridad y que pueden estar vinculados a cualquier caso de tráfico de drogas u otro tipo de contrabando, así como aquellos casos que estén dispuestos por la Ley, que requieran ser retenidos por parte de la autoridad.
Explicó que se trata, por ejemplo, de la retención con posibilidad de reembarcar de los cigarrillos electrónicos con thc; los drones que no cuenten con la autorización facultada, la carga de aquellos pasajeros que no logren abonar la cantidad que requiere pagarse en frontera, o las mercancías que pueden constituir carácter comercial y que tienen un límite para la entrada al país.