Refugio llora a su médico Damián
No por esperada… duele y mucho. En su terruño, el que nunca quiso abandonar para dedicarse a curar el dolor ajeno, falleció el doctor Damián Salgado. En ese batey bien alejado de la cabecera municipal de Caibarién, había que contar con todo o casi todo con él, porque se ganó el respeto de quienes residen allí, quienes lo eligieron como su delegado a la Asamblea Municipal del Poder Popular, donde fui testigo de reclamos bien fundamentados de sus electores.
Escasas veces equivocó un diagnóstico de un enfermo del lugar, porque para él atenderlos sin importar hora del día se convirtió en una máxima que lo persiguió siempre. Ahí permanecerá su hogar, su consultorio, ese mismo que desde ya se tiene que convertir en un monumento a la constancia, a la consagración porque desde allí se desvivía para vigilar por la salud de la población de ese batey. Me atrevo a hablar en nombre de quienes viven en Refugio. Hoy lloran a Damián, al médico, al delegado, al amigo, a ese hombre que desde su graduación como profesional de la salud se quedó por siempre allí al lado de los necesitados.
Se nos va Damián, ejemplo de médico, y quien por derecho propio pasa a la historia como uno de los grandes en la historia de la Atención Primaria en Villa Clara.
Imagen y texto: tomado de la red social Facebook del autor.