Cuba: un tesoro turístico y patrimonial en el corazón del Caribe
La directora de Patrimonio de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, Gladys María Collazo, resaltó la importancia crucial del patrimonio desde una perspectiva turística. Su intervención formó parte del programa del 17 Seminario Internacional de Periodismo y Turismo, que se celebra hasta este 21 de junio en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, un evento anual que congrega a expertos de diversas áreas para debatir sobre la intersección entre el periodismo y el turismo.
Collazo enfatizó la necesidad de una colaboración y equilibrio en las tareas comunitarias para asegurar la calidad, autenticidad, preservación y protección de los recursos patrimoniales. Este enfoque, según la experta, es esencial para toda la nación cubana, no solo para satisfacer a los visitantes, sino también para conservar la riqueza cultural y natural del país para las generaciones futuras.
Cuba, a pesar de su tamaño reducido, se enorgullece de albergar nueve sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre estos se destacan el Centro Histórico de La Habana Vieja, declarado en 1982, y Trinidad y el Valle de los Ingenios, incluidos en la lista en 1998. El Castillo de San Pedro de la Roca del Morro de Santiago de Cuba (1997), el Valle de Viñales (1999) y el Parque Nacional Desembarco del Granma (1999) son otros ejemplos notables de la riqueza patrimonial cubana.
Además, el país cuenta con el Paisaje Arqueológico de las Primeras Plantaciones Cafetaleras en Santiago de Cuba y Guantánamo, inscrito en 2000, el Parque Nacional Alejandro de Humboldt (2001) y los centros históricos de Cienfuegos (2005) y Camagüey (2008). Cada uno de estos lugares no solo representa la diversidad y profundidad de la historia cubana, sino que también ofrece una atractiva propuesta turística para quienes buscan una experiencia cultural auténtica.
En su intervención, Collazo también abordó la importancia de las rutas e itinerarios patrimoniales, que incluyen desde el patrimonio natural hasta el industrial, religioso y monumental. Las fortificaciones, conjuntos escultóricos y la red de cementerios patrimoniales se destacan como elementos de gran interés para los turistas culturales. Estos componentes no solo enriquecen la experiencia del visitante, sino que también subrayan la complejidad y diversidad del patrimonio cubano.
El Patrimonio Inmaterial también ocupa un lugar destacado en la oferta cultural cubana. Collazo mencionó ejemplos como el Tres, un instrumento musical autóctono, el Punto cubano, la Rumba, el Danzón, el Son y las parrandas. Estos elementos intangibles, pero profundamente arraigados en la identidad cubana, son tesoros culturales que añaden valor a la experiencia turística y reflejan la vibrante y multifacética cultura del archipiélago.
Para concluir, la directora resumió el vínculo intrínseco entre patrimonio y turismo a través de los conceptos de tesoro, cultura, identidad y recursos. Subrayó que estos aspectos son fundamentales no solo para atraer visitantes, sino también para reforzar el sentido de identidad y pertenencia de los cubanos. La protección y promoción del patrimonio, tanto tangible como intangible, no es solo una tarea cultural, sino una estrategia clave para el desarrollo sostenible del turismo en Cuba.