“Ciertamente la introducción de las IA nos va a cambiar la vida a todos”
Sobre la inteligencia artificial y su impacto en la sociedad conversamos con Roberto Corral Ruso, doctor en Ciencias Psicológicas
Para el doctor en Ciencias Psicológicas Roberto Corral Ruso, la introducción de la inteligencia artificial nos va a cambiar la vida a todos.
Sabe que los niños aplican muy rápido las tecnologías, lo que le hace afirmar que “van a cambiar el mundo de manera impresionante”.
¿Qué realidad observa en estas edades en relación con el uso de la IA?
Las IA son tecnologías de la inteligencia, y como tales, reproducen y multiplican las propias competencias humanas para memorizar datos, analizar información y resolver problemas. A lo largo de la historia humana, el invento de estas tecnologías ha cambiado la manera de vivir y el desarrollo de los seres humanos, desde la aparición del uso y la elaboración de instrumentos, símbolos y la lecto-escritura. Sin dudas el desarrollo de los niños en cualquier época resulta potenciado por la introducción de las tecnologías de la inteligencia. Aparecen en los juegos desde muy temprano y los niños aprenden a manejarlas y dominarlas muy rápidamente. Sin embargo, en el caso de las IA, el manejo previo del lenguaje es fundamental. De esta manera, el niño no podrá manejarlas hasta que culmine su proceso de alfabetización y simbolización de la realidad. Se podría aducir que se puede acceder a las IA a través del lenguaje directamente, lo cual es cierto, pero el niño no sabría qué hacer con ellas, porque requeriría de la comunicación con otros, que siempre están presentes. El momento más proclive está en la adolescencia, después del periodo de alfabetización, con la aparición de multiplicidad de intereses y la complejidad creciente de los juegos y la comunicación en redes. Otros usos se adecuarán a la formación personal y profesional de los individuos.
Usted ha dicho que “tenemos que manejar la incertidumbre y eso no lo hace ninguna IA, sino los seres humanos” … ¿Qué aconsejas?
Las IA son motores de búsqueda y análisis de información acumulada en la memoria. Pueden calcular rápidamente cualquier desarrollo de acontecimientos de acuerdo con patrones fijos, o patrones derivados de una historia de acontecimientos previos. Los seres humanos no alcanzamos la rapidez, el análisis de la masa de datos o el universo de soluciones posibles de acuerdo con patrones, Sin embargo, no imaginan, ni inventan nada, salvo repetir soluciones y alternativas ya existentes, derivables o probables. No incluyen las incertidumbres, las situaciones en que no existe experiencia anterior o patrones ocultos en las masas de datos. Esa es la ventaja de los seres humanos, pueden manejar la incertidumbre e incluso crear soluciones sin antecedentes. Después de todo el surgimiento y desarrollo de la especie se basó en la creación, no en la copia o la repetición. No es nuevo, y en la historia humana, existen conceptos relacionados con el manejo de la incertidumbre, tales como esperanza, deseo, intención sentimiento, intuición o creatividad. No es nuevo; es nuestra condición.
¿Cómo lidiar con las amenazas y peligros de las IA teniendo en cuenta su uso y potencialidad favorable al desarrollo?
En la historia, cada vez que aparecía una tecnología de la inteligencia nueva, se recibía con dos actitudes opuestas. O bien se les aceptaba como una panacea casi divina, que cambiaría totalmente la vida de los seres humanos y el planeta para bien de todos, o se le recibía como un castigo infernal, que destrozaría el mundo conocido para llevarnos en una espiral de incertidumbre fuera de la “zona de confort”. Ambas actitudes están presentes en las discusiones actuales sobre todo en las redes sociales y las falsas noticias, que avalan las IA como la nueva civilización plena de libertades, donde las IA resolverían todos los problemas del planeta y de los seres humanos, muy apoyadas por el mercado que pretenden venderlas, o, por el contrario, en un discurso medio ciencia-ficción medio novela gótica, el miedo a que la IA tomará el control de la civilización y destruirá a los seres humanos y su civilización. Recuerda, por comentar un hecho histórico, la protesta ludita en Inglaterra a principios del siglo XIX, o la condena inicial de la Iglesia a la aparición de la imprenta, o a los descubrimientos de Galileo. Ni una cosa ni la otra. Ciertamente la introducción de las IA nos va a cambiar la vida a todos, descargando a los seres humanos de algunas tareas engorrosas o complicadas, y hará más “cómoda” la vida cotidiana para los que puedan pagarla, pero también hará obsoletos muchos empleos actuales, causará confusiones de todo tipo en los mercados y las economías, y cambiará las formas en que nos comportamos entre nosotros mismos. Nuevas formas de relacionamiento, nuevos discursos, nuevas costumbres por construir. Pero nunca estas actitudes extremas impidieron el avance de la civilización. Seguirá su camino o simplemente se extinguirá, pero por nosotros mismos y el uso que le daremos a la tecnología, pero no por la tecnología misma. De todas formas, y como canta el dúo Buena Fe, a pesar de las IA, “seguiremos llorando como el neanderthal”.
Imagen: tomada de Creativa.