Líder sindical, herencia de familia
Conozca la historia de Ernesto Enrique Salazar García, ex dirigente del sindicato de los trabajadores civiles de la defensa en Caibarién
Ser líder sindical es una herencia de familia para Ernesto Enrique Salazar García, ex dirigente del sindicato de los trabajadores civiles de la defensa en Caibarién.
Con orgullo este caibarienense recuerda las vivencias de su abuela Caridad Oscarina Rodríguez La Peira y su mamá Aidé Eulalia García, ambas miembros del sindicato del Ramo de la aguja, en la Villa Blanca.
En este gremio se agrupaban las costureras de la localidad, por lo que sus fundamentales demandas fueron la igualdad de la mujer, las ocho horas de trabajo y las mejoras salariales.
Salazar recuerda que el sindicato del ramo de la aguja, tenía su taller en la calle Jiménez entre las avenidas Céspedes y Maceo, en Caibarién y se convirtió en un importante centro de lucha por la emancipación de la mujer.
Muchas de las féminas miembros del sindicato del ramo de la aguja participaron en la lucha clandestina para derrocar a la tiranía y luego del triunfo de la Revolución continuaron defendiendo los derechos de las mujeres.
Con el sano orgullo de un hijo que recuerda la historia de su mamá, Ernesto Enrique Salazar García narra la participación de Aidé Eulalia García en las actividades de la Federación de Mujeres Cubanas, organización de la cual ella fue fundadora.
Salazar García desde su inicio en la vida laboral se vinculó a la labor sindical, y en su trayectoria fue afiliados de varios gremios. Y por su destacada labor fue vanguardia nacional del Sindicato de los trabajadores civiles de la defensa los años 1992, 1993 y 1994.
Con una conversación fluida Salazar recuerda como el sindicato de los trabajadores forestales en los primeros años organizó a los carboneros, un sector que también recibió muchos beneficios desde enero del 1959. El ex dirigente sindical solo aspira que la rica historia del movimiento obrero en Caibarién se conozca por las jóvenes generaciones.
Imagen: del autor.