Llegó el día, rueda la final de la Élite
Yoannis Yera y Geonel Gutiérrez protagonizarán un duelo de zurdos en la apertura de la disputa por el cetro de la II Liga Élite, en la cual no se enfrentaron
Llegó el día. La II Liga Élite nos sirve un manjar, una final inédita entre el gran favorito Matanzas, y el retador, pero no menos avalado Artemisa, aunque esté por primera vez en la porfía por el cetro.
Como se preveía, el mentor Armando Ferrer anunció al zurdo Yoannis Yera para defender su pantano, y Yulieski González le entregará el arco, con las flechas, a Geonel Gutiérrez.
Es decir, tendríamos esta tarde noche, en el Victoria Girón, un duelo de zurdos.
Ante un escenario con Yera y Gutiérrez de actores, les proponemos revisar cómo les fue en la campaña élite. Hay que empezar por decir que los dos fueron muy eficaces, y pesaron en la presencia de sus equipos en esta final.
Yera es un pitcher curtido, de mucho más camino que su adversario, acostumbrado a estos partidos, en los cuales más de una vez ha tenido la misma responsabilidad que hoy. Acaba de maniatar, en semifinales, a una temible alineación como la de los Leñadores.
En la campaña abrió ocho desafíos, ganó cinco y perdió uno, frente a Las Tunas, en la ya lejana fecha del 20 de noviembre del pasado año. Trabajó en 43 entradas y los maderos oponentes le promediaron la anémica cifra de 234; permitió nueve carreras limpias, lo que equivale a 1,88 por juego de nueve innings.
Tuvo un excepcional WHIP –indicador que expresa cuántos corredores llegaron a circulación por acciones negativas del pitcher–, de 1,12. Ponchó a 32 rivales y boleó solo a nueve, y contrario a lo que muchas veces sucede, los zurdos le batearon mejor (average de 261) que los derechos (229). Yera no le lanzó a los Cazadores.
Precisamente, Geonel Gutiérrez tiene un comportamiento similar, aunque a este los zurdos sí le han conectado con facilidad, pues le compilan casi 300 (294), mientras los derechos no le ven la pelota, pues el balance es imperceptible, menos de 200 (199). El artemiseño tuvo nueve aperturas, con balance de victorias y derrotas de 4-0. A los matanceros les lanzó el 24 de noviembre, y en tres y un tercio soportó seis jits, le hicieron cuatro limpias, retiró a dos por la vía de los strikes y mandó la misma cantidad para primera por bolas.
Pero hace menos de un mes, el 25 de diciembre, les tiró a los yumurinos seis y dos tercios, toleró cuatro incogibles, ponchó a cuatro y dio solo un boleto, para acreditarse la victoria, en la última jornada del calendario regular. En toda la justa laboró en 51,2 capítulos, en los cuales los bateadores solo alcanzaron average de 216, y aceptó 11 anotaciones limpias, con lo cual firmó un pcl de 1,92, y como Yera, un excelente WHIP de 1,22. Logró 34 ponches, dos más que su rival, pero regaló 23 boletos, 14 más que el matancero.
Es también, entonces, un duelo inédito en la Liga Élite, y ojalá tenga la impronta de los desempeños de ambos monticulistas.