Mártires del Pensativo
En 1964, Antonio Pérez Quezada, conocido por Antoñico el Isleño, pirata vinculado a las organizaciones terroristas en una cantina de Miami, cuenta lo ocurrido…. “Les tiré tanto tiros que el mar se puso rojo, mire usted que gritarme a mi Patria o Muerte”, así narró el autor de este acto terrorista que dejó sin vida a: Lisandro Sánchez Nieto, Juan Bautista Hernández Roig, Francisco Pequeño Sáez y al Comandante Tony Santiago
“Blanco, partí en unión de Juan Méndez hacia Caibarién, un hombre de mi confianza me trasladó a mi mujer e hijos hacia Santiago de Cuba, a las doce de la noche abordaré el pesquero nombrado: El Pensativo, en unión de Juan Méndez y los tres pescadores de Caibarién, no he encontrado inconvenientes, si todo sale bien te enviaré una postal. Saludos Oliverio”.
Este es último informe que envió el Comandante Tony Santiago a sus superiores, como el agente Oliverio, de la Seguridad del estado cubana, el 8 de enero de 1961, a pocas horas antes de partir desde un punto de la costa de Caibarién rumbo a los Estados Unidos a cumplir una misión como parte de las tareas que se le habían asignado como agente secreto dentro de una organización contrarrevolucionaria.
El primer teniente Raúl Pantaleón Méndez, oficial de la Seguridad del Estado en la Villa Blanca, ya fallecido, fue uno de los pocos testigos de la salida de la embarcación. El Pensativo, en horas de la madrugada del 9 de enero de 1961, se soltaron las amaras en el conocido muelles de Linares en la zona portuaria de Caibarién. El combatiente del Minint en su testimonio recordó que a la embarcación se le instaló una planta para mantener las comunicaciones, y se abasteció con los víveres y el combustible necesario para la travesía.
El primer teniente Pantaleón Méndez, y otros oficiales cumpliendo las órdenes de la jefatura del G-2 en la provincia se dieron a la tarea de conformar una tripulación de plena confianza, así entran a la historia de la patria el joven Lisandro Sánchez Nieto, con una destacada trayectoria revolucionaria, fue fundador de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), y en cinco ocasiones subió el Pico Turquino.
Otro de los tripulantes seleccionado fue Francisco Pequeño Sáez, con una larga trayectoria revolucionaria que avalan su selección para cumplir la misión en El Pensativo. Era natural de Quemado de Güines, pero desde muy joven vivía en Caibarién, donde colaboró en la lucha clandestina y en ocasiones fue portador de mensajes enviados por Marcelo Salado de la Torre a Roberto Rodríguez «El Vaquerito», cuando este realizaba actividades clandestinas en la zona de «Punta Alegre«, actual provincia de Ciego de Ávila.
Juan Bautista Hernández Roy era el patrón de la travesía, siempre estuvo muy identificado con la Revolución cubana, estaba integrado a las Milicia Nacional Revolucionaria (MNR) y a los Comités de Defensa de la Revolución (CDR)).
Nunca pensaron estos hombres que a bordo de la embarcación El Pensativo entrarían a la historia de la patria. Convencidos de la importancia de la misión que los llevaba hasta las tierras norteamericanas, la proa de El Pensativo rompías la olas en alta mar, ya en agua internacionales aparece un imprevisto se encuentran con el apátrida Antonio Pérez Quesada C/P Antoñico el Isleño, quien consciente de las convicciones revolucionarias de Tony Santiago, abrió fuego y los asesinó a todos.
Antes de morir, en la oscuridad de la noche, se escuchó la firme convicción, convertido en grito de combate: Patria o Muerte, que desde las aguas teñidas con sus sangres gritaron los cuatros cubanos que ya sabían que ingresarían al martirologio de la patria.
Antonio Pérez Quesada, era natural de Caibarién , y luego de traicionar a la revolución se radicó en Miami aliándose de inmediato a la mafia de ese país. Realizaba labores de pesca en la zona de Bahamas, donde simultaneaba esta actividad con las misiones que le encomendaba la CIA.
Fueron largos días de espera, hasta que unos pescadores encontraron recalado parte del fondo y de la nevera de la embarcación, no había duda: El Pensativo lo habían hundido.
En 1964, Antonio Pérez Quezada, conocido por Antoñico el Isleño, pirata vinculado a las organizaciones terroristas en una cantina de Miami, cuenta lo ocurrido…. “Les tiré tanto tiros que el mar se puso rojo, mire usted que gritarme a mi Patria o Muerte”, así narró el autor de este acto terrorista que dejó sin vida a: Lisandro Sánchez Nieto, Juan Bautista Hernández Roig, Francisco Pequeño Sáez y al Comandante Tony Santiago.
Por interés del gobierno cubano la verdadera identidad de los Mártires del Pensativo se mantuvo en anonimato hasta 1970, cuando se decide publicar la historia del agente Oliverio y los tripulantes que los acompañaron, quedando atrás largos años de incógnita entre familiares y amigos.´
Cuenta que al Comandante del Ejército Rebelde Antonio Santiago García, natural de Placetas, se le acercaron algunos elementos contrarrevolucionarios, quienes le propusieron realizar acciones contra la revolución.
Tony Santiago simuló aceptar la proposición que la oposición interna de aquella época le había hecho de dirigir un levantamiento contrarrevolucionario en las montañas del Escambray y después de consultar con los Órganos de la Seguridad del Estado Cubano, a partir del mes de septiembre de 1960 nació el agente Oliverio.
Quien logró penetrar importantes niveles de organización de la CIA en Cuba, incluyendo sus conexiones con el bandidismo en el Escambray, llegando a sostener contacto, en las montañas, con el cabecilla de bandidos Evelio Duque. Previa consulta y aprobación de la jefatura del G-2 se elaboró un plan de alzamiento e invasión que la CIA aceptó, pero le impusieron ultimar detalles en Washington.
Como resultado del trabajo realizado por Tony Santiago, Oliverio para el G 2 cubano, permitieron frustrar planes de la contrarrevolución e informaron oportunamente sobre la invasión a Playa Girón, ocurrida tres meses después y no encontrara a su Patria desprevenida.
Después de conocerse la verdadera identidad de los mártires de El Pensativo, en el año 1970, en el muelle de Linares en Caibarién desde el 10 de enero de 1972, se alza un túmulo en forma de pirámides trunca seccionada en dos partes, construida de concreto rematada con una pequeña pirámides en su parte superior.
Y el frente de esta construcción conmemorativa posee una tarja donde los caibarienenses recuerdan aquel momento y rinden el merecido homenaje a estos mártires, convirtiéndose así en una eterna denuncia del pueblo cubano contra el terrorismo.
Bibliografía
Testimonio del Primer teniente Raúl Pantalón Méndez.
Serial En carne propia de Freddy Espinosa y Yudith Delgado.
Historia local de Caibarién. Colectivo de autores.