Felicitan a constructores por celebrarse hoy su día nacional
La Brigada Constructora Seguidores de Camilo y Che envió un mensaje de felicitación a sus colegas en el país por celebrarse hoy el Día del Constructor, a propuesta en 1972 del Comandante en Jefe Fidel Castro en homenaje al mártir Armando Mestre Martínez, asaltante del Cuartel Moncada y expedicionario del yate Granma.
Reciban nuestro saludo fraternal los hombres y mujeres que contribuyen con sus planes y proyectos a edificar la obra imperecedera de la Revolución, aun en condiciones difíciles por las carencias que impone la creciente agresividad del gobierno de Estados Unidos
Una nota oficial de la dirección de la agrupación rinde tributo a la efeméride, acogida por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción y su figura central Armando Mestre Martínez, a sugerencia del máximo líder de la Revolución Cubana en agosto de 1972 en el III de su organización sindical.
En el II Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, efectuado ese año, el propio Fidel argumentó la necesidad de crear la Brigada Constructora Seguidores de Camilo y Che a fin de contrarrestar el impacto destructivo del huracán Alma en 1966 en aquel territorio, situado a 143,30 kilómetros de La Habana.
Cerca de 200 jóvenes cubanos cumplieron la misión encomendada durante tres años, principalmente en la edificación de escuelas secundarias básicas en la entonces Isla de Pinos.
Muy rápido se organizó el contingente, integrado por personas, con promedio de edad de 30 años, más varones que hembras y en su mayoría de la capital, sobre todo provenientes de organismos de la Administración Central del Estado y donde predominó la voluntariedad.
Su consigna El presente es de lucha y el futuro es nuestro, evidenció las urgencias socio-económicas que promovía la Revolución Cubana en medio de movilizaciones gigantescas, y que pusieron de manifiesto el desarrollo y consolidación del Movimiento de Columnas.
Una iniciativa de ese tipo llegó a agrupar a más de 45 mil jóvenes movilizados en las tareas de la zafra, la agricultura en general y las construcciones, entre otras “obras de choque”, como entonces las denominó la Unión de Jóvenes Comunistas y que se extendió por sus experiencias aglutinadoras , estratégicas y con resultados halagüeños.