Liga élite: ¿Más emocionante la segunda?
No sabría explicar exactamente por qué, pero me parecía que la II Liga Elite del Béisbol Cubano sería más emocionante que la primera.
Hace unos 12 meses se lanzó la idea con mucho entusiasmo, se enfrió cuando problemas organizativos la retrasaron y cuando se vio un equipo claramente escapado del resto, pero retomó fuerza en la postemporada.
Esta vez quizás se tomó con más furor, y a lo mejor los nombres de los equipos también tienen algo que ver, con mucho más arraigo que sus predecesores, algunos incluso impuestos contra la voluntad popular.
La competitividad real está por verse, porque ya decíamos tras la selección de los 12 refuerzos de cada equipo que el campeón de la pasada Serie Nacional, Las Tunas, era a nuestro criterio todavía más favorito para imponerse.
Mucho conspira en este sentido que no se logró el aumento salarial que demandaba un evento como este, y por ende alrededor de 40 peloteros prefirieron quedarse en sus casas que salir a reforzar otras nóminas, con el peso adicional de los viajes, la lejanía familiar, etc.
Es un aspecto peliagudo que sigue en discusión, pero mientras se concreta, la Liga, y la afición, sufren las consecuencias.
Para paliar un poco esta situación, se aprobaron los cambios (altas y bajas) en cualquier momento, aunque sea para un solo juego, pero eso no compensa realmente las ausencias que tendremos en estos 40 juegos de temporada regular de cada plantel, más la postemporada.
De hecho, luego de conformadas las nóminas iniciales con refuerzos incluidos hubo que sustituir a varios, entre ellos jugadores de prestigio como Freddy Asiel Álvarez, Carlos Santana, Miguel David Paradelo, Luis Serpa, Osvaldo Vázquez y Edilse Silva, por solo mencionar los más conocidos.
No obstante, la pelota va en la sangre de la mayoría de los cubanos, y si se ve entrega sobre el terreno es posible ver mayor respaldo de público que en la versión precedente, sobre todo porque cambió otra cosa importante: el horario.
Toda la I Liga se jugó en horario vespertino, y ese es casi inaccesible para la mayoría de los aficionados, que en ese momento están en sus centros laborales.
Esta vez, salvo en el 26 de julio de Artemisa, que no tiene alumbrado, se jugará en horario nocturno, pero tampoco tan tarde como para que luego se complique el regreso a los hogares, diría que en un momento ideal del día.
A pesar del gran favoritismo que le veo, me parece que lo más saludable para el torneo es que los Leñadores no rompan el pelotón y se mantenga la paridad hasta los finales, para que ningún territorio se sienta excluido de los play offs.
Sigo pensando que Abeysi Pantoja tiene medio título en el bolsillo, pero quisiera que eso solo saliera a relucir al final, para mantener motivado al resto de los peloteros y aficionados.
¿Será más emocionante la segunda versión? Creo que la entrega de los participantes será fundamental para lograrlo, y si se acompaña de algún bombazo mediático al estilo Rusney Castillo (sigue en la nómina matancera), pues mucho mejor.