Cuba: Para no seguir cazando fake news
Estamos viviendo tiempos difíciles y se avecinan aún más duros.
Como a río revuelto, ganancia de pescadores -según indica el viejo refrán-, en este complicado río emergen, cual peces saltarines, las noticias falsas o fake news.
La mayoría de esas mentiras son generadas con toda mala intención para incentivar el caos, la desinformación, la incertidumbre y el pesimismo. Pero hay quienes, sin mala intención, las multiplican e incluso las generan.
Entre los casos más recientes se apuntan unos supuestos cronogramas de apagones así como macabros datos no comprobados sobre el caso del niño encontrado muerto en Guanabacoa. Ambos, son ejemplos del pasado fin de semana y pueden constatarse solo revisando las redes sociales.
Valdrían entonces dos consideraciones:
Ahora, más que en otras circunstancias, hace falta desterrar todo tipo de ingenuidad digital, por llamarla de algún modo.
Para no caer en la trampa, hay que leer más de una vez esos mensajes supuestamente informativos, constatar quién los emite y buscar la fuente oficial originaria.
A la vez, sería muy conveniente que esas fuentes oficiales asumieran una presencia aún más ágil y dinámica en las redes, para ir delante de aquellos que pretenden confundir.
Por eso, porque cuando existe una real expectativa en torno a determinado tema los generadores de mentiras se aprovechan, habría que prestar mucha atención a los estados de opinión, a las inquietudes, y proponerse responder e informar con inmediatez y total transparencia.
Pero no pocas veces los sitios Web de ministerios, organismos y otras importantes entidades, así como su presencia en las redes sociales, se resumen a multiplicar mensajes emitidos por otros, que lo mismo pueden ser felicitaciones por un cumpleaños que recordaciones de efemérides, mientras en la calle crecen como bola de nieve preguntas y dudas que ellos pudieran y debieran responder en consecuencia con su misión de servidores públicos.
De ese modo, y también estando alertas contra ingenuidades, se evitaría el tener que estar cazando fake news, desmintiendo, porque los vacíos, la lentitud o la falta de precisiones informativas están entre los mejores caldos de cultivo para esas “noticias” hijas de perversos Pinochos.