Díaz-Canel en las calles de Nueva York
El Jefe de Estado salió a la esquina de Lexington y 38, frente a la misión cubana en esa ciudad, en la cual se expresaba el apoyo a la obra humanista de la Isla. «Gracias por la solidaridad, por el amor de ustedes», les dijo a quienes se manifestaban.
Antes había inaugurado, como parte del 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Reunión Ministerial anual del Grupo de los 77 y China, del cual la Mayor de las Antillas ocupa la presidencia pro tempore.
En presencia de Dennis Francis, presidente del actual periodo de sesiones de la Asamblea General, detalló algunas de las principales actividades desarrolladas en los últimos nueve meses, como parte del trabajo «de esta emblemática y representativa agrupación de naciones del Sur».
Expresó que «una convicción nos sostiene: hemos permanecido unidos y en el camino hemos hecho sentir nuestra voz como una sola».
Al hacer referencia a futuros eventos en los que estará presente el G77, como la 28 Conferencia de Estados partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático (COP28), el mandatario consideró que «marcarán puntos de inflexión en la proyección del Grupo en la arena multilateral, y requerirán de nuestra acción concertada y decidida».
Sobre el injusto e insostenible orden internacional, aseguró que «para Cuba este reclamo permanente de nuestro grupo no ha estado guiado únicamente por la defensa de los legítimos derechos económicos del Sur, ha sido también parte de la lucha por la dignidad de nuestros pueblos y el derecho a ser tratados como iguales».
Díaz-Canel compartió con personal de la Salud en Estados Unidos. Al respecto, expresó en la red social X que, cuando conversan con sus homólogos cubanos, «todo parece posible entre nuestros países. Frente a la solidaridad y la cooperación solo hay dos obstáculos: la lista espuria de países que supuestamente patrocinan el terrorismo, y el bloqueo».