En Bélgica, amor y solidaridad para Cuba
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sostuvo un encuentro con más de 200 representantes de sus connacionales residentes en Europa, de movimientos de solidaridad con la mayor de las Antillas, de la embajada de la isla, y de la delegación cubana que asiste a la Cumbre de los Pueblos, en esa ciudad.
La actividad, que tuvo lugar este domingo, fue la primera del Presidente cubano en la capital belga, tras su llegada, procedente de Portugal, para participar en la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)-Unión Europea (UE), y en la Cumbre de los Pueblos.
La Presidencia de Cuba, en su sitio web, calificó el intercambio de cálido, familiar y sumamente entrañable, y señaló que estuvo marcado también por la admiración y el respeto hacia la nación caribeña.
Todos somos una familia, y nosotros estamos muy agradecidos y satisfechos de tener una familia como ustedes, reflexionó el jefe de Estado, para luego destacar la compresión de la situación que vive Cuba en estos momentos, y cómo siguen mostrando apoyo y confianza en la Revolución.
Díaz-Canel explicó detalladamente cuánto se complejizó la situación económica en Cuba a partir del segundo semestre del 2019, cuando el Gobierno de los Estados Unidos llevó a la máxima expresión su intención de asfixiar al pueblo y buscar un estallido social.
En sus palabras, el mandatario se refirió a las difíciles jornadas la pandemia de la COVID-19, a la entrega del personal de la Salud, tanto en el territorio nacional como en otras partes del mundo, así como al desarrollo de vacunas propias, un hecho que permitió la hazaña de llevar a cabo una campaña de vacunación sin precedentes en el país.
Sobre un concepto que se ha puesto en práctica en Cuba en los últimos años, el de resistencia creativa, dijo que no es solo resistir el bloqueo, sino hacer cosas que desarrollen al país, crear con talento y esfuerzo propios.
El Presidente cubano resaltó que los presentes también son parte de esa resistencia creativa: los residentes en el exterior, que no han roto con Cuba ni con sus familias; los diplomáticos, los compañeros de la solidaridad; y quienes representarán a la Revolución en la Cumbre de los Pueblos.
Aseguró que en la III Cumbre Celac-UE, la mayor de las Antillas no admitirá injerencia en sus asuntos internos, no permitirá singularizaciones de su realidad, ni de la de ningún país; y defenderá sus convicciones.
En el encuentro, el vicepresidente de “Los Amigos de Cuba”, Freddy Tack, reconoció que la isla es “un ejemplo de solidaridad internacional, un pequeño país del Caribe que se impone como ejemplo para todos los pueblos del mundo”.
Loraine González Arroyo, una cubana residente en Bélgica, habló del honor que para ella significa participar en el intercambio, y aseguró que son miles los hijos de la isla caribeña, en el país europeo, que siguen comprometidos con su Patria.
Nuestro deber, refirió, es apoyar y preservar nuestra soberanía, sin importar cuán lejos estemos físicamente, y mantener vivo ese sentimiento de amor, solidaridad y humanismo que nos identifica como cubanos.
Por su parte, Raoul Hedebouw, presidente del Partido del Trabajo de Bégica, ratificó el apoyo de esa formación política a Cuba, y apuntó que el país antillano representa la llama, la esperanza, la prueba de que un mundo diferente es posible, de que un mundo mejor es posible.
Además, expresó que al estar frente del Grupo de amistad parlamentaria con Cuba, tiene la oportunidad de tomar también la tribuna diplomática para hacer más desde el plano solidario.
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Díaz-Canel llegó a Bélgica este domingo luego de haber dado cumplimiento a una intensa agenda de trabajo en Portugal, desde el pasado jueves 13 de julio.
La delegación de la mayor de las Antillas la integran además el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, y la vicetitular del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Ana Teresita González, y otros funcionarios.