Hay mucho en lo local que puede aportar a la calidad de vida
caimanera, Guantánamo.– Por la primera trinchera antimperialista comenzó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, su nueva visita al Alto Oriente cubano, como parte de los recorridos de la Dirección del Partido por los diferentes territorios del país.
Con este periplo, acompañado por el integrante del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central, Roberto Morales Ojeda, selló el primer ciclo de sus intercambios con las bases en los diez municipios guantanameros.
El mandatario inició la jornada en el asentamiento Cayamo. Es un barrio en transformación, a 25 kilómetros de la ciudad de Guantánamo y a diez kilómetros del pueblo de Caimanera.
Viven aquí 1 375 personas, unidas en 421 núcleos familiares. Junto a entidades de la provincia y el municipio, los lugareños han rehabilitado instalaciones sociales como el centro comercial, con su bodega, cafetería, restaurante y Sistema de Atención a la Familia (saf), la escuela mixta, en la cual las niñas y niños de la comunidad cursan la primaria y la secundaria, la farmacia y otros lugares céntricos que han hecho relucir nuevamente el barrio dentro de su humildad.
Al borde de la icónica carretera de Caimanera, en el asentamiento también se construye una casita infantil con capacidad para 26 infantes, con la que se cierra la demanda de estas necesidades en la localidad.
Diovil Michel Matos, delegado de una de las dos circunscripciones de la comunidad, recordó el origen de esta.
El eje económico sigue siendo la agricultura, con una unidad silvícola que, además de su objeto primario, produce carbón vegetal para el consumo interno y la exportación. Dispone, además, de una cooperativa de créditos y servicios para la producción de viandas, vegetales y otros rubros.
En un intercambio con una representación de los habitantes del municipio, Díaz-Canel destacó el heroísmo de los cubanos en estos tiempos difíciles, y, especialmente, la estirpe revolucionaria del pueblo caimanerense.
Más adelante, en la empresa filial salinera Frank País, el Presidente comprobó los trabajos de recuperación en el secadero rotatorio, una tecnología que acorta el proceso natural de obtención de la sal, y que permitirá a la entidad incrementar las entregas.
La salinera de Caimanera, como siempre se le ha conocido, va cumpliendo los planes sin mayores contratiempos. Honró el de 2024, y también el del primer trimestre de este año. Con 477 trabajadores, el comportamiento de la producción permite a la empresa pagar un salario promedio de 11 000 pesos, pero con el reparto periódico de utilidades llegan a unos 15 000 pesos mensuales.
No obstante, la producción se ve amenazada por los altos inventarios en almacenes, debido a las limitaciones con la transportación. Es esta, comentó el Jefe de Estado, una contradicción que hay que resolver, porque hay sal en las salinas, pero escasea en el país.
El mandatario también atendió el reclamo de los trabajadores, que desean que su entidad vuelva a ser una empresa con todas las de la ley, y dejar de ser filial de una entidad nacional.
Díaz-Canel se interesó por las gestiones que se realizan para retomar las exportaciones de sal, ingresos que contribuirán a la mejora tecnológica de la fábrica, entre otros proyectos dirigidos a rehabilitarla y modernizarla. Solicitó, además, realizar estudios innovadores que permitan el uso de los residuos del proceso productivo en otras áreas, como la construcción.
La pequeña sala de hospitalización materna, inaugurada a inicios de año en el policlínico Ramón López Peña, fue el tercer sitio de Caimanera visitado. Allí, el Presidente intercambió con médicos, enfermeras y embarazadas en ingreso.
La sala dispone de seis camas y se ha convertido en la piedra de toque del Programa Materno Infantil de un municipio en el cual la mortalidad infantil y materna es cero desde hace varios años.
Al conversar con varias decenas de caimanerenses, que lo esperaban en las afueras del policlínico, Díaz-Canel reconoció el esfuerzo de los guantanameros, que en los momentos más difíciles –dijo– han sabido hacer cosas, como esta salita para las embarazadas; «es algo que enaltece, que aporta a la calidad de vida de quienes viven aquí».
LA LUZ DE SAN ANTONIO DEL SUR
El segundo municipio visitado por el Presidente y por el Secretario de Organización del Comité Central del Partido, fue San Antonio del Sur. La bienvenida, casi a la entrada de la jurisdicción, se la ofrecieron un grupo de habitantes del barrio Ocujal de Yateritas.
Viven aquí algo más de 600 personas, lideradas por la delegada de la circunscripción No. 2, Miladys Martínez, una entusiasta guantanamera empeñada en nunca dejar de hacer y hasta es la pitcher del equipo de pelota del barrio.
La llegada del Jefe de Estado fue esperada con acciones culturales de varias vecinas, encabezadas por la instructora de arte de la comunidad.
Atendió allí reclamos relacionados con la vivienda y las afectaciones por eventos meteorológicos, el enfrentamiento al hurto y sacrificio de ganado mayor y limitaciones materiales en instalaciones agrícolas, como la tecnología microjet.
De las experiencias con estas técnicas y el programa de autoabastecimiento municipal, el mandatario conoció más en la finca del productor Tomás Díaz, adscripto a la ccs Timoteo Samón.
El campesino, a pesar de los apagones que limitan el riego, y con el uso de productos agroecológicos para fertilizar, como la gallinaza, logra altos rendimientos en varios cultivos.
En plátano burro alcanza unas 60 toneladas por hectárea; en plátano macho, unas 25 toneladas; y en tomate, con una variante del perita, logra 12 toneladas por hectárea.
Díaz-Canel ponderó los resultados de Tomás y le pidió a él y a los factores de la comunidad compartir las buenas experiencias del campesino, para que estas dejen de ser excepción y se conviertan en regla en Yateritas y en tierras aledañas.
El recorrido por San Antonio del Sur concluyó en el parque solar fotovoltaico Los Ciguatos, construido en 2019, y con una capacidad instalada de 4 mw.
Según se informó, cuando se completen los actuales proyectos en energía renovable, estás cubrirán el 25 % de la demanda de la provincia.
LA MADERA DE IMÍAS
En una muestra más de que la Revolución es un hecho concreto, con el pueblo y para el pueblo, el primer lugar visitado por el Presidente de la República en el municipio de Imías fue el área de desarrollo Aeropuerto, en la comunidad Jesús Lores.
Aquí han sido entregadas 18 casas para igual número de familias, cuyas viviendas fueron destruidas totalmente por el huracán Oscar, que azotó el extremo oriental del país, el pasado 20 de octubre.
De tipología 4, con base de mampostería, paredes y vigas de madera, y techo de zinc, disponen de una amplia sala–comedor, cocina, baño y por lo general tres cuartos. Casi 60 personas viven ahora de forma confortable y en una comunidad bonita, aunque está en sus comienzos, por lo que las áreas públicas y de tránsito no están concluidas. Ha sido, empero, un salto en la calidad de sus vidas, en comparación con el estado de sus antiguas viviendas.
Las obras en la ampliación del reparto Jesús Lores comenzaron el 30 de diciembre. En apenas 40 días quedaron concluidos 16 nuevos hogares, a los que luego se le agregaron otros dos.
Decenas de viviendas están en estos momentos en diferentes procesos constructivos.
En dependencia de la disponibilidad de recursos, se avanzará en el tiempo en un ambicioso proyecto que convertirá, a partir de la combinación de varias tipologías constructivas, incluso con niveles de dos o tres plantas, una comunidad de 922 nuevos hogares, que darán abrigo a más de 3 400 personas.
Una pieza esencial en este programa de desarrollo, para dar respuesta a los daños provocados por el huracán Oscar y otras necesidades de vivienda, es el aserrío Imías, cuyos trabajadores no se han amilando ante los apagones, y trabajan de lunes a lunes para preparar vigas y tablas para la continuidad de las obras y otros compromisos económicos y sociales, aserrando piezas de pino, eucalipto, majagua…
Díaz-Canel llegó hasta allí para conocer de las tecnologías y de la entrega de unos hombres curtidos en la dura labor y hermanados en la laboriosidad y la solidaridad.