El Derecho del Consumidor: Un Pilar Fundamental en el Desarrollo Económico
El reconocimiento y la protección de los derechos del consumidor son fundamentales no solo para el bienestar individual, sino también para el desarrollo económico y social de cualquier nación
El 15 de marzo de 1962, el entonces presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, pronunció un discurso histórico ante el Congreso, donde reconoció al consumidor como un elemento esencial en el proceso productivo y el desarrollo económico. En su alocución, Kennedy subrayó la relevancia política de los consumidores y decretó que todas las personas, sin distinción de clases, deberían tener el derecho a disfrutar de ciertos beneficios como consumidores.
A partir de 1983, la Organización de Naciones Unidas estableció el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, reafirmando la importancia de proteger a los consumidores. En 1985, el Consejo de la ONU definió que todos los ciudadanos tienen derecho a elegir, recibir educación para realizar elecciones informadas, acceder a productos y servicios competitivos, y satisfacer sus necesidades básicas sin poner en riesgo su salud o el medio ambiente. Estas directrices han sido revisadas y ampliadas en documentos posteriores, destacando la necesidad de leyes eficaces de protección al consumidor.
La sociedad moderna se caracteriza por ser una sociedad de consumo, lo que hace necesario que el derecho del consumidor sea reconocido como un derecho humano. Esto se inscribe en los ámbitos social, cultural, económico y político de cada individuo. Para la Organización Panamericana de la Salud, el consumo seguro y saludable es crucial, ya que contribuye a desarrollar estilos de vida sanos y a mejorar el bienestar de las comunidades, siempre sin dañar el medio ambiente.
En Cuba, tras el triunfo de la Revolución, se promulgó la Ley No. 697 de Protección al Consumidor con el fin de combatir el alza desmedida de los precios. En marzo de 1962, se creó la Junta Nacional para la Distribución de los Abastecimientos, regulando el racionamiento de productos. En los años siguientes, se establecieron diversas instituciones para proteger al consumidor, incluyendo el Instituto Cubano de Investigaciones y Orientación de la Demanda Interna en 1971, aunque esta fue eliminada en los años 90. Se promulgó el Decreto-Ley No.67, De organización de la Administración Central del Estado en abril de 1983 que establecía la atención a los consumidores. Función que se mantuvo en el Decreto-Ley No.147 de 1994. El acuerdo No.3529 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de agosto de 1999 ratificó el encargo estatal del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) de atender la protección al consumidor. Desde 2001 existen estructuras subordinadas al MINCIN que protegen al consumidor, entre ellas las Direcciones Provinciales de Comercio y las Áreas de Funciones Rectoras.
Aunque se han promulgado varios decretos y resoluciones para proteger al consumidor, aún queda mucho por hacer. A pesar de los esfuerzos, son pocos los que realmente se benefician de estas normativas, debido al desconocimiento o ineficiencia de las instituciones encargadas de su aplicación.
El reconocimiento y la protección de los derechos del consumidor son fundamentales no solo para el bienestar individual, sino también para el desarrollo económico y social de cualquier nación.