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Contribución territorial para el desarrollo local: Brechas abiertas…y otras por explorar

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Desde hace poco más de diez años, la contribución territorial para el desarrollo local representa una bocanada de oxígeno para los municipios cubanos. En un contexto socioeconómico marcado por las apuestas del país a la autonomía de cada territorio y al empleo eficiente de los recursos disponibles, gestionar estos tributos representa un desafío.

En Villa Clara, una de las provincias cubanas con mayor experiencia en el tema, aún quedan brechas por abrir y oportunidades por aprovechar. Así lo reconoce Teresa de Jesús Martínez, directora de Finanzas y Precios en el territorio, mientras confirma otra gran verdad: todavía puede y debe hacerse más.

— Villa Clara tiene amplia experiencia en la gestión del uno por ciento como contribución al desarrollo local. ¿De dónde surge este aporte?

— El uno por ciento es una contribución establecida en la Ley Tributaria y que, en un primer momento, debía ser aportado por las empresas estatales establecidas en cada territorio, a partir de sus ingresos por concepto de ventas brutas. Estos ingresos van a una cuenta bancaria para el financiamiento del propio municipio, tanto para el desarrollo local como para financiar gastos sociales.

Primero inició con un 50 por ciento a disposición de los Consejos de la Administración, para tomar decisiones sobre el desarrollo local y dedicar ese financiamiento a proyectos que generaran empleos y multiplicaran los ingresos del territorio.

— Sin embargo, el 2024 trajo un cambio importante

— Ciertamente. El año pasado los nuevos actores económicos se incorporaron a esta contribución. A su vez, los municipios fortalecieron la potestad de aprobar qué parte de ese aporte dedicaban exclusivamente al desarrollo. Unos optaron por emplear la mitad, mientras otros utilizaron el 60 por ciento, pero lo cierto es que para todos representa un ingreso significativo.

— ¿De cuánto estamos hablando?

— Solo entre 2023 y 2024 se recaudaron más de 900 millones de pesos por este concepto. De ello, 450 millones quedaron a disposición de los Consejos de la Administración, el órgano facultado para tomar las decisiones sobre dónde utilizar esos recursos.

— ¿Y el resto del dinero?

— No todos los recursos se emplearon en proyectos de desarrollo local para generar nuevas riquezas. También se destinaron partidas importantes para la reparación de instalaciones muy deterioradas por el tiempo, incluso del sistema empresarial.

Igualmente recibieron mejoras un grupo de entidades de comercio, centros recreativos e instalaciones farmacéuticas que durante mucho tiempo tenían reparaciones pendientes.

Desde el Gobierno Provincial, a través de la cuenta central, también se brinda atención a otras insuficiencias, necesidades de los municipios, o programas priorizados. Algunas tienen impacto puramente social, pero otras también contribuyen a la generación de ingresos.

Durante estos años hubo financiamiento para la creación de dispositivos inteligentes destinados a medir el consumo de energía eléctrica en el sector residencial, desarrollados por la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, así como para garantizar el desarrollo de las parrandas en Remedios, una tradición que representa algo identitario para el centro de Cuba.

— ¿Cuáles son las prioridades a la hora de asignar financiamientos?

— En 2024 el ocho por ciento de los ingresos se dedicó a financiar proyectos de desarrollo local. Las principales prioridades estuvieron en la producción de alimentos, en los materiales de la construcción, la reparación de viales y obras vinculadas al empleo de energías renovables.

También, aunque en menor medida, una parte de los ingresos se utilizó para cubrir insuficiencias presupuestarias en algunas unidades de la salud y la educación. Esto representa un importante impulso desde los territorios.

En 2024, por ejemplo, los hospitales materno, psiquiátrico e infantil recibieron mantenimientos parciales gracias al aporte de doce millones de pesos provenientes de esta contribución del uno por ciento.

— Hace un momento usted hablaba del municipio de Remedios. ¿Cuáles son los territorios de Villa Clara que más destacan en el aprovechamiento del uno por ciento?

Uno de los municipios que más recauda y más utiliza este financiamiento es Santa Clara, obviamente por la cantidad de empresas e industrias que posee. En Villa Clara también sobresalen Placetas y Sagua la Grande, igualmente por el desarrollo y la amplitud de entidades privadas y estatales.

En la capital provincial, por ejemplo, existen un grupo de proyectos de desarrollo local surgidos a partir de la contribución del uno por ciento. Uno de ellos, entre los de mayor impacto es Reluxes Herrería, un emprendimiento que tiene como misión fundamental la recuperación de mobiliario clínico para hospitales, consultorios médicos, hogares de ancianos y maternos, y que muestra resultados muy alentadores.

También tenemos un proyecto de desarrollo de la acuicultura que recibió alrededor de cuatro millones de pesos, y otro para trabajar el calzado con un financiamiento de aproximadamente cinco millones de pesos. En Sagua la Grande existe otro relacionado con la televisión, con una entrega de 500 mil pesos.

A la par se ha trabajado mucho en función de transformar la imagen de las ciudades, sobre todo con la reparación de parques, sitios patrimoniales y vías de acceso.

— En medio de un contexto tan complejo para la economía nacional, ¿cuál es la estrategia en 2025?

— La operatoria de la contribución territorial se encuentra sometida a un análisis. Nos ocurría que varios municipios mantenían un alto saldo en las cuentas destinadas al desarrollo territorial, pero eso significaba un financiamiento inmovilizado que no rendía los frutos esperados.

Tras un intenso debate sobre este asunto en la Asamblea Nacional del Poder Popular, la decisión fue reevaluar el tema, en pos de buscar un óptimo aprovechamiento de los recursos por parte de los gobiernos municipales.

En este tema, lo fundamental es usar bien lo recaudado, sobre todo porque ahora los ingresos son mayores luego de la incorporación de los nuevos actores económicos.

Del mismo modo, es prioridad ordenar el destino de ese dinero, porque si le entregamos el financiamiento a una empresa para un proyecto de desarrollo local, tienen que estar concertados los términos en que esos recursos se van a devolver.

Tenemos que eliminar la práctica de entregar el dinero para gastarlo y ya. Tiene que existir un retorno y tiene que apreciarse un impacto económico, social. Hacia ahí tenemos que proyectarnos, así como ganar en cultura de informarle al pueblo qué se hace con el dinero.

— ¿Dónde están las principales dificultades?

En la elaboración de los proyectos de desarrollo local. A pesar de que ofrecemos capacitaciones a las entidades, hay cierta tendencia a no generar proyectos o a no percatarnos de cuáles pueden ser las oportunidades. Y eso es muy importante, que un empresario sepa identificar opciones de negocios, porque existe la metodología para solicitar el financiamiento.

El dinero está, y las necesidades también, pero al no tener una suficiente generación de proyectos encaminados al desarrollo, surge la tendencia de pedir recursos para otro fines. En estos momentos no tenemos proyectos esperando por dinero, pero sí hay recursos aguardando por solicitudes. Eso debería ser al revés.

Oportunidades y necesidades existen. Existen en la producción de alimentos, en la energía renovable y en otras muchas esferas que necesita el país. La idea es aprovechar esta contribución para mejorar las condiciones de vida de los territorios y contribuir al desarrollo de Cuba.

Tomado de Cubadebate

Tomado de Cubadebate

Medio de información alternativa que alerta sobre campañas de difamación contra Cuba. Publica noticias y análisis con un tratamiento objetivo de los hechos. Muestra los intereses que el poder global oculta para mantener sus privilegios. UCI, La Habana, Cuba. editor@cubadebate.cu

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