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Soy madre y…

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Anotaciones mentales para explicarme un rol agotador

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Soy madre y en mi bolso hay medias pequeñas y usadas, envolturas de si galleticas, pañuelos con churre y moco, y dibujos que no puedo botar.

Soy madre y cuando creo que ya voy a dormir, siempre me piden agua o hacer pipi, o las dos cosas. Aunque duermo de noche, nunca duermo toda la noche, y muchas veces amanezco con el cuello torcido porque alguien se coló en mi cama, y antes que taparse prefiere pegarse a mí para mantener el calor.

Soy madre y paso de la tranquilidad al susto, me vuelve loca la bulla y me hace correr el silencio. Le temo a las escaleras, a las alturas sin baranda, a las olas, a los caramelos, a los objetos pequeños, y a las enfermedades.

Soy madre y casi siempre estoy cansada, pero puedo hacer muchas cosas al mismo tiempo, así como levantar dos niños a la vez y correr.

Soy madre y he tenido piojos, he bajado fiebres, he limpiado vómitos, y olido pañales. He dado medicinas usando la fuerza, y sin ser religiosa he pedido a Dios «que no sea nada».

Soy madre y he guardado las meriendas de los eventos para llevárselas a mis hijos, he echado la carne de un almuerzo elegante en una jabita, y también me he comido alguna confitura a escondidas.

Soy madre y siempre estoy apurada, a las tres de la tarde ya ando en «modo Cenicienta» y organizo mi vida en torno a los horarios del círculo infantil.

Soy madre y a veces me gusta mucho ser madre; y otras, ni un poquito.

Soy madre y ya he dicho todas las frases que dicen todas las madres del mundo, o al menos de Cuba.

Soy madre y siento el dolor de cada niño o niña del mundo como si me perteneciera.

Soy madre y admiro a cada madre que ejerce su rol, porque puedo advertir las heroicidades calladas, el desvelo, la anulación del propio ser y el crecimiento.

Soy madre y jamás imaginé, antes de serlo, que fuera algo tan agotador, desafiante, complejo, hermoso, liberador, emocionante, e inexplicable.

Soy madre y he aprendido que mejor que mirar a mis hijos de arriba, como su jefa, voy mejor al lado, de compañera.

Soy madre y me paso la semana pensando cosas como estas, hasta que tengo que escribirlas, para dejarlas salir y continuar criando, como quien teje un gran tapiz de vivencias que se entrelazan en esa gran historia que es una familia.

Soy madre y soy muchas otras cosas, pero soy madre y, eso, hay que reconocerlo, cambia todo lo demás.

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