Canciller cubano rechaza decisión anunciada por Marco Rubio de restaurar política dura contra Cuba
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, rechazó la decisión de restaurar una política dura contra Cuba anunciada este viernes por el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio.
“Rechazamos decisiones anunció el Secretario Estado EEUU y pretextos engañosos con que pretende justificar lo injustificable”, escribió el ministro en su cuenta en X.
El canciller cubano dijo que “al igual que las medidas del 20 enero, no existe apoyo al nuevo atropello gratuito al pueblo de Cuba”.
“Endurecer medidas criminales contra el pueblo cubano provocará mayores carencias, separación y aumento de la emigración”, aseguró Rodríguez Parrilla.
Subrayó que se trata de “un nuevo acto provocador” de aquellos que retoman el control del tema Cuba, para promover irresponsables escenarios de confrontación con fines y resultados contrarios a los proclamados por el propio gobierno estadounidense.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, restituyó este viernes la Lista Restringida de Cuba, un movimiento que marca el regreso de una política de línea dura hacia la isla en los próximos cuatro años.
En un comunicado titulado Restablecimiento de una política dura Estados Unidos-Cuba, Rubio no solo reinstauró las sanciones a entidades previamente incluidas en la lista, sino que también añadió a Orbit, S.A., una empresa de procesamiento de remesas dirigida hacia Cuba. Según el jefe de la diplomacia estadounidense, la compañía “opera para o en nombre del ejército cubano”.
Rubio, quien durante su tiempo como senador fue uno de los principales arquitectos de la política contra Cuba en el Congreso de Estados Unidos, justificó la medida como parte de un enfoque más firme hacia el gobierno cubano.
Durante su primer mandato (2017-2021), el presidente Donald Trump impuso al menos 243 medidas restrictivas que reforzaron el bloqueo económico, comercial y financiero que pesa sobre Cuba desde hace más de seis décadas. Estas acciones caracterizaron la política de “máxima presión” de su administración.
Sin embargo, seis días antes de finalizar su mandato en 2021, el entonces presidente Joe Biden decidió rescindir la Lista Restringida, retirar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo (SSOT, por sus siglas en inglés) y emitir una exención para el Título III de la Ley Helms-Burton, también conocida como Ley Libertad, por un período de seis meses.
En una carta del 29 de enero dirigida a los comités correspondientes del Congreso, Rubio también informó que se retiró “la carta de la administración anterior sobre la Ley Libertad”.
A ocho días de abandonar la Casa Blanca en 2021, Trump incluyó nuevamente a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, de la cual había sido retirada en 2015. Biden mantuvo esta posición durante casi todo su mandato, hasta que, en un giro de última hora, decidió revertirla.
No obstante, el 20 de enero de este año, el presidente republicano revocó la decisión de su predecesor. “El presidente actuó en su primer día en el cargo para mantener a Cuba en la lista SSOT, donde pertenece”, afirmó Rubio en su declaración, ignorando las recomendaciones de agencias estatales que han expresado lo contrario.
En un encuentro con periodistas el jueves, Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, reiteró que Cuba no debería figurar en la lista de patrocinadores del terrorismo. Dujarric recordó que la ONU había acogido con beneplácito “el anuncio de Estados Unidos del 14 de enero sobre, entre otras medidas, la retirada de Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado”.
La medida de restablecer la Lista Restringida y añadir nuevas sanciones refleja un endurecimiento de la política estadounidense hacia Cuba, en línea con las posturas más críticas hacia el gobierno de la isla.