Cultura

Un año de cine desde todas las latitudes

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El pasado 2024 podría catalogarse como un año en que el cine se vivió de todas las maneras posibles y desde todas las latitudes conocidas

El 2024 fue un año de renovación para el Instituto del Arte e Industrias Cinematográficos (ICAIC). Un año de organización, reconstrucción y crecimiento, en el que se enfrentaron desafíos y retos complejos, pero se trazaron objetivos y se alcanzaron múltiples metas orquestadas a favor del cine.

Los resultados obtenidos evidenciados en la afluencia de espectadores en las salas de cine a nivel nacional a partir de una atractiva programación y de los diversos eventos realizados, y el restablecimiento de dinámicas colaborativas para la producción, solo son muestra de buenas prácticas articuladas para colocar al séptimo arte en la preferencia del público una vez más.

 Un año de cine desde todas las latitudes

Muchas de las “dinámicas colaborativas para la producción” partieron del fortalecimiento de los vínculos entre el ICAIC y los cuerpos diplomáticos de las embajadas asentadas en territorio cubano. Varias de estas tuvieron su representación a través de particulares muestras de cine que regalaban al espectador una parte de sus culturas e idiosincrasias desde la gran pantalla.

El año comenzó con La Semana de Cine Serbio. Realizada del 25 al 28 de enero con la exhibición de 6 filmes y la asistencia de 93 espectadores en el cine Acapulco, sede oficial del evento cinematográfico para esta ocasión.

Como es habitual la Cinemateca de Cuba, en el marco de la Feria Internacional del Libro, organizó una muestra en homenaje al país invitado de honor. Para la ocasión la casa del patrimonio fílmico junto al instituto diseñó La Semana del Nuevo Cine Brasileño: Del libro a la imagen, dedicada a dicho país hermano, que tuvo lugar del 17 al 25 de febrero con la proyección de varios materiales entre largometrajes y cortometrajes contemporáneos, a la que acudieron a las salas 1210 espectadores. Junto con dicho acontecimiento que entretejió la literatura con el audiovisual, se llevó a cabo la Muestra de Cine Sueco (del 22 al 25 de febrero) con 3 películas que fueron fruto de atracción para un público compuesto por 112 personas.

El cierre del primer trimestre y la víspera del 65 aniversario del ICAIC fueron encabezados por la Muestra de Cine Dominicano, la que se extendió a los cines Yara, La Rampa, Riviera y Acapulco del 14 al 17 de marzo. El evento fue presidido por una delegación de cineastas, en su mayoría egresados de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV), entre los que se encontraban: Pablo Lozano, Laura Amelia Guzmán y Andrés Farsas. Estos presentaron sus últimas realizaciones que completaban una selección de 20 materiales en 27 funciones con un total de 433 espectadores. La muestra y su delegación permitió que se propiciara un diálogo con el ICAIC en busca de próximas colaboraciones productivas.

Por otra parte, abril podría ser catalogado como un mes de cine después de la gran fiesta por el cine cubano en el mes que le precedió. En las puertas del segundo trimestre del año, el Festival de Cine Ruso tomó las salas, contemplado en 12 funciones con 7 largometrajes, entre los que se exhibió una nueva versión del clásico animado Cheburashka (2023) del director Dmitry Dyachenko y la cinta El Desafío (Klim Shipenko, 2023), primera obra filmada en el espacio exterior. El Festival alcanzó la notable cantidad de 4864 asistentes en los cines. A partir de este evento surgieron posibilidades de colaboración entre ambas naciones a favor de un cine diverso, enriquecido y atractivo. A su vez, se realizó el Séptimo Festival de Cine Europeo con 42 funciones y 1640 espectadores, y la Muestra de Cine Español en los cines Acapulco y 23 y 12 con 15 tandas a las que acudieron 1467 personas.

En el mes de mayo se exhibieron las películas pertenecientes a la nueva Edición de la Muestra Internacional de Cine Educativo (MICE) que tomó envergadura en todo el país y contó con 53400 niños y adultos en las salas. Posteriormente se proyectaron tres películas y dos documentales de corte social, específicamente sobre el movimiento libertario, en la Segunda Muestra de Cine Estadounidense.

La Muestra Orizontti Italia – Cuba, se efectuó en junio con 20 funciones, 14 películas para un total de 418 espectadores. En el evento se realizaron conferencias magistrales apoyadas por La Casa del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y la Cinemateca de Cuba. Le siguió a dicha jornada la Muestra de Cine Colombiano, realizada en el cine Yara con 4 películas, 4 funciones y 570 espectadores.

Los últimos meses del año también contaron con varios acontecimientos que formaron parte del movimiento cultural de la ciudad, en los que el cine fue protagonista. En septiembre se llevó a cabo en La Habana, Cienfuegos, Villa Clara, Granma y Santiago de Cuba la Muestra de Cine Ruso MOSFILM, que contó con un total de 71 funciones y 4 606 espectadores con varios metrajes clásicos remasterizados del director Andréi Tarkovki y otros pertenecientes a la filmografía más actual del estudio cinematográfico. Además, se llevó a cabo la Muestra de Cine Japonés en el cine 23 y 12, como parte de la jornada de la cultura de este país en La Habana, arribando a 116 espectadores.

Como es habitual, en octubre se gestó el Festival de Cine Francés en su edición número 25 con una extensión a las provincias del territorio nacional sumando un total de 6255 espectadores. Por su parte, noviembre fue el periodo en que confluyeron varios eventos cinematográficos de importancia para el ICAIC como anfitrión y las respectivas embajadas. Entre ellos se encontró una selección de animados de San Petersburgo en los días 21 y 22 de noviembre en La Habana y el 25 y 26 en Santiago de Cuba, la Muestra de Cine Colombiano, con la que se exhibió los dos primeros capítulos restaurados del famoso personaje creado por Juan Padrón: Elpidio Valdés, la Muestra de Cine Nicaragüense con una proyección de varios documentales dedicados al arte y la cultura de dicho país.

En materia de proyecciones extranjeras, el año cerró con la Muestra de Cine Húngaro con la exhibición de cuatro películas clásicas de la filmografía de este país. Recuperando la cercanía histórica que existe entre Cuba y Hungría.

De esta manera, el pasado 2024 podría catalogarse como un año en que el cine se vivió de todas las maneras posibles y desde todas las latitudes conocidas. Un año de muestras, presentaciones especiales, cine cubano de hoy y de ayer, que solo aboga por mantener la vitalidad de un arte que articula la reflexión y un discurso complejo para y sobre las sociedades, sus realidades y costumbres. Elaborado para favorecer la comprensión mientras alza las voces y el imaginario.

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