Los mártires del Pensativo
“Blanco, partí en unión de Juan Méndez hacia Caibarién, un hombre de mi confianza me trasladó a mi mujer e hijos hacia Santiago de Cuba, a las doce de la noche abordaré el pesquero nombrado: El Pensativo, en unión de Juan Méndez y los tres pescadores de Caibarién, no he encontrado inconvenientes, si todo sale bien te enviaré una postal. Saludos Oliverio”. Este fue el último informe que envió el Comandante Tony Santiago, a sus superiores, como el agente Oliverio, de la Seguridad del Estado cubana, el ocho de enero de1961, a pocas horas antes de partir desde un punto de la costa de Caibarién rumbo a los Estados Unidos a cumplir una misión como parte de las tareas que se le habían asignado como agente secreto dentro de una organización contrarrevolucionaria.
En horas de la madrugada del nueve de enero de 1961, se soltaron las amaras de la embarcación El Pensativo en el conocido muelle de Linares en la zona portuaria de Caibarién.
Para esta misión se orientó por la jefatura del G-2 en la provincia conformar una tripulación de plena confianza, así entran a la historia de la patria el joven Lisandro Sánchez Nieto, Francisco Pequeño Sáez, y Juan Bautista Hernández Roy, quien fue el patrón de la travesía.
La historia cuenta que ya en alta mar son interceptados por una embarcación donde navegaba el pirata de origen caibarienense Antonio Pérez Quesada, conocido por Antoñico el Isleños, quien disparó contra los tripulantes del Pensativo, y escuchó con odio como los cuatro cubanos antes de ingresar al más sagrado altar de la patria gritaron desde el agua PATRIA O MUERTE.
Por mucho tiempo por decisión del país se mantuvo todo en secreto hasta que la dirección de la revolución decidió dar a conocer la verdadera historia de los Mártires del Pensativo.
Después de conocerse la verdadera identidad de los mártires de El Pensativo, en el año 1970, en el muelle de Linares en Caibarién desde el 10 de enero de 1972, se alza un túmulo en forma de pirámide trunca seccionada en dos partes, construida de concreto rematada con una pequeña pirámides en su parte superior.
Y el frente de esta construcción conmemorativa posee una tarja donde los caibarienenses recuerdan aquel momento y rinden el merecido homenaje a estos mártires, convirtiéndose así en una eterna denuncia del pueblo cubano contra el terrorismo.
Imagen: Archivo CMHS.