Para que la parranda no se apague
Los fanáticos a la Parranda cangrejera han visto que desde hace unas semanas La Loma y La Marina rompen con sus tradicionales salidas cerca de las cinco de la tarde, no es una novedad, la Parranda tiene su salida vespertina en su programa principal, incluso matutina, la llamada Diana, que da los buenos días a la gran noche parrandera. Y si vamos a sus orígenes, es imposible que fueran muy abundantes las propuestas que dependieran de las luces.
Pero, aunque no es novedad eso de salir por la tarde, sí me resulta una buena decisión tomarlo como práctica para que la principal manifestación cultural de Caibarién, no se apague.
He sido testigo de la aceptación popular de la opción de la Parranda en horas de la tarde, la gente la disfruta como si fuera por la noche, incluso, beneficia a algunos que, por diversas razones, la propuesta nocturna le resulta complicada.
No obstante, aunque iniciativas no les faltan a ambos barrios, considero que pudieran aprovechar más el horario y desarrollar iniciativas que se ajusten más a las condiciones de iluminación propias de esa hora, y en eso, mucho pueden apoyar con su asesoramiento las instituciones culturales del Municipio.
La Parranda ha demostrado que sí se pueden implementar variantes en las propuestas culturales y recreativas en La Villa Blanca, aún en condiciones muy complejas, buen ejemplo, además, para todos los que tienen como objeto social contribuir a la recreación y el esparcimiento de la población, tan necesario en estos tiempos.
De momento, el extraordinario poder de convocatoria que la Parranda está demostrando en horario del atardecer evidencia que la Parranda, no la apaga ni los apagones.
